El reporte “Industria de Bebidas Alcohólicas en México 2021”, de la firma Seale & Associates, sitúa a tequila y mezcal como las bebidas espirituosas más vendidas con 38.6% de este mercado, un poco arriba del whisky (35.7%) y muy por encima del resto, como vodka, brandy, coñac y ron.
Además de consolidarse como los destilados más importantes en el país, los reyes del agave observan con satisfacción cómo sus ventas y el gusto por ellos no paran de crecer en el mundo, sobre todo en Estados Unidos. De acuerdo con datos proporcionados por el Consejo Regulador del Tequila, las exportaciones de tequila a EU en 2010 fueron de 117,593,154 litros y para 2020 esta cifra llegó a los 254,293,434 litros, un incremento de 216%. El amor de los vecinos del norte por el tequila no parece tener fecha de caducidad y los ha llevado a ser los mayores consumidores de esta bebida en el mundo.
En cuanto al mezcal, su comercialización en el mercado estadounidense ha crecido a buen ritmo en los últimos años: según la firma IWSR, empresa analista del mercado de bebidas alcohólicas, la categoría general de mezcal en EU creció 14% en 2020 y se proyecta que este dinamismo continúe, en especial su segmento premium con un precio mayor a 30 dólares por botella.
Sin embargo, IWSR advierte en uno de sus análisis que, si bien el tequila y el mezcal dominan, el agave no sólo crece en nuestro territorio. De hecho, no hay nada que impida que se produzca licor de agave en otros países y regiones. “Algunos destiladores, tanto dentro como fuera de México, están lanzando bebidas que no están certificadas como mezcal u otra categoría de bebida espirituosa de agave, o que no se ajustan a ninguna de las definiciones establecidas”, señala.
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Australia y la ¿apropiación del agave?
En abril de este año, la empresa australiana Top Shelf International (TSI) presentó “The new Australian spirit”, su proyecto para crear y posicionar un destilado de agave hecho con plantas cultivadas en ese país, cuyo destino sería el mercado interno y el estadounidense.
La empresa de bebidas alcohólicas con sede en Melbourne no ha tenido empacho en decir que van por el mercado del tequila. “Nuestra granja Eden Lassie tiene el tamaño necesario para respaldar y llevar una categoría y marca premium de bebidas espirituosas de agave australiano a escala internacional. El tamaño de la finca y la capacidad de producción colocarán a TSI entre los 25 principales productores de licor de agave/tequila del mundo”, se lee en la presentación del proyecto.
“Esta empresa australiana es muy buena al vender y generar marcas, pero no para crear bebidas. Se están metiendo con algo que no les pertenece, se están robando una identidad porque no hay agaves nativos de Australia. Lo que hicieron fue secuestrar una planta y la sembraron en su tierra para asegurarse materia prima”, critica Miguel Ángel López, director de la Asociación Pro Cultura de Mezcal.
Cristobal Mariscal, quien durante más de 15 años se desempeñó como director Jurídico y de Relaciones Institucionales de José Cuervo, señala que estas historias ya se han vivido, como cuando en Sudáfrica intentaron hacer algo similar. “Fue por allá del 2010 y el CRT logró, con el apoyo de las autoridades correspondientes, el reconocimiento de nuestra denominación de origen y se detuvo esa iniciativa. Habría que ver si en el caso de Australia tiene cabida este tipo de reclamaciones por parte de la industria tequilera mexicana”.
Para el director de la Asociación Pro Cultura de Mezcal no hay duda de que México debe hacer un llamado de atención ante la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés), entidad que protege las denominaciones de origen, respecto a este plan australiano. “Corresponde al estado mexicano hacer este reclamo a nivel internacional en representación de todas sus bebidas espirituosas unidas”, señala.
Por lo pronto, TSI ya hace cuentas alegres sobre la bebida que aún no tiene nombre ni fecha de lanzamiento: “Estamos construyendo lo que creemos que tiene el potencial de ser un negocio anual de $100 millones —de dólares australianos, unos 75.8 millones dólares estadounidenses—”.
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Ni tequila ni mezcal, es Ávila
Bacanora, raicilla, sotol, comiteco… En México existen muchos otros destilados de agave, algunos de ellos con tanta tradición e identidad, que incluso, tienen denominación de origen. No todo es tequila y mezcal, claro está.
“En el mundo existen alrededor de 240 especies de agave, de las cuales 75% son endémicas de México”, adelanta Miguel Ángel López, director de la Asociación Pro Cultura de Mezcal para explicar que por esta razón nuestro país es tierra fértil para que surjan nuevas bebidas alcohólicas de agave.
Uno de los intentos más recientes de comercialización fue el caso del refino, un destilado de agave producido en el estado de Morelos que, a pesar de mencionar que era la bebida favorita de Emiliano Zapata, no alcanzó popularidad.
Pero hay una nueva apuesta que ha llamado la atención. Se trata de Ávila, un destilado 100% de agave azul que no es tequila ni mezcal, pero dice estar entre lo mejor de los dos mundos. De hecho, este aguardiente que se produce en Morelos se denomina a sí mismo como una nueva categoría.
Revel Spirits, empresa con base en Los Ángeles, California, está detrás de esta iniciativa que busca generar furor y aceptación en el mejor mercado para las bebidas espirituosas mexicanas —que es, como ya lo indicamos, el estadounidense.
De acuerdo con un reportaje de Bloomberg Businessweek sobre Ávila, publicado en abril pasado, Revel Spirits espera recaudar 20 millones de dólares en inversión en los próximos meses, y van por todo en busca de popularidad: 60% de ese dinero se destinará a publicidad y marketing.
Por lo pronto, la empresa y su portafolio de productos han demostrado no ser unos improvisados porque van por el segmento de mercado premium que señala IWSR. Su destilado blanco es ofrecido por 55 dólares, el reposado en 75 dólares y el añejo tiene un precio de 150 dólares.
¿Ávila es competencia desleal del tequila o el mezcal? En realidad, mientras no busquen ostentarse como tequila, mezcal, bacanora o alguna otra de las bebidas espirituosas que tienen una denominación de origen que los protege, no lo es.
“Con ese nivel de inversión seguro están muy bien asesorados y no cometerán ese error”, dice el director de la Asociación Pro Cultura de Mezcal. “Les deseo suerte porque es complicado entrar a este mercado y porque son bienvenidos todos los que quieran invertir en el segmento porque eso hace crecer a México. Van a generar trabajo, ruido, promoción y con ello también impulsarán al tequila y al mezcal”.
Aunque Ávila es entonces solo otra de las opciones en destilados de agave que México puede ofrecer al mundo, para Cristóbal Mariscal, ex director Jurídico y de Relaciones Institucionales de José Cuervo, la industria tequilera y mezcalera sí deberían preocuparse por esta iniciativa.
“Pueden generar una confusión en el consumidor porque son productos que incluso se ostentan como 100% de agave. Habrá que generar una campaña de comunicación adecuada para que la gente distinga al mezcal y al tequila de esta bebida”, señala el exvicepresidente del Consejo Regulador del Tequila.
Invitamos al Consejo Regulador del Mezcal y al Consejo Regulador del Tequila (CRT) a opinar sobre estos emprendimientos, pero prefirieron no tocar el tema. En el caso de CRT porque considera que tanto Ávila como el proyecto de la empresa australiana Top Shelf International, son licores que se ubican en categorías no relacionadas con el tequila. Quizá el tiempo les dé la razón, quizá no haya de qué preocuparse y la buena salud en las ventas de los reyes del agave continúe a pesar de las bebidas que quieren hacerles competencia… Quizá.
