En octubre del año pasado, México registró su primer unicornio. Se trata de Kavak, la plataforma que facilita la compra-venta de autos usados. Le siguieron este año Bitso, fintech de intercambio de criptomonedas, y la firma de pagos digitales dirigida a pymes, Clip.
De acuerdo con la consultora Deloitte, el término “unicornio” designa a compañías que cumplen estos cuatro requisitos: 1) Empiezan como una startup (esto es, como un emprendimiento pequeño de pocas personas). 2) Tienen como propósito solucionar un problema o hacer más eficiente una situación. 3) Usan tecnología para transformar procesos. 4) En sus primeros años de vida alcanzan una valuación de mil millones de dólares.
Aunque las fintech suelen ser las empresas más adelantadas en el camino a convertirse en unicornios, la food tech también buscan destacar. En 2020, la inversión global en empresas que vinculan tecnología con agricultura y distintos procesos dentro de la industria de alimentos y bebidas alcanzó los 26.1 mil millones de dólares. Esto según el informe AgriFoodTech Investment Report de AgFunder. Además, representó un incremento de 15.5% en relación con el año anterior.
“El AgriFoodtech ya no es un sector de nicho, experimental y riesgoso”, señala el informe. En México existen jóvenes que desde hace tiempo lo saben y trabajan en reconfigurar el sector alimentario con la innovación como estandarte. Algunos cerca de las grandes ligas, otros no tan adelantados pero sí con mucho entusiasmo y con algunos millones dólares bajo el brazo.
La expansión de Jüsto
El primer supermercado 100% digital en nuestro país es el candidato a convertirse en el primer unicornio del sector alimentos y bebidas. Sin inversión en tiendas físicas ni en bienes raíces, la empresa se concentra en desarrollar su inteligencia de negocio y gestión de datos para ofrecer un servicio con “precios justos y calidad extraordinaria”, aseguran.
Fundado en 2019 por Ricardo Weder, quien dejó vacante el puesto de presidente global en Cabify para irrumpir en el retail. “Ricardo supo que había una gran oportunidad por el tamaño del sector y, sobre todo, porque los supermercados no habían pasado por una disrupción fuerte”, comenta Carlos Ranero, chief of Growth de Jüsto.
La empresa se empeñó en mejorar todo lo que, consideran, les hace falta trabajar a las tiendas, como entregar alimentos frescos y en buenas condiciones, asegurar tratos justos con sus proveedores y un empeño especial en el cuidado del medioambiente. Su capital semilla fue de 27 millones de dólares, aportado por Foundation Capital, Mountain Nazca, FEMSA Ventures, S7V, Bimbo Ventures, Sweet Capital y H2O Capital, entre otros inversionistas.
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La segunda ola de inversión llegó en febrero de este año, esta vez liderada por la firma General Atlantic que aportó 65 millones de dólares, lo que la convierte en la ronda de inversión serie A más grande de América Latina en la historia. Estos apoyos, y la aceptación de los consumidores, han apalancado su crecimiento.
“Del año pasado a éste hemos crecido 16 veces. Luego de iniciar operaciones en la CDMX y Querétaro, agregamos Guadalajara y, hace unos días, entramos a Puebla. Eso nos da una idea de lo buenos que han sido estos meses”, explica el chief of Growth de la empresa.
La meta de Jüsto es convertirse en el mercado favorito de Latinoamérica en 10 años. Mientras tanto, basan sus decisiones en la data para saber en qué ciudad o país está la siguiente gran oportunidad.
Sobre la prisa que hay entre la prensa mexicana de convertirlos en el próximo unicornio mexicano, Carlos Ranero opina: “Sí nos pasa por la cabeza, pero también creemos que el día que eso suceda sentiremos más presión. Lo que más nos ilusiona es la inspiración que podríamos provocar en otros emprendedores en México”.
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Parrot y su estrategia para gestionar restaurantes
Esta foodtech promete conectar a los restaurantes con el futuro. Parrot Software es un proveedor de soluciones para restaurantes basadas en la nube. La startup que fundaron David Villarreal y Roberto Cebrián en 2020 ofrece herramientas tecnológicas para gestionar cocinas, inventarios, pedidos, entregas, pagos e incluso reservaciones.
