Desde hace 13 días entró en vigor, en Colombia, el impuesto saludable para algunos alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. La medida ha suscitado polémica y discusiones, porque encarecerá algunos productos y se suma a la legislación existente. ¿Qué tanto lesionará el consumo este impuesto progresivo y a qué sectores perjudicará más? Aquí te contamos todo.
En un recorrido realizado por Goula, el fin de semana pasado, y tras visitar 10 tiendas —seis en Bogotá y cuatro en Cali— para conocer la opinión de comerciantes y clientes, nos encontramos con escepticismo respecto del funcionamiento del impacto del impuesto saludable. En general se considera que no será de gran ayuda para mejorar la salud pública y sí afectará el poder adquisitivo y los bolsillos de los consumidores.
El 100% de los tenderos consultados advirtieron que ya incrementaron los precios de varios productos, principalmente de gaseosas y jugos, además de botanas, quesos, yogures y productos de pastelería.
Javier Galindo, Director Ejecutivo de la Federación Colombiana de Tenderos y Pequeños Comercios (Fecoltiendas), señala que su gremio será el más golpeado por el impuesto. Argumentan que deben modificar los precios de su inventario, reducir el número de pedidos para abastecerse y que no pueden jugar con promociones que les permitan ser competitivos.
“No tener precios estables aleja a los clientes, porque sienten que no se está siendo honesto con las cifras y que es una decisión de libre albedrío. La realidad es otra, porque no hay forma de sostener los precios de un mes a otro, tanto por la inflación como por los nuevos impuestos del gobierno”, agrega Galindo.
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El impuesto saludable ya redujo el consumo de gaseosas, botanas y pastelería en 10%
Tanto en Cali como en Bogotá los tenderos explicaron que en los últimos dos fines de semana sus ventas disminuyeron 10%, principalmente en gaseosas, pastelería y botanas. Según indicaron, sus clientes les han hecho saber que ya no podrán seguir comprando con alta frecuencia algunos productos como bebidas gaseosas, jugos o té, que son altamente consumidos en almuerzos y cenas.
Agregan que los consumidores ahora optan por elegir presentaciones con menos producto. Si antes compraban una gaseosa de dos litros, hoy llevan una de 1.5 litros.
Este impuesto surgió con la aprobación de la Reforma Tributaria en diciembre de 2022, como un mecanismo para fortalecer la Ley de Comida Chatarra. ¿De qué se trata? Es un tributo para gravar los alimentos con alto índice calórico, que a juicio de las autoridades de salud, son los que mayores problemas metabólicos acarrean.
¿Cómo funciona? Por el lado de los alimentos ultraprocesados, en 2023 la tarifa será del 10% sobre el valor de la venta o pago por importación. En 2024 sube al 15% y para 2025 será del 20% para cualquier producto que tenga un alto contenido de azúcares añadidos, sodio o grasas saturadas.
A esto se suma que la gran mayoría de estos alimentos con este impuesto también se vieron afectados por la Ley de Etiquetado Frontal creado con la Ley de Comida Chatarra, que exige poner en los empaques los avisos de alto en grasas saturadas, azúcares añadidos, sodio o que contienen edulcorantes. Lo que generó ya, un incrementó en sus costos de producción.
En el caso de las bebidas, el impuesto saludable estará directamente relacionado con la cantidad de azúcar añadida por cada 100 mililitros. Por ejemplo, una bebida que contenga más de seis gramos de azúcar tendrá un impuesto de 18 pesos* en 2023, 28 pesos en 2024 y 38 pesos en 2025. Cifra que se sumará al valor final de la factura de venta.
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¿Cómo funciona el impuesto saludable?
María Rodríguez, directora de Gestión de Impuestos de la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales), explica que un producto será gravado cuando sea “ultraprocesado industrialmente”, es decir que sea elaborado a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas.
“También están los alimentos a los que se les haya adicionado ingredientes como sal, azúcar o grasas”, agrega Rodríguez.
