Con la cantidad de plástico que se consume y se utiliza al año en Colombia, podríamos llenar 116 veces uno de los estadios más grandes del mundo: el Estadio Azteca en Ciudad de México.
Los colombianos producen en promedio 1.4 millones de toneladas de plástico, de las cuales el 56% son empaques, botellas, envases y embalajes de todos los sectores productivos. De esa cifra de envases, botellas y empaques, el 40% —algo más de 313 mil 600 toneladas— se utiliza en la industria de alimentos y bebidas y llegan a las manos de los consumidores.
El pasado 7 de julio, el Congreso de Colombia aprobó la Ley 2232 de 2022, más conocida como la Ley de plásticos de un solo uso. Con ello, dio un paso importante para alinearse a los propósitos mundiales de reducir el impacto ambiental.
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Según Daniel Mitchel, presidente de la Asociación Colombiana de Industrias Plásticas de Colombia (Acoplásticos), la nueva legislación es una opción para promover la economía circular. Una vez completada, sacará del mercado a los 14 productos plásticos que tienen un corto tiempo de vida útil, de los cuales ocho están relacionados con la industria de alimentos.
La ley tiene dos vertientes que la industria de alimentos y bebidas debe atender. Por un lado, está la prohibición de algunos plásticos. Por el otro, establece metas y condiciones de reciclaje y promueve la economía circular para el plástico. También prohíbe la introducción en el mercado, comercialización y distribución de cualquier plástico que no ha sido concebido o diseñado para tener varios usos a lo largo de su ciclo de vida, independientemente del uso repetido que le otorgue el consumidor.
Principalmente se trata de productos hechos con polietileno, poliestireno y polipropileno, los cuales se utilizan para crear un vaso, plato o cubierto plástico, como los que se envían a los domicilios de los restaurantes. O las bolsas de los supermercados o en las que usted guarda las frutas y verduras que compra en un mercado.
“En la industria de bebidas y alimentos esta prohibición se centra en tres grandes categorías: bolsas plásticas de supermercados, empaques de frutas y verduras, pitillos (popotes) y mezcladores, además de cubiertos, vasos, platos, bowls y bandejas, entre otros”, señala Mitchel.
El directivo señala que en ese listado no están los empaques tradicionales de alimentos, ya que esos son parte de los programas que se promoverán para impulsar la economía circular a partir del uso de plásticos reciclados, elementos biodegradables y materiales no plásticos reutilizables.
“El objetivo es tener productos elaborados de materiales plásticos reciclados, que cuenten con una cadena de valor que permita su aprovechamiento y cumplan con las metas de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), misma que consiste en crear ciclos de economía circular y que cada empresa tenga un plan de gestión de residuos”, indica el presidente de Acoplásticos.
Estos son los materiales que la industria de alimentos y bebidas debe evitar
Actualmente, en Colombia, las empresas de alimentos y bebidas que quieran seguir utilizando plástico pueden apostar por cumplir con alguna de las dos grandes metas impuestas por el gobierno para no ser sancionadas.
La primera es el Programa Acción 100, que busca recuperar y aprovechar, al menos, el 100% del plástico en el mercado de un mismo producto. La segunda es el Programa Acción 110, que busca recuperar y aprovechar el 50% del plástico puesto en el mercado de un mismo producto, pero con el compromiso de recuperar el 110% de plásticos de un solo uso que la misma empresa pone en el mercado.
Es decir, si una empresa utiliza mil toneladas de plástico de un solo uso, debe recuperar mil cien toneladas de ese producto para reciclaje.
Esto se suma a las metas que desde 2018, les impusieron a las empresas de la industria de bebidas. Las botellas PET (tereftalato polietileno) de agua potable tratada para el 2025 deberán tener mínimo 50% de la materia prima reciclada y para el año 2030 sube al 90%.
A su vez, las botellas PET que contengan otro tipo de bebidas deberán fabricarse con materia prima reciclada postconsumo nacional o postindustrial derivada de procesos productivos propios, con los siguientes porcentajes mínimos: 20% al año 2025, 30% al año 2030, 40% al año 2035 y 60% al año 2040.
En estas metas de aprovechamiento de reciclaje también están incluidos envases de yogures, empaques de snacks y todo tipo de productos que sirvan para contener alimentos.
Los materiales que se utilicen deben haber pasado por el ciclo de reciclaje que crean los Planes de Gestión de Residuos. Además, la ley establece que la biodegradación de los productos plásticos en condiciones ambientales naturales o de compostaje en condiciones ambientales naturales deberá ser como mínimo del 50% en tres años, y del 85% en cuatro años, contados a partir de la disposición final del producto en condiciones ambientales naturales.
A su vez, estos envases, empaques o botellas no pueden contener sustancias de interés en su composición como zinc, cobre, níquel, cadmio, plomo, mercurio, cromo, arsénico o cobalto.
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Sanciones y fechas clave para no olvidar
“Aún falta ajustar la reglamentación para las sanciones. Por el momento, lo que dice la ley es que quienes no cumplan se les aplicarán sanciones desde 100 hasta 50 mil salarios mínimos —es decir, hasta 50 mil millones de pesos*—, el decomiso de productos y la clausura de establecimientos”, explica Mitchel.
La eliminación del mercado de los primeros productos de plásticos de un solo uso arrancará en 2024, primero los desechables y etiquetas pagables para frutas y verduras, y en 2030, deberán ser sustituidos el resto de los productos.
Los sectores que se verán impactados son restaurantes, supermercados, cafeterías y empresas de delivery. Una oportunidad para las empresas que no solo han creado empaques biodegradables y ambientalmente amigables, sino que ofrecen soluciones que aporten también al diseño y a la experiencia del consumidor.
*Todas las cantidades en pesos en este texto se refieren a pesos colombianos.
