Abelino Cohetero, presidente del Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal A.C. (Comercam), es quien dirige los destinos del mezcal. Esto implica un reto cada vez más grande porque el auge de esta bebida a principios de este siglo alcanzó crecimientos de 30% anuales. Tal alza fue impulsada por una moda de consumo entre estratos económicos medios y altos.
El dirigente llegó a la presidencia del organismo regulador luego de una disputa que involucró al entonces presidente, Hipócrates Nolasco, y a otros interesados en la dirigencia. Tras protestas y enfrentamientos que incluyeron un saqueo a las oficinas del Consejo, en julio de 2021, la Secretaría de Economía reconoció de manera oficial el liderazgo de Cohetero en Comercam.
La producción de mezcal durante 2021 fue de 8 millones 100 mil litros, un incremento de 50% en relación al año anterior (aunque la base de comparación es 2020 y la pandemia). Aún así fue un buen año para el mezcal. Oaxaca es el principal estado productor con el 85%. El mercado número uno es Estados Unidos: 80% de las exportaciones son para ese mercado. La gran explosión de esta bebida espirituosa está aún por llegar. Esa es la misión: unir al sector, terminar por conquistar a todos los mexicanos y llegar a las grandes capitales del mundo.
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¿Por qué era necesario “darle un nuevo rostro y una nueva historia” al Comercam, como se lee en su nueva página de internet?
Por el desgaste de mi antecesor. En el 2012, cuando a él se le dió la oportunidad de estar al frente del Consejo, era un cambio necesario. Yo fui parte de ese cambio. Siempre estuve presente, en la parte operativa y de toma decisión. Sin embargo, los liderazgos se desgastan. A veces los líderes no admiten cuando su ciclo termina. La mayoría de los socios estaban muy inconformes por el tema de la represión con base en los servicios que prestaba el Consejo Regulador. Por eso quise ser un parteaguas en ese sentido. Es necesario mostrar otro rostro, pero también al interior de la misma organización para que no vuelva a ocurrir que el protagonismo no sea para el propio mezcal y para quienes trabajan en él día a día.
¿Cuáles eran los errores o faltas más graves que se cometían?
La imparcialidad y la represión. Es algo que yo nunca haría ni permitiría en esta nueva administración.
¿Se les reprimía a los productores? ¿Cómo?
Sí. Cuando algún socio decía algo en contra de la administración pasada, lo reprimían bloqueando su certificado.
¿Qué ofrece el nuevo Comercam a los productores, sobre todo a los pequeños productores artesanales de mezcal?
Darles la oportunidad de obtener su certificación con cuotas mínimas o incluso hasta exentas en algunos casos. Queremos romper ese círculo vicioso que por muchos años ha subsistido en el sentido que les dices: “Oye, ¿por qué no te certificas?”. “Porque no tengo recursos”. “¿Y por qué no tienes recursos?”. “Pues porque no vendo porque no estoy certificado”. El Comercam es una asociación civil sin fines de lucro. El Consejo Regulador tiene que cobrar cuotas de recuperación para garantizar su operatividad. Las cuotas que pagan los que van más adelantados en el tema comercial sirven para ir jalando a la base, al eslabón primario que es el más vulnerable. Ese es uno de los principales retos.
Al ser los pequeños productores una de sus prioridades, ¿qué más pueden hacer por ellos?
Les damos seguimiento con la certificación y la asesoría técnica en sus procesos. También en otras áreas que no están relacionadas con el Consejo, como los trámites ante el SAT, comercialización, diseño y marketing. La idea es irlos jalando poco a poco.
¿Cuál es el estado de salud del mercado mezcalero? ¿Ya regresamos a las tasas de crecimiento anuales de hasta 30% que se venían registrando hasta 2019?
Sí. En 2021, en el tema nacional hubo un crecimiento de más de 50%. Claro, porque lo comparamos con 2020, que fue muy complicado. Pero aún si quitamos la parte de la pandemia, el crecimiento real es de un 20%. Este año es clave. En el primer trimestre de 2022 ya estamos rebasando lo que movimos en el primer trimestre de 2021. Entonces, al final del año sí vamos a alcanzar ese crecimiento de 30%. El boom del mezcal continua y va en crecimiento.
¿Cuál es la ruta que debe seguir el mezcal para ese crecimiento? ¿Tomará el mismo camino que el tequila, con la incursión de grandes capitales nacionales y extranjeros, o deberá mantenerse en las manos de los pueblos originarios productores de mezcal?
Yo creo que tampoco hay que buscar los dos extremos. Hay que buscar un punto de equilibrio. Sin duda, se requiere inversión de otras empresas nacionales o transnacionales. Sin duda, se requiere la mano de obra de los transformadores y de los que dieron origen a todo esto, que son los pequeños productores. Hay que buscar un punto de equilibrio donde no haya abusos de las dos partes. No podemos igualarnos con el tequila, ellos tienen sus diferenciadores, su mercado y su propia identidad. El mezcal puede llegar a ser un producto premium artesanal que dé economía a sus pueblos. Esa es la ruta: crecer de manera ordenada, en un ambiente de sustentabilidad, en una cadena de valor donde todos ganen.
