Estas startups mexicanas han aterrizado conceptos que prometen hacer más sustentable la producción de nuestros alimentos. Crearon soluciones que ayudan a la recuperación del planeta. Microterra y Gexus utilizan plantas acuáticas para combatir los problemas ambientales y alimentarios que ya nos agobian.
Limpiar el agua y, de paso, crear mejores alimentos: Microterra
En esta startup lo tienen muy claro: la agricultura es la principal fuente de contaminación del agua. “El 70% del agua en el mundo es utilizada por agricultura”, explica Madeleine de Ville, head of Business Strategy de Microterra. El agua residual de los cultivos contiene exceso de nutrientes, un fenómeno denominado eutrofización, que termina por afectar lagos, ríos y mares. La eutrofización, nos comparte, lleva a la proliferación de plantas acuáticas que terminan por perjudicar, pues bloquean la luz solar, agotan el oxígeno y dañan la vida acuática. Se les denomina zonas muertas a estas extensiones de agua afectadas.
Dentro de este exceso de nutrientes, uno de los principales es el nitrógeno. “Nosotros utilizamos una lenteja de agua, llamada lemna, que tiene el poder natural de absorber ese nitrógeno”, comenta Madeleine de Ville.
Microterra trabaja con granjas de hidroponía ubicadas en Querétaro. Ahí tratan aguas residuales provenientes de invernaderos. “Ponemos la lemna y ésta crece de manera exponencial”. La lemna absorbe el exceso de nutrientes y el agua puede continuar su ciclo sin afectar los ecosistemas de presas, ríos y hasta océanos.
Aquí viene una parte aún más interesante de esta startup mexicana: la lemna también tiene el potencial de crear ingredientes sostenibles para industria de alimentos y bebidas.
“Tuvimos que pensar cómo hacer dinero con eso porque no somos una ONG, tenemos inversionistas. Luego de años de experimentos logramos extraer moduladores de sabor para la industria alimentaria”, explica la head of Business Strategy de Microterra.
Madeleine de Ville pone, por ejemplo, un helado. Su producto, señala, ayuda a que sea más cremoso, a que tarde más en descongelarse, a la reducción de azúcar y a que la experiencia organoléptica del consumidor sea más agradable.
“Nuestro modulador de sabor potencia el sabor del azúcar. Podemos disminuir el uso de azúcar en 20, 30 o 50%, depende del producto, que puede ser leche, gomitas…“, desarrolla de Ville.
Este ingrediente creado por Microterra también puede ayudar a disminuir el uso de sal en los alimentos y bebidas. “Estamos en el punto de explorar con varias empresas y entender exactamente dónde se encuentra nuestra fortaleza, en cuál funcionalidad podemos explotar más el producto”. agrega.
En Microterra están seguros de que pueden convertirse en toda una plataforma de ingredientes sostenibles para la industria alimentaria: saborizantes, colorantes, emulsificadores, texturizantes… Todo a partir de la lemna y su función purificadora de aguas residuales.
Se trata de una iniciativa en la que han creído inversionistas e instituciones. Microterra ha ganado concursos internacionales agtech (tecnología digital aplicada a la agricultura) y cleantech (tecnologías que priorizan la sustentabilidad) de instituciones con prestigio en estos rubros como National Geographic, Echoing Green y Columbia University. En 2021 participaron en el programa de aceleración IndieBio New York. El año pasado fueron la única startup mexicana seleccionada como Pionero Tecnológico por el Foro Económico Mundial. A principios de este año, Nestlé seleccionó a Microterra para explorar una potencial asociación.
“Estamos descubriendo cada día más oportunidades. Estamos muy cerca del punto de poder definir muy bien nuestros ingredientes y en qué productos podrán ser aprovechados”. El desarrollo de Microterra está mucho más adelantado de lo que suena. “Tenemos conversaciones concretas con empresas grandes para integrar nuestros ingredientes en sus productos. Esto no está a nivel laboratorio. Tenemos el potencial de escalar la producción por volumen. Tendremos noticias en las próximas semanas”, concluye con entusiasmo Madeleine de Ville.
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Gexus, microalgas para alimentar aves y nutrir cultivos
“Las microalgas fueron los primeros microorganismos en habitar el planeta hace más de 3 mil 500 millones de años y son las responsables del 70% del oxígeno que respiramos. La vida misma en el planeta depende de ellas”, comienza a entrar en contexto Daniel Garza, gerente de Innovación y Desarrollo de Productos de Gexus.
Además, las microalgas son seres vivos que pueden desarrollarse en cualquier tipo de clima. “Son omnipresentes”, subraya Garza. Dicha antigüedad y resiliencia ha sido motivo de estudios. “Se ha encontrado que las microalgas son ricas en antioxidantes, vitaminas, aminoácidos e incluso anticancerígenos, tienen todos los componentes que les permiten soportar casi cualquier condición”, expone.
Es por ello que las microalgas han sido fuente de múltiples desarrollos, desde alimentos hasta biocombustible. Daniel Garza estudió ingeniería en biotecnología en la Universidad Autónoma de Nuevo León. En 2018, obtuvo una beca que le permitió una estancia en Colombia, donde pudo colaborar en empresas que utilizaban microalgas para crear biofertilizantes y biodiesel. Ahí vio la oportunidad de traer parte de estos desarrollos a México.
El emprendedor decidió aprovechar todas las propiedades de las microalgas para la creación de bioestimulantes para cultivo y suplementos nutricionales avícolas. La problemática que ya enfrenta el campo con cada vez menos tierras cultivables y el incremento en la demanda de alimentos fue una de las razones de este enfoque. “Las microalgas nos ayudarán a combatir el hambre que viene debido al incremento de la población, la deforestación y el cambio climático”, confirma el ingeniero en biotecnología.
Su proyecto tomó forma en una incubadora de biotecnología del Parque Tecnológico Orión del Tec de Monterrey. Así nacieron los productos de la empresa. Cuentan por ejemplo con Fructus, que contribuye a acelerar el proceso de floración, y con Optimux, que impulsa la germinación y el sistema de defensa de las plantas, por mencionar algunos.
Gexus asegura que sus biosoluciones además aumentan la resistencia de los cultivos a condiciones climáticas adversas y reducen la necesidad de pesticidas y fertilizantes químicos.
Para el sector avícola ofrecen Avimaxi, un suplemento también con base en microalgas, que es fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos para las aves. Daniel Garza asegura que este desarrollo incluso mejora la calidad nutricional de los huevos de las gallinas al aumentar su contenido de ácidos grasos esenciales como el omega-3. Gexus cuenta con fotobiorreactores para la producción masiva de microalgas.
Ha sido complicado que los productores confíen en sus biosoluciones. “Son procesos largos para que el agricultor se adapte al uso de estas tecnologías y deje de implementar plaguicidas y otros químicos”, señala Garza. Pese a ello, ve un futuro promisorio para su empresa pues encontrar soluciones sostenibles para eficientar la producción de alimentos no será algo opcional en los próximos años.
El gerente de Innovación y Desarrollo de Productos de Gexus redondea que, siendo estrictos, en realidad no han descubierto el hilo negro. “Las microalgas son tan buenas porque son los ancestros de los mismos cultivos. Ellas tienen todos los nutrientes necesarios para subsistir”, dice. Lógica evolutiva que una startup mexicana quiere que la industria agropecuaria aproveche.
*Este texto fue originalmente publicado el 5 de diciembre de 2023.