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¿México Necesita Bóvedas De Semillas Para Evitar La Extinción De Vegetales?

OPINIÓN

¿México necesita bóvedas de semillas para evitar la extinción de vegetales?

Por:

Carlos Labastida Villegas

Académico y funcionario universitario. Sus intereses profesionales han estado orientados desde 1977 a la fecha, al área de la alimentación, particularmente en el análisis de las políticas alimentarias. Ha ocupado diversos cargos en el ámbito de la investigación científica y en el área de las ciencias biológicas, químicas y de la salud en diversas entidades de la UNAM. Desde marzo de 2016 hasta septiembre de 2021 fue Coordinador del Programa Universitario de Alimentos de esa casa de estudios. Actualmente se desempeña como Secretario Particular de la Dirección de la Facultad de Química de la UNAM.




Nuestro columnista Carlos Labastida Villegas alerta sobre la necesidad de resguardar la biodiversidad fitogenética del país para asegurar la disponibilidad de alimento en el futuro.

La extinción de especies en el mundo, sobre todo vegetales, avanza a un ritmo preocupante. Diversos factores ponen en grave riesgo nuestros recursos alimentarios. Muchos están asociados al cambio climático, como sequías, inundaciones, incendios o heladas. También a otros relacionados con catástrofes naturales: sismos, tsunamis, plagas… Por otra parte, están los que se atribuyen al efecto nocivo de acciones causadas por el hombre: guerras, desastres nucleares, deforestación, degradación de los suelos o contaminación de los recursos hídricos.

Es necesario buscar alternativas para la salvaguarda y preservación de nuestros recursos fitogenéticos (nombre técnico para el material genético de origen vegetal) y zoogenéticos (para el de origen animal). Sobre todo, de aquellos que tienen relación directa con nuestra alimentación.

Para el caso específico de los recursos fitogenéticos, se han construido enormes bóvedas para resguardar semillas ante posibles catástrofes climáticas, guerras o eventos destructivos. La más reciente fue dada a conocer en junio del año pasado en Corea del Sur: el Centro y Bóveda de Semillas del Arboreto Nacional Baekdudaegan, uno de los dos centros más grandes en el mundo construidos con este propósito. El otro es el Banco Mundial de Semillas Svalbard, en Noruega. 

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Centro y Bóveda de Semillas del Arboreto Nacional Baekdudaegan

Está construida en un túnel en el interior de una montaña a 200 km al sureste de la ciudad de Seúl, en Corea del Sur. Resguarda cerca de 100,000 semillas pertenecientes a 4,751 plantas silvestres diferentes. El objetivo es preservarlas en caso de que se pierdan en sus entornos naturales por eventos catastróficos. La temperatura se mantiene a -20°C con un 40% de humedad. Está diseñada para resistir un terremoto hasta de 6.9 de magnitud o un ataque nuclear.

Banco Mundial de Semillas de Svalbard

Fue puesto en operación en 2008 en el remoto archipiélago Svalbard, en Noruega, a una distancia cercana a los 1,000 km del Polo Norte. Pretende ser un respaldo a los cerca de 1,400 bancos de semillas de todo el mundo en caso de que sus depósitos se perdieran. Es decir, provee una red de seguridad para el sistema internacional de conservación de recursos genéticos vegetales y contribuye al aseguramiento en el largo plazo de la máxima cantidad de diversidad genética de plantas de importancia para la humanidad.

Se estima que alberga por lo menos un tercio de las simientes de cultivos mundiales. Adecuadamente almacenadas y mantenidas a una temperatura de -18 grados Celsius, algunas serían viables durante mil años o más. Puede almacenar 4.5 millones de muestras. Cada una tiene un promedio de 500 semillas.

Para finales de 2019, el banco de semillas mantenía 992,032 duplicados de seguridad, depositadas por 78 bancos genéticos de diversas naciones del mundo, incluido nuestro país.

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Qué pasa en México

Aquí no existen y no se plantean realizar edificaciones como las señaladas. Sin embargo, desde hace muchos años, hay importantes esfuerzos en investigación fitogenética para el mejoramiento de semillas. Tal es el caso de la investigación que se realiza en el Centro de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

También hay bancos de germoplasma en diversas universidades y centros de investigación, como es el caso de la Universidad Autónoma Chapingo. Su Banco Nacional de Germoplasma Vegetal contiene una colección de semillas de especies silvestres y cultivadas para uso alimenticio, medicinal y combustible de México.

Tomemos en cuenta que el Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente, organismo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, ha identificado 17 países megadiversos en el mundo. Se trata, principalmente, de países tropicales que, sumados, poseen más del 70% de la biodiversidad planetaria, mientras que el conjunto de sus territorios sólo cubre el 10% de la superficie global. México está en ese grupo.

Dada la fragilidad de nuestros sistemas alimentarios ante diversos fenómenos naturales, catástrofes y la acción humana, es imperativo contar con una política alimentaria nacional, integral y coordinada al más alto nivel de gobierno en nuestro país que considere, entre sus principales objetivos, el resguardo y preservación de nuestra amplia biodiversidad vegetal para asegurar su permanencia en el futuro.

Urge promover el conocimiento del uso y conservación de nuestra diversidad fitogenética, especialmente la que está relacionada con la alimentación. Se debe apoyar a los centros de investigación y a las universidades para que sigan profundizando en ese campo, y dar la más amplia difusión al consumo de estos recursos alimentarios.

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