Algunos de los alimentos que pagarán más impuestos son: pastelillos, botanas, jamón, salchichas, embutidos, salsa de tomate, arepas, pizza, conservas, cereales listos, chocolates, mermeladas y empanadas. También están productos hechos con componentes naturales de la leche como quesos o helados, y productos de panadería, pastelería o galletería. El listado completo de productos comestibles puede consulltarse en la página 31 de la Ley 2277 de 2022.
En el caso de las bebidas que tendrán que pagar el impuesto son líquidos base de malta, té, refrescos, zumos y néctares de fruta, energizantes, gaseosas, aguas saborizadas y mezclas en polvo. El listado completo de bebidas se encuentra en la página 27 de la Ley 2277 de 2022.
A su vez, las bebidas azucaradas exentas son las fórmulas infantiles, medicamentos con incorporación de azúcares, suplementos nutricionales, soluciones de electrolitos y la leche.
Algunos de los productos que quedaron exentos del impuesto saludable son: el arequipe o dulce de leche, salchichón, mortadela, pan, obleas y bocadillo de guayaba.
“Aunque el impuesto busca desincentivar el consumo de ciertos alimentos, a fin de mejorar la salud de los colombianos, producirá el efecto contrario porque incrementará costos para pequeños productores y productores artesanales”, señala Thierry Ways, analista económico y gerente de La Parisienne, empresa líder del sector de carnes y charcutería.
Según el experto, el impuesto saludable está diseñado a las carreras. Da como ejemplo que un salchichón de tienda, que tienen menos carne que aditivos, quedó exento del tributo; mientras que un jamón serrano que solo tiene dos ingredientes naturales (carne y sal) será gravado, porque la norma aplica en el momento en que se supere la cantidad mínima.
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El impacto de la inflación y los costos de producción
En la Dirección de Impuestos y Aduanas (DIAN) sostienen que esta medida solo afectará a 21 productos —entre los que están quesos, gaseosas, jamones, salsa de tomate— de los 443 que componen la canasta básica y se utilizan para medir la inflación, que estiman, se verá impactada en un 0,21% para lo que resta del año con este impuesto saludable.
“Según estimaciones del Ministerio de Hacienda, el efecto sobre la inflación total en 2024 sería del 0,11% y del 0,12% para 2025”, señala María Rodríguez de la DIAN.
Una situación que para diferentes sectores no debe ser minimizada, sino analizada con lupa, pues el impuesto afectará directamente a los consumidores al ser cobrado en el precio final de la venta.
Desde la Asociación Nacional de Industriales de Colombia (ANDI) sostienen que, por ejemplo, a un fabricante de helados le podría incrementar hasta en 40% el precio que venían manejando. Para muchos no solo afecta el precio final, sino que va a generar costos adicionales en toda la cadena de producción porque a muchas materias primas también se les aplicará el impuesto saludable.
“Es una medida tan irracional. Si Europa hubiese aplicado un impuesto similar a sus productos insignia, no sería conocido por sus quesos, salamis, jamones, panes y chocolates”, agrega Ways.
Es más, para la ANDI los principales afectados son los pequeños tenderos y productores que tendrán menor margen de maniobra para adaptar sus productos a una línea más saludable. Lo mismo sucede con el consumidor de los estratos más bajos, a quienes golpea más duro la inflación.
Por otro lado, Carolina Piñeros, directora ejecutiva de Red PaPaz, señala que esta es una medida que ayudará a mejorar la salud pública, pues con ello, se pretende disminuir el alto consumo de sal, alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
“Nuestras mediciones estiman que algo más del 40% de la población tiene malos hábitos de alimentación, por lo que estas medidas son urgentes para mejorar los programas de alimentación y salud pública del país”, añade.
Desde la academia y el sector de la salud señalan que es un impuesto novedoso y ambicioso, sobre todo, si se compara con las medidas tomadas en otros países de la región como México. “El caso colombiano es el más avanzado a nivel regional”, dice el analista y economista chileno Guillermo Pareja.
*Todos las cantidades en pesos en este texto se refieren a pesos colombianos.