“Me pasa con el Chocolate Abuelita… compro una caja para tenerla en casa y verla en la despensa”, dice Alejandra Infante, mexicana de 38 años, residente en Seattle, Washington, Estados Unidos. “A veces corto un trozo de chocolate y me lo como. No sé si con tristeza pero me recuerda a mi mamá, cuando preparaba atole para mí y mis hermanos. No siento que cueste caro. Puede ser que algo más que otras marcas, pero no lo he notado. También me recuerda cuando era niña, en México, y salía corriendo a la tienda porque mi mamá me mandaba a comprarlo.”
Hace algunas décadas, cuando los controles migratorios para entrar a Estados Unidos no eran tan estrictos, los mexicanos que podían viajar a ese país no dudaban en meter a la maleta un poco de mole, algunos dulces o hasta unos tamales. La idea era llevar un poco de su país a los paisanos que añoraban el regreso.
Ese tráfico hormiga poco a poco alcanzó los anaqueles de las grandes tiendas estadounidenses. “Recuerdo que desde los años 80 del siglo pasado se podían ver marcas mexicanas en los supermercados de los Estados Unidos. Este mercado lleva por lo menos unos 40 años. Hoy podemos ver marcas mexicanas en casi todos los supermercados de allá”, comenta Alejandro Díaz, investigador del Departamento de Estudios Económicos del Colegio de la Frontera Norte. Era cuestión de tiempo; los productos mexicanos terminaron por apoderarse de parte del mercado, sobre todo en los estados con mayor presencia de connacionales.
Francisco Collado, director de Alianza Importers, empresa que desarrolló un modelo para pymes exportadoras a Estados Unidos, señala que en ese país hay unos 34 millones de mexicanos de primera y segunda generación con un poder económico sobresaliente: nuestros paisanos en EU producen lo mismo que el 75% del Producto Interno Bruto de todo México, asegura.
“Y la nostalgia por nuestros productos, sobre todo de los mexicanos de primera generación es tremenda. Es una especie de tristeza, unas ganas de volver al origen… Es un sentimiento que únicamente los que lo hemos sentido podríamos describirlo”, redondea el también autor del libro Saltando el muro: cómo abrir tu propio negocio en E.U.A, Francisco Collado.
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Tres alimentos estrella que encabezan el mercado de la nostalgia
El doctor Alejandro Díaz afirma que los alimentos son los protagonistas del mercado de la nostalgia de productos mexicanos en los Estados Unidos. “Es un fenómeno relevante social y económicamente. Hay ganancias millonarias debido a este mercado”. El profesor de economía internacional comienza el recuento con un producto emblemático: el tequila.
El análisis del doctor Díaz arroja que las ventas de tequila en el mercado estadounidense fueron de 3 mil 350 millones de dólares en el periodo enero a noviembre de 2021, un aumento de 41% respecto a los 2 mil 370 millones de dólares del periodo enero-noviembre de 2020.
En efecto, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el tequila ocupa el segundo lugar entre los productos mexicanos estrella en Estados Unidos. El primer sitio es para la cerveza, con exportaciones totales por 4 mil 867 millones de dólares en 2021. El aguacate es el tercer sitio con 2 mil 778 millones de dólares en exportaciones.
México es el cuarto productor de cerveza a nivel mundial, pero es el que más exporta. Y se estima que ocho de cada 10 litros de cerveza mexicana van a territorio estadounidense. Somos el productor de aguacate número uno del mundo y el 80% de la producción se va a Estados Unidos. Este país es el mercado número uno para el tequila.
A lo que vamos: estos tres productos de la agroindustria mexicana rebasaron la añoranza de los mexicanos para convertirse en un fenómeno de consumo que ha permeado en la cultura estadounidense, con consumidores de todas las nacionalidades.
En este Super Bowl 2022, celebrado en Los Ángeles, decenas de millones de televidentes disfrutaron del partido entre los Rams y los Bengals con su dosis de aguacate mexicano. “El aguacate es el aderezo del Super Bowl más consumido en todo Estados Unidos… Estos productos son parte ya de las costumbres y de los hábitos de consumo de los ciudadanos norteamericanos”, confirma Díaz.
El investigador del Colegio de la Frontera Norte agrega un dato más: “Entre los alimentos étnicos o regionales, la comida mexicana es la segunda que más prefieren los consumidores estadounidenses, después de la italiana y superando a la china, mediterránea y japonesa”.
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Las millonarias ganancias de la añoranza
El negocio de la nostalgia se extiende a productos tan básicos como las tortillas o de consumo de impulso como los dulces. El paladar sentimental sólo busca una pizca de felicidad traída directamente desde México, o creada en territorio estadounidense.
Gruma opera en Estados Unidos desde 1977 y hoy es uno de los productores de tortilla (de maíz y de harina) más grande en ese país. La multinacional mexicana cuenta allí con seis plantas donde produce tortillas, frituras y otros productos relacionados bajo las marcas Mission, Guerrero y Calidad.
De acuerdo con el reporte anual de la empresa, sus ventas en territorio estadounidense fueron de 52 mil 864 millones de pesos en 2021. El 79% de éstas se dieron a través del canal minorista. El resto de sus ingresos proviene de su mercado institucional, que incluye grandes cadenas de restaurantes, escuelas, hospitales y el ejército.
Grupo Herdez es otra de las empresas mexicanas que abraza al mercado de connacionales en nuestro vecino del norte. Desde 2009, Herdez creó la empresa MegaMex para hacerles llegar “los sabores icónicos más representativos de la gastronomía mexicana”.
Las ventas de MegaMex en 2021 alcanzaron los 14 mil 665 millones de pesos. Grupo Herdez tiene presencia en el mercado de Estados Unidos bajo las marcas Doña María, Del Fuerte, Don Miguel, Chi-Chi’s, Wolly Guacamole, La Victoria, Embasa y la misma Herdez.
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El mejor sabor es el recuerdo
El negocio de la nostalgia generado por los productos mexicanos en Estados Unidos no se detiene. “De hecho, el mercado va a seguir creciendo enormemente”, asegura Francisco Collado.
Hay una razón poderosa, a decir del director de Alianza Importers: los mexicanos somos fieles a las marcas. Nos acostumbramos a una marca y es muy difícil que nos cuestionemos esa decisión.
“Aquí tenemos todos los productos mexicanos que te puedas imaginar: cerveza, pan, dulces, mole… En general, tenemos esa idea de que son mejores que las marcas gringas”, confirma Alejandra Infante desde Seattle. Al parecer, el recuerdo de México nunca dejará de saber mejor.
