Tras un boom inicial, en los últimos dos años ha disminuido el entusiasmo y consumo de los alimentos y bebidas plant based. ¿Qué ha ocurrido con ese mercado que en algún momento era pujante? ¿La tendencia estadounidense a la baja llegará a Latinoamérica, y cuándo? ¿Se detendrá su consumo? Los alimentos plant based tuvieron su auge, dos analistas del sector proponen las vías para que estos alimentos y bebidas vuelvan a crecer.
En septiembre de 2022, Deloitte anunció que, después de años de crecimiento (por lo menos desde 2019), el entusiasmo por las carnes plant based en Estados Unidos se estancó. Según sus mediciones, durante 2021 a 2022, la disposición de los consumidores para pagar un precio más alto por la carne hecha con proteína vegetal bajó 9%. Y el número de personas que consideraban la carne vegetal más saludable que la carne animal descendió 8%.
En febrero del año pasado, las acciones de Beyond Meat, la startup que encabeza al sector, cayeron más de 10%. Esto tras ofrecer una débil previsión de ventas. Meses después, las malas noticias siguieron. En octubre, el medio CNBC informó que Beyond Meat despediría al 19% de su fuerza laboral.
El 30 de enero de este año, el portal Bloomberg reveló que Impossible Foods, el otro gigante estadounidense creador de carne hecha con plantas, planeaba despedir al 20% de sus empleados. El reporte de Bloomberg atribuyó la decisión a la baja en la popularidad de los productos que imitan a la carne.
La consultora de inteligencia de mercado para el sector alimentos y bebidas, Innova Market Insights, advirtió en su Top Ten Trends for 2023, que el valor mundial de los productos sustitutos de carne muestra signos de desaceleración: -7% en una comparación entre 2018 y 2023.
Graciana Mendez, analista de la agencia de investigación e inteligencia de mercados globales Mintel; y Christine Lopes, analista de Innova Market Insights, nos comparten su visión sobre la industria de la proteína vegetal.
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Alimentos y bebidas plant based deben ser más económicos
Graciana Mendez, analista Regional Senior de Insights para América Latina en Mintel, interpreta estos tropiezos de las empresas plant based como un reflejo de lo que sucede con la economía global.
“Estas caídas se dan en un escenario de alza en los precios de los alimentos, lo cual lleva a los consumidores a cambiar su consumo y optar por proteínas más económicas”, comenta.
He aquí uno de los más grandes retos para las proteínas verdes. Graciana Méndez comparte con Goula que su estudio Mintel’s 2022 Global Consumer reveló que un tercio de los consumidores mexicanos (34%) dice que los alimentos/bebidas de origen vegetal deberían costar menos que los productos de origen animal.
“Creemos que, en los próximos años, los alimentos y las bebidas de origen vegetal
deben demostrar mejor relación calidad-precio”, analiza Méndez. Agrega que las empresas deberán esforzarse más en destacar el valor nutricional de sus alimentos para contribuir a que dejen de ser productos de nicho.
En Latinoamérica se han dado casos interesantes que buscan salvar el tema del precio. La empresa brasileña Tensei creó una línea de carnes para hamburguesas orgánicas veganas más baratas al incorporar granos de segunda categoría. La materia prima son garbanzos o frijoles “feos”. Esto es, que no tienen el tamaño o la simetría comercialmente aceptables. “O que salen incluso partidos y cuyo destino final sería la alimentación animal o la elaboración de fertilizantes”, agrega la analista de Mintel.
Otra de las alternativas para nuestra región, señala, es el lanzamiento de marcas propias de productos plant based que respondan al interés creciente del consumidor en América Latina por alternativas vegetales más asequibles.
Otro aspecto en el que deben mejorar los productores de alimentos de proteína vegetal es llegar a públicos que no han tomado en cuenta. Es cierto que los consumidores de 45 años o más crecieron en una época donde ni siquiera existía el término plant-based y la carne tenía un rol protagónico, sin embargo, están envejeciendo. Por este motivo, deben cuidar más de su salud y evitar o reducir su consumo de carne roja y carne procesada.
