Las modificaciones a la norma de etiquetado han mantenido ocupada a la industria de alimentos y bebidas durante casi dos años. Ahora se encuentran en una etapa crucial.
El objetivo de las autoridades es sancionar a las empresas que no cumplan con la NOM-051. Por su parte, la preocupación de la industria es que las verificaciones, por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), no resulten en malas interpretaciones que generen multas arbitrarias.
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El pasado 9 de julio, la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) sostuvo una reunión con la Dirección General de Normas (DGN), Profeco y Cofepris. Este encuentro fue motivado por la implementación de la norma sobre etiquetado.
Carla Suárez, presidenta de la Comisión de Alimentos, Bebidas y Tabaco de la Concamin, nos comparte los resultados y efectos a futuro de estas pláticas.
Los retos de la NOM-051 al parecer no cesan. ¿Cuáles fueron los temas centrales que se trataron en la reunión que sostuvieron con la DGN y Profeco (de la Secretaría de Economía), y Cofepris (de la Secretaría de Salud)?
Fue una reunión histórica. No habíamos tenido en el recinto de Concamin juntos a estos tres organismos tan importantes para nuestra industria. La intención fue que nos compartieran los trabajos para la implementación de la NOM-051 y los retos de la verificación del lado del sector gobierno, pero sobre todo, emitir los criterios sobre las disposiciones que requerían una interpretación adecuada.
Todo este cambio parece sencillo, pero se nos atravesó la pandemia. Hubo retrasos en la implementaciones, pero había que cumplir con lo establecido. También hicimos una reflexión de los retos que habíamos enfrentado gobierno, industria y comercializadores.
¿Qué tanto inquietan al sector empresarial las verificaciones y sanciones que Profeco y Cofepris realizan?
Nos comentaron que la Cofepris, la DGN y Profeco habían tenido nueve reuniones con la finalidad de unificar los criterios de interpretación respecto a la norma. Este era uno de los retos que nosotros, como industria regulada, veíamos más complicado porque una cosa es que tengas la norma por escrito y otra la interpretación de cada una de las dependencias.
Nos dicen que ya definieron líneas de acción para asegurar la correcta implementación y que entre ellos intercambian información de los resultados de las verificaciones que han estado haciendo para poder calibrar los criterios de estas tres dependencias. Nuestra preocupación era justo esa, que estos criterios no estuvieran bien calibrados y creo que ellos han respondido bien en ese sentido.
¿A qué acuerdos llegaron con estas dependencias? ¿A qué se comprometieron con ustedes?
Nos compartieron cinco líneas de acción para asegurar esto. La primera fue el Manual de Implementación de la NOM-051, que realizaron en conjunto Profeco y Cofepris, el cual también está dirigido a las empresas, pero sobre todo a las unidades de inspecciones acreditadas y aprobadas. En este momento el manual está en proceso de difusión. La segunda línea de acción es una guía para los productores. Esta todavía no la entregan, pero ya empezaron a difundirla, nos han compartido presentaciones con todos los detalles. La tercera es que en las próximas siete semanas se tendrán sesiones técnicas virtuales con las empresas para presentar la guía y responder todas sus preguntas con el máximo detalle posible.
Otra de las medidas que nos transmitieron es que han impartido capacitación para las unidades de verificación y, finalmente, vendrá la comunicación hacia los consumidores. Pero ahora estamos en la etapa de las sesiones técnicas con el sector privado. Han dividido el país en cuatro regiones porque la idea es llegar a todos, incluyendo a las micro y pequeñas empresas que a lo mejor tiene menos acceso a las organizaciones industriales.
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¿Cuál es el ánimo de los empresarios del sector alimentos y bebidas respecto a estos cambios y a las verificaciones que vienen?
Esto desgraciadamente coincidió con la pandemia y el efecto en la industria se multiplicó; sin embargo, la prioridad fue cuidar a nuestros empleados y privilegiar el suministro de los productos en el punto de venta. Imagínense: los gastos de los cambios de empaque se juntaron con los gastos de prevención del COVID-19 y con el gasto de los empleados vulnerables que tuvieron que quedarse en casa. Entonces los empresarios tuvieron que moverse en varias pistas para salir adelante. Hoy tenemos que ver hacia adelante. Hoy tenemos una mejor interlocución con las autoridades, hemos podido avanzar y tenemos todo el ánimo del cumplimiento a estos cambios en la norma. Sabemos que existirán algunas situaciones de descalibración en la implementación porque el país es muy grande y diverso, pero sabemos que está la apertura de las autoridades para corregir esas situaciones. Es nuestra voluntad de cumplimiento, tenemos ese compromiso, no habrá un tema de intransigencia de nuestra parte. Hay confianza por parte de la autoridad en que los empresarios vamos a cumplir.
¿Qué hay de los amparos que Concamin interpuso en relación con la NOM-051? ¿Ya no está en sus planes recurrir a medidas legales de este tipo?
En su momento no estábamos conformes con el proceso, con algunos contenidos y se hizo uso de estos instrumentos que nos ofrece la ley; sin embargo, yo esperaría que en adelante no sea necesario. Se construyó este canal de comunicación y esperaría que hacia adelante el de los amparos ya no sea un tema.
¿Cuál es la posición de Concamin respecto de la posibilidad de nuevos lineamientos en la NOM-051 dirigidos a regular incluso la presencia de los productos con sellos en los anaqueles de las tiendas y autoservicios?
Entendemos el objetivo de la autoridad de querer complementar de alguna manera lo ya establecido en la norma, pero estamos convencidos que ese no es el camino. Esto no tiene nada que ver con la NOM-051, pero creemos que las prohibiciones no son la respuesta. Consideramos que debemos ser más creativos en buscar esta complementariedad y seguir trabajando juntos para ofrecer lo mejor al consumidor.
¿El sector de alimentos y bebidas en México está listo para afrontar las verificaciones y posibles sanciones?
El compromiso de la industria es total. Estamos pensando siempre en el consumidor, en que nuestros productos estén completos en cuanto a la información para su toma de decisiones. Estamos listos para enfrentar las verificaciones. Todos sabemos que vamos avanzando en función de los aprendizajes. Esto es algo nuevo para todos.