Trabajo como consultora en proyectos de innovación para marcas de alimentos y bebidas. Entre los retos para detonar procesos de innovación en las empresas, está alinear las expectativas entre los objetivos de negocio y el impacto que estas decisiones tienen a nivel ambiental, nutricional y social.
Para alinear esas expectativas, creamos una alianza entre Goula Awards (los reconocimientos a los proyectos conscientes y sustentables en la industria de alimentos y bebidas en México) y mi consultora, Kraut Food Studio. El 24 de mayo pasado organizamos juntos un workshop para las marcas que integran el ecosistema de innovación alimentaria de México. La idea fue trabajar en los retos a futuro de la industria, en cuatro rutas que consideramos de gran relevancia si se planean escenarios positivos: proteínas alternativas, alimentación funcional, modelos circulares y biodiversidad.
Reunimos a empresas como Walmart, Campo Vivo, Ingredion, Upfield, La Costeña, A de Coco, Sensient Food Colors y Vero Amore, por mencionar algunas de las 40 que participaron.
Esta sesión de creatividad inició con una presentación de inspiración donde revisamos productos y modelos de negocio que ya están en las cuatro rutas que mencioné.
Te puede interesar: Los desafíos de la industria alimentaria sostenible
El método ultra rápido para la innovación en la industria
Además de inspirar a los participantes sobre las tendencias y dinámicas del mercado, queríamos reforzar el pensamiento creativo para hallar oportunidades no evidentes. Se trató de combinar variables para originar ideas que incidieran en los retos propuestos. Estas variables incluían el tipo de consumidor al que se dirigen, las necesidades que plantean resolver, los modelos de negocio que podrían utilizar y la categoría de productos en la cual debían de trabajar. Cada equipo eligió una combinación diferente de variables y empezó el proceso creativo. Durante cuatro horas los participantes exploraron, debatieron, compartieron opiniones y seleccionaron conceptos que visualizaron a través de prototipos rápidos.
Un ejemplo: exploramos posibilidades para transitar hacia dietas basadas en proteínas vegetales o alternativas con miras a reducir la huella de carbono de la industria cárnica. Sabíamos que la categoría plant-based es de interés para varias industrias; sin embargo, este encuentro entre profesionales del sector nos permitió validar esa hipótesis. En efecto, varias marcas de cárnicos, snacks, lácteos y proveedores de ingredientes, ya están fortaleciendo sus portafolios en esta dirección.
Fue muy enriquecedor generar esta plataforma de encuentro, porque desde el workshop ya se empezaron a generar sinergias entre marcas para fortalecer la oferta de productos plant-based, no solo en los mercados emergentes, también en los mercados masivos de México.
También se trató el sistema de refill de salsas hechas con subproductos de las industrias de frutas y verduras. Se proyectaron máquinas expendedoras de comida mexicana a base de plantas para colocarlas en universidades, co-workings o empresas. Se idearon bebidas funcionales para mujeres en diferentes etapas del ciclo menstrual.
Una sesión de trabajo no es suficiente para llegar a un concepto de producto factible, deseable y viable. Sin embargo, sí lo fue para señalar los principales retos de la industria de alimentos y bebidas, plantear soluciones, y detonar sinergias entre los actores que componen el ecosistema de innovación alimentaria en México.