“Básicamente ofrecemos una solución todo en uno, en la que tanto la operación del restaurante como la administración están en el mismo sistema. Toda la información en un sólo lugar, lo que hace la operación mucho más sencilla y eficiente”, explica David Villareal.
En agosto del año pasado, la empresa entró a Y Combinator, considerada una de las mejores aceleradoras de negocios, ahí obtuvo sus primeros 150 mil dólares de inversión. Por esa misma aceleradora pasaron startups como Rappi y Airbnb. Después recibió 2.2 millones de dólares de otros inversionistas. La mayor parte de esa inversión se fue en el desarrollo de producto.
La empresa ya implementa sus servicios en más de 500 restaurantes en México, entre ellos cadenas como Cinnabon, Dairy Queen, Grupo Costeño y Grupo Pangea. La pandemia fue un factor determinante en este vertiginoso año, el cofundador de Parrot explica que pese a que los últimos meses han sido muy volátiles para la industria restaurantera, la emergencia sanitaria trajo problemas completamente nuevos porque antes los restaurantes tenían un punto de venta: sus mesas. Ahora, tienen que atender Ubereats, DiDi Food, Rappi y sus propios medios de contacto electrónico, además de que los menús tuvieron que volverse digitales. Y Parrot estuvo ahí para resolver muchas de esas necesidades.
La empresa se prepara para una nueva ronda de inversión con altas expectativas que prefieren no compartir, su objetivo es consolidarse como los líderes en México en cada una de las soluciones que ofrecen. Sobre convertirse en un unicornio, Villarreal sostiene que, por ahora, no es su deseo, “Tenemos que enfocarnos en objetivos correctos, el nuestro por ahora es empoderar a los restaurantes y ayudarlos a convertirse en su mejor versión a través de la tecnología. Si logramos eso, eventualmente vamos a llegar a esa meta y mucho más”.
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La apuesta de Heartbeast por los alimentos hechos con plantas
Se trata de una foodtech especializada en elaborar alimentos hechos de plantas con un foco especial en la innovación de alternativas lácteas. El emprendimiento nació hace cinco años en San Luis Potosí gracias a la iniciativa de Aldo González y su padre quienes identificaron la oportunidad de mercado en las alternativas vegetales de lácteos animales como leche y quesos.
“Buscamos que Heartbest sea todo un movimiento que trascienda a que más personas puedan adoptar una dieta a partir de plantas sin que sean necesariamente veganos”, explica Aldo González, CEO de la compañía.
Ofrece bebidas vegetales y distintas variedades de quesos hechos con amaranto y chícharo. Venden en su sitio web y en cerca de mil puntos de todo el país distribuidos en cadenas como Soriana, Chedrahui, Costco, Walmart, Fresco, Cornershop y Superama.
“Prácticamente abrimos la categoría de alimentos plant-base como una alternativa a los lácteos tradicionales. Lo que estamos haciendo, nadie lo está haciendo en México. No sólo hablamos de los chicharos, almendra, avena, amaranto, hablamos de una marca enfocada en el wellness”, agrega Luis Mejía, head of Strategy & Growth Operations en Heartbest.
Gracias a su primera ronda de inversión en marzo pasado recaudaron 2 millones de dólares del fondo especializado en alimentación Blue Horizon, que con ellos apostó por primera vez en América Latina. Con ello impulsan su infraestructura operacional y el desarrollo de nuevos productos.
“Con este impulso, incrementamos cinco veces nuestra capacidad de producción y esperamos escalarla tres veces más el próximo año”, dice el CEO.
Pese a que el objetivo de convertirse en unicornio es algo aún lejano, lo anhelan: “Tenemos la ambición de convertirnos en la foodtech mexicana más relevante a nivel global, lo primero es demostrar en cada etapa que esto funciona. Nuestro principal objetivo es que cada vez más personas se beneficien de una buena alimentación y si así llegamos a ser unicornio, nos sentiremos doblemente contentos”, concluye González.