“Creemos que existe una oportunidad para conectar con estos consumidores a través de productos y comunicación que logren destacar los beneficios
nutricionales de manera clara y familiar para el consumidor, haciendo comparaciones con proteínas de origen animal que el consumidor ya conoce”, recomienda Méndez. Por ejemplo, un queso de origen vegetal podría destacar que tiene menos sal que un queso tradicional.
La analista considera que, aunque el consumo de alimentos de origen vegetal continúa siendo sólo ocasional, existen razones para pensar que hay un mercado por aprovechar. “Hemos visto un incremento en el número de personas que están reduciendo su consumo de carne”, argumenta. De acuerdo con datos de Mintel, en 2019, 27% de los consumidores mexicanos dijo que estaba limitando su consumo de carne todo o la mayor parte del tiempo. Para 2022 este porcentaje subió a 34%.
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Mejorar sabor y textura de alimentos plant based avivará el interés en ellos
Para Christine Lopes, Business Development Manager de la consultora Innova Market Insights, no es que el mercado mundial de alimentos plant based se esté desacelerando: “Más bien, como ya hay mercados más maduros, el crecimiento de la industria ya no es tan fuerte a cuando no había ninguna oferta en el mercado”. En este caso están Europa y Estados Unidos.
En cambio, en América Latina y Asía el mercado de estos alimentos sí crece a tasas de doble dígito: 55% y 85%, de acuerdo con datos de Innova Market Insights.
Christine Lopes explica que la tendencia plant based entre los consumidores de todo el mundo se ha mantenido, pero ha tomado tintes distintos a considerar. “Por ejemplo, la gente no está tanto en búsqueda de productos que repliquen un producto animal. Ya no quieren réplicas de carne para hamburguesas, albóndigas, leches…”.
Los consumidores interesados en los alimentos hechos con base en plantas están ávidos de nuevas propuestas en nuevos formatos y con sabores regionales. “El mercado se va a enfocar en tener mayor diversidad de su oferta”, apuntala Christine Lopes.
Innova Market Insights pone como ejemplo el caso de la línea de productos curry Holy Cow que se venden en India. A estas salsas plant based, libres de gluten y de azúcar añadida, basta agregarles vegetales (o incluso alguna carne para quien no tenga problema en ello) para preparar un típico guiso indio. Pero la innovación también puede surgir desde la esencia.
“Hace dos o tres años el chícharo era la proteína alternativa, pero hoy vemos cómo avanzan las investigaciones sobre el garbanzo o la lenteja. Eso permite hacer combinaciones que a nivel de perfil nutricional y de textura pueden mejorar los productos”.
La avena también será una de las bases proteicas en los próximos años, sobre todo en México. Al preguntar en cuál fuente de proteína vegetal estarían interesados, los consumidores brasileños y mexicanos respondieron a Innova Market Insights que la avena sería su opción número uno. En nuestro país, le siguen las nueces, las lentejas y la soya.
El combinar proteínas animales y vegetales es otra de las estrategias que las empresas no deben desdeñar. “En nuestras encuestas, el consumidor tiene mucho más interés por un producto que combina ambas proteínas a uno que sea únicamente animal o vegetal”, pone sobre la mesa la analista.
Uno de los puntos clave para los productos que imitan a la carne y para las nuevas propuestas es aún el tema del sabor. Que muchos productos no cumplan con las expectativas en cuanto a sabor y textura es la razón número uno por la que un consumidor no compraría alternativas alimenticias basadas en plantas, de acuerdo con datos de Innova Market Insights. El precio de estos productos es la razón número dos.
“Ante productos más caros, el consumidor que no es vegano o que no tiene dietas más estrictas se pregunta: ‘Por qué voy a pagar más por algo que además no me sabe bien’”. Los productores de alimentos plant based viven una carrera contra el tiempo en la que el costo y el gusto juegan un papel vital. “Aunque cada vez hay más jugadores, se ha democratizado la oferta y los precios están bajando”. Lopes asegura que, incluso en México, estamos por entrar a una etapa en que por primera vez será un poco más accesible comprar productos plant based que sus contrapartes de origen animal.
Pese a todos los retos, Christine Lopes ve mucho potencial en la proteína plant based y confía que será una de las grandes soluciones dentro del nuevo modelo alimentario global que requiere el planeta.