La industria de alimentos y bebidas es siempre señalada como uno de los más grandes consumidores de agua del planeta. Se hace especial énfasis en los productores de bebidas. Por ejemplo, hay quienes acusan que se necesitan entre tres y cinco litros de agua para producir un litro de cerveza. Visto así, el despropósito es enorme. Sin embargo, algunas compañías también se preocupan de verdad por regresar el líquido que utilizan. Dos de los productores de bebidas más grandes del mundo, Coca-Cola y Heineken, nos comparten sus acciones en nuestro país para preservar el agua.
Heineken quiere hacer más cerveza con menos agua
La dueña de marcas de cerveza como Tecate, Sol, Indio, Amstel Ultra y Bohemia es una de las principales señaladas a la hora de poner en la mesa el consumo de agua. “Dentro de nuestras acciones prioritarias en el tema del agua está cómo hacer más cerveza con menos agua”, responde Elena Montes de Oca, líder de Sustentabilidad y Economía Circular de Heineken México. La directiva asegura que la preservación del agua es una de las iniciativas de su estrategia de sustentabilidad llamada “Brindar un mundo mejor”.
La cervecera más grande de Europa se ha planteado metas muy específicas en el cuidado del agua para su operación en México. En su reporte de sustentabilidad 2021, el más reciente en hacerse público, Heineken se planteaba que para 2030 regresaría el 100% del agua extraída para elaborar sus cervezas y utilizar 2.6 litros de agua por litro de cerveza producida en áreas de estrés hídrico.
Entre los avances obtenidos, Elena Montes de Oca destaca que hoy el consumo promedio de agua en sus siete cervecerías en México es de 2.4 litros por cada litro de cerveza producido. ¿Eso es mucho? ¿Es poco? “El estándar de la industria cervecera mundial está entre 3 y 4 litros de agua por cada litro de cerveza”, señala.
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La directiva asegura que para alcanzar ese objetivo con tanta anticipación la empresa se preocupa por optimizar el consumo de agua en todo su proceso productivo y por instalar la mejor tecnología disponible para ello.
De las siete cervecerías mexicanas de Heineken, cinco se encuentran en zonas de alto estrés hídrico. Como podría sospecharse, una de ellas se encuentra en Monterrey. Las otras cuatro con severos retos son los centros de producción ubicados en Guadalajara, Toluca, Tecate y Meoqui.
Reducir la cantidad de agua utilizada, reusar el agua residual y compensar el agua que extraen se logra a través de proyectos que llaman de balanceo. “Como la reforestación que hacemos en Monterrey desde hace más de 10 años o los proyectos de conservación de suelos que hacemos en Tecate”, explica la líder de Sustentabilidad y Economía Circular de Heineken México.
De 2015 a 2022, la empresa invirtió más de 250 millones de pesos en su estrategia de reforestación. Los árboles no sólo dan sombra y oxígeno, también son una fuente de equilibrio del ecosistema, permiten retener la humedad en el suelo y filtrar más agua de lluvia.
En las cervecerías de Toluca y Guadalajara, en alianza con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Heineken realiza también cosecha de agua de lluvia para llevarla a los acuíferos a través de pozos de infiltración.
Montes de Oca destaca otra de sus iniciativas: Comunidades de Agua. Se trata de un proyecto en el que instalan captadores de agua de lluvia en centros de salud y escuelas. “La idea es que sean comunitarios y cumplen la función de proveer de agua potable a poblaciones que están bajo mayor vulnerabilidad hídrica”, complementa.
“Han sido grandes logros para nosotros. Vamos en un 60% de avance en nuestra meta 2030: regresar a la cuenca el 100% del agua extraída para elaborar nuestras cervezas”, concluye la líder de Sustentabilidad y Economía Circular de Heineken México.
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Coca-Cola México busca restaurar ecosistemas
Sí hablamos de señalados por su consumo exhaustivo de agua, aquí el villano favorito: The Coca-Cola Company. La Industria Mexicana de Coca-Cola y sus ocho embotelladores también se han planteado metas hídricas. De consumir 1.72 litros de agua para la elaboración de cada litro de sus bebidas en 2016, para 2022 lograron disminuir a 1.46 litros. Para 2025, esperan reducir el consumo de agua a 1.41 litros por cada litro de bebida de su portafolio.
También se han planteado que para 2030 devolverán a la naturaleza al menos el 100% del agua utilizada en la elaboración de sus productos.
En noviembre del año pasado, la empresa anunció la inversión de 87 millones de pesos para el desarrollo de proyectos enfocados en promover un mejor aprovechamiento del agua en zonas de alto estrés hídrico en el país.
Una de esas iniciativas se lleva a cabo en Alianza con Toroto, una empresa que diseña e implementa soluciones medioambientales, basadas en la misma naturaleza, para comunidades, organizaciones y compañías.
“Junto a Coca-Cola estamos desarrollando proyectos muy ambiciosos de restauración de ecosistemas para que puedan infiltrar agua”, explica Luis Ortega, Key Account manager de Toroto.
Para que el agua de lluvia no se desperdicie por evaporación, lo ideal es que ésta se filtre hacia los mantos acuíferos, de donde después la obtenemos para tener agua en nuestros hogares y negocios. Toroto trabaja junto Coca-Cola en la restauración de dos ecosistemas para que puedan volver a tener la gran capacidad de infiltrar agua que en algún momento tuvieron: el acuífero de Alto Atoyac, en Tlaxcala, y el acuífero de Valle de Banderas en Nayarit.
Esto se logra, por ejemplo, a través de la conservación de los suelos (controlar la erosión), de restaurar la cobertura vegetal, reforestaciones con especies nativas, y la implementación de zanjas de infiltración y rehabilitación de cuerpos de agua.
“Son proyectos que además generan oportunidades laborales para muchas personas. Involucramos a las comunidades en el desarrollo de estos proyectos”, agrega Luis Ortega.
En el acuífero de Valle de Banderas en Nayarit, específicamente, implementan técnicas de restauración enfocadas en ganadería sustentable, como el plan de rotación de potreros y la implementación de cercos vivos (árboles y plantas) para retener al ganado, el llamado silvopastoreo. “Es un portafolio amplio de soluciones amplias basadas en la naturaleza y que se adaptan a los contextos locales. Los problemas hídricos deben de abordarse desde un punto de vista local”, complementa el gerente de Toroto.
Además de lo anterior, Coca-Cola México cuenta con otras iniciativas de preservación de agua: instalar sistemas de captación de lluvia en 111 escuelas de todo el país (con una inversión de 35 millones de pesos) y la construcción de cuatro humedales en comunidades en el Estado de México, Baja California, Jalisco y Quintana Roo.
