La preferencia de las nuevas generaciones por las bebidas con bajo contenido de azúcar impulsa un cambio en la industria colombiana de bebidas. En 2022, el sector logró un crecimiento del 25%; pero las principales categorías de esta industria han tenido un cambio significativo. Las gaseosas o refrescos representan ya menos del 30% del portafolio de las empresas de bebidas en Colombia, en contraparte, bebidas carbonatadas y hard seltzer están en franco crecimiento.
El Ministerio de Salud de Colombia reveló a través del documento técnico, “Azúcares Adicionados”, que 81% de la población consumía bebidas azucaradas en 2010, hoy se ha reducido a 25%. En 2010 el consumo per cápita de gaseosas con azúcar era de 61.3 litros, hoy es de 47 litros al año.
Según el informe publicado a finales del año pasado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), sobre el impacto económico en el sector de bebidas y alimentos en el país, se evidencia una tendencia de consumo a bebidas más saludables. Es ya una necesidad de cambio para la industria.
Las bebidas no alcohólicas son un segmento que promete crecer. Según cifras de Euromonitor, para 2026 Latinoamérica alcanzará un consumo de 105 mil millones de litros, lo que representa un aumento de 14%, en comparación con el consumo actual.
De acuerdo a ese informe, la categoría de las bebidas carbonatadas encabeza la lista de los productos que más se venderán, seguidas del agua embotellada, cuya comercialización ha ido en aumento en los últimos años.
“La industria de bebidas ha venido cambiando mucho por la disponibilidad de ingredientes, la sostenibilidad y el despertar hacia la salud personal y del planeta”, recalca Julio César Rodríguez, analista de consumo y miembro de juntas directivas de empresas de la industria de bebidas y alimentos como Productos Ramo, Nutresa o Santa Clara.
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La industria de bebidas en Colombia se transforma
Rodríguez explica que tres de las 10 empresas de bebidas y alimentos más grandes de Colombia, venden gaseosas. Postobón, Coca Cola y Lux tuvieron un 2022 positivo, demostrando crecimientos pese a las regulaciones contra el azúcar.
Los datos a los que hace referencia Rodríguez, son por ejemplo la consolidación de Postobón, que es la cuarta empresa de alimentos y bebidas más grande de Colombia y en 2022 vendió casi 4 billones de pesos* según cifras publicadas por la Superintendencia de Sociedades, de los cuales 3.48 billones* fueron por bebidas sin azúcar. Mientras que, Coca Cola vendió 3 billones de pesos* y Lux cerró en 2 billones de pesos*, ambas empresas con porcentajes cercanos al 50% para alimentos bajos en azúcar.
Postobón logró un crecimiento anual de 27%, su apuesta fue incorporar nuevos productos pensados en una audiencia que cada vez se siente atraída por productos bajos en azúcar. Le dio relevancia a bebidas carbonatadas con sabor como Manzana, Uva y Colombiana, las tres sin azúcar; además impulsó bebidas no carbonatadas como Mr. Tea Light y Mr. Tea Avigo. Según el más reciente informe de sostenibilidad, Postobón reportó que el 87% de sus ventas son de productos bajos o sin azúcar añadida y que el 52% corresponde a productos diferentes a bebidas carbonatadas. Esto era impensable hace más de 40 años, cuando salió la Manzana Postobón Sin Azúcar.
Coca Cola en 2022 respondió al cambio en las preferencias de los consumidores con la renovación de su portafolio, lanzaron aguas carbonatadas como Brisa Maracuyá, Brisa Limón y Brisa Manzana; con ello su oferta comercial no se quedó sólo en gaseosas. Según el presidente de la compañía en Colombia, Carlos Alberto González, el cambio triplicó el volumen de ventas, además de una participación mayor en el segmento de aguas carbonatadas de sabor en el país. Con ese aprendizaje, este año tienen planes de lanzar productos nuevos en distintas categorías, “los anunciaremos en el último trimestre”, afirma González.
Coca Cola tiene en Colombia un portafolio de nueve categorías y 15 marcas, entre las que se incluyen Coca-Cola y Del Valle, y una propia, Kola Román.
“Si bien la mayor parte de nuestras ventas corresponden a las bebidas carbonatadas de nuestro portafolio (62%), nuestras marcas de agua: Agua Brisa y Agua Manantial tienen una participación importante con el 15%”, explica.
Además, otro producto que ha sido disruptivo en el mercado nacional es Topo Chico, la marca de Hard Seltzer de Coca-Cola. Es elaborada con agua carbonatada, gas, alcohol y sabores naturales. Se comercializa en Colombia en formato de lata sleek de 330 ml y en tres sabores: Lima-Limón, Cherry Açai y Tropical Mango.
Cada lata de Topo Chico contiene 2 gramos de azúcar, 96 calorías y un volumen de 4,7% de alcohol, es la primera bebida alcohólica en el mundo producida por Coca Cola. En comparación, una cerveza de 12 onzas aporta 153 calorías. Si los comparamos, la hard seltzer tiene 36% menos calorías.
Respecto a los precios, una lata de hard seltzer puede costar en promedio 6 mil pesos*, mientras que una lata de cerveza cuesta 3 mil pesos*, que es prácticamente el doble, por lo que las clases altas con un poder adquisitivo mayor son las que tienen la capacidad de consumir esas bebidas.
Topo Chico compite en el país con bebidas como Corona Tropical de Modelo y Barú, producida por la Fábrica de Licores de Antioquia. “Este tipo de productos ofrecen nuevas alternativas a los consumidores en Colombia, sin embargo por la diferencia de valores de venta, no será fácil que puedan dominar este segmento”, recalca Rodríguez.
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Nuevos sabores y opciones de hard seltzer llegan al mercado colombiano de bebidas
En Colombia han entrado a competir empresas de bebidas que no necesariamente hacen parte de los líderes del mercado como Postobón o Coca Cola, que tienen el 86% del mercado. Una de ellas es Sommet Sparkling Water, emprendimiento de Ricardo Arbouin, quien vende aguas carbonatadas de diferentes sabores.
“Quería crear un producto alineado a los hábitos de consumo actuales del mercado, consumidores que buscan productos libres de ingredientes que hacen daño a la salud, como el azúcar o el sodio”, comenta Arbouin.
Ofrecen tres opciones de sabor, pepino y hierbabuena; mandarina y hierbabuena; y sandía. Aunque comenzaron en Bogotá, sus productos ya se consiguen en las principales ciudades del país e incluso han comenzado a exportar a Chile, Ecuador, Perú, México, Costa Rica y España.
Para Arbouin el crecimiento de su marca es de 368%, se muestra optimista en sus cifras, pues asegura que la preferencia por estas bebidas no parará ni en Colombia, ni en el mundo.
“La producción de bebidas diferentes a las gaseosas tradicionales puede ser un 25% más costoso porque los insumos deben ser naturales y esto es más caro. La clave será que se puedan ofrecer precios competitivos, por ahora sigue siendo más barata una gaseosa tradicional que un agua saborizada o una bebida sin azúcar”, recalca Rodríguez.
Para que la industria de bebidas en Colombia siga creciendo, a pesar de las regulaciones contra el azúcar y el sodio, la clave está en la innovación y en saber cambiar a las preferencias de las nuevas generaciones.
*Todas las cantidades en pesos en este texto se refieren a pesos colombianos.