¿Mantener la esencia artesanal del mezcal es compatible con la posibilidad de llegar a las grandes capitales del mundo?
Estoy convencido. Esto depende de que se lleve a buen puerto el tema estratégico que traemos en el sentido de apoyar al eslabón primario. Sin duda, podemos llegar a grandes mercados y cumplir esas expectativas del mercado que hoy por hoy los números nos indican que van en franco crecimiento.
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En 2019, las importaciones estadounidenses de mezcal aumentaron más de un 50%. Superaron incluso el consumo en nuestro país. ¿Cuál es el estatus de las exportaciones para este año?
El año pasado rebasamos nuestra cifra de exportaciones en 7.2% con respecto al año anterior, es decir, en el 2021 se exportaron 5.1 millones de litros de mezcal, un crecimiento de 7.2% respecto a 2020. Y eso considerando que veníamos con todo el tema de la pandemia. De los 8 millones de litros que se produjeron el año pasado, 5.1 millones fueron para el mercado de exportación. El mezcal se exporta más que el que se mueve en el mercado nacional. Pero, sin duda, Estados Unidos es nuestro mercado más importante.
¿Qué otro mercado internacional es el ideal para hacerle llegar mezcal?
Así como va la tendencia, yo creo que sería Europa porque comparten mucho el sentir y la importancia que tiene una bebida artesanal como el mezcal. El icono de las denominaciones de origen es Europa y allá están más acostumbrados a este mercado.
El tema de incrementar el consumo en México parece ser un reto. ¿Qué le falta al mezcal para conquistar a consumidores de todos los estratos sociales?
Es cierto que las principales zonas que consumen mezcal es la Ciudad de México y su área metropolitana, Guadalajara y Cancún, por las zonas turísticas. Nuestros consumidores son jóvenes entre 25 y 35 años con poder adquisitivo. El consumo de mezcal es una combinación entre moda y reconocimiento de esta bebida originaria de México. Hay que trabajar en dos vías: promoción y educación. Aún hay gente en el mismo estado de Oaxaca que no conoce las diferencias entre el mezcal y el tequila. Nos falta comunicar, promocionar lo que hay detrás de una botella de mezcal.
¿Qué hace el Comercam al respecto?
Estamos elaborando un plan para promocionar la categoría no sólo en México sino en Estados Unidos. Organizaremos ferias y eventos. Retomaremos la parte de embajadores del mezcal en el extranjero: chefs, periodistas, bartenders, comercializadores, dueños de restaurantes… que son los que nos ayudan de alguna manera comunicar y educar a los consumidores.
Algunas especies de agave endémicas se encuentran amenazadas por la sobreexplotación a raíz del auge del mezcal. ¿El Comercam ha realizado alguna acción tendiente a proteger su materia prima?
Estamos retomando y mejorando el reglamento que establece que todos los productores o marcas que tengan en su etiqueta “maguey silvestre”, tienen que regresar el doble de plantas que ocuparon para su producción. Ese es una de nuestras líneas estratégicas: debemos fortalecer el laboratorio de germoplasma que nos ayuda a cuidar la calidad de la semilla para garantizar el material vegetativo y que no haya pretextos. En cuanto a maguey silvestre, digamos que estamos en foquitos amarillos, pero todavía estamos a tiempo para actuar. Pero el mezcal también se produce con otros magueyes, como el espadín, que se están cultivando de buena manera. La producción de mezcal no está en riesgo por falta de agaves.
Los productores de mezcal de estados como Morelos, Aguascalientes y Estado de México han buscado ser incluidos en la denominación de origen. ¿Qué razones hay para que se les niegue?
Lo digo como Abelino, como persona física: le corresponde al IMPI (Instituto Mexicano de Propiedad Industrial) determinar si les dan o no la denominación de origen. Hay mucho descontento de los estados y municipios que ya la tienen. No tanto por los estados que quieren sumarse o porque no lo merezcan, sino porque pierde seriedad la categoría mezcal cuando a cada rato se están agregando estados. La Denominación de Origen Mezcal está por cumplir 25 años, entonces ya debería haberse cerrado. Hay muchos intereses políticos y económicos. Yo no digo que no se lo merezcan, pero habría que analizar qué municipios en realidad cumplen con la materia prima y tienen ese arraigo en la producción.
¿Y como presidente del Comercam qué opinas al respecto?
El IMPI es el que tiene la última palabra. Si se agregan, yo no seré quien les niegue los servicios. El Consejo Regulador tiene que darle atención a todos los que están dentro de las zonas protegidas por la denominación de origen.
¿Están listas las 500 marcas de mezcal existentes para que siga el boom de la categoría? ¿Hay capacidad de producción para crecer mucho más?
Sí. Veo un buen futuro, en cuanto estemos trabajando de manera coordinada y que tengamos claros los objetivos. Y todos, productores y marcas, coincidimos en muchos: en que tenemos que crecer, que debemos ser responsable en la parte de la sustentabilidad y que todos en la cadena de valor deben ganar. El Consejo Regulador será un aliado para que la categoría cumpla con la demanda de mezcal que demanda el extranjero y el mercado nacional.
