Innovar en Colombia no es fácil. Así lo reconoce Óscar Rincón, Director de Innovación de Alpina, una de las 10 empresas más grandes de Colombia en el sector de alimentos y bebidas. Rincón explica que a los colombianos les gusta probar, aunque no necesariamente se adaptan a los productos nuevos. Esto significa un reto para los productores de alimentos que, a su juicio, no deben quedarse sin proponer nuevas opciones.
Alpina fue reconocida este año como la empresa más innovadora del país, por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) y, según explica Rincón, el éxito ha sido que todos en la compañía tienen puesta la camiseta de la innovación.
Innovar en una compañía tradicional con cerca de 80 años de historia puede ser complejo, “pero no es imposible”, según Rincón, y añade: “Cuando la innovación se convierte en un valor arraigado en la compañía, es más fácil implementar cambios significativos.”
En Alpina invierten unos 110 mil millones de pesos* al año. Principalmente se destinan al desarrollo de nuevos productos, inversión en nuevas tecnologías, promoción de la cultura de innovación, capacitaciones y adquisiciones. Sin embargo, el 60% de este presupuesto es para lanzamientos: se realizan entre 15 y 20 al año.
Óscar Rincón platicó con Goula sobre nuevos alimentos y bebidas, los éxitos y fracasos de la compañía para la que trabaja y las estrategias que ha implementado y sí funcionaron.
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¿Qué tanto valoran los colombianos la innovación en el sector de la industria de alimentos y bebidas? ¿Se arriesgan a probar nuevas cosas o son muy clásicos?
A los colombianos les gusta probar y valoran que la industria de bebidas y alimentos ofrezca nuevos productos. Lo difícil es lograr que cambien un hábito de consumo después de probar. En Colombia somos dados a copiar lo que vemos en otros lugares y no somos. Es ahí en donde está el reto, porque el éxito de una innovación depende de todos, no sólo de una idea ganadora de producto sino de que todas las áreas de la compañía se sumen y al consumidor le llegue la información correcta.
¿Es muy difícil que los colombianos acepten nuevos sabores?
Es muy difícil que los acepten. Creo que es más fácil hacer variaciones a líneas o productos ya existentes. Como por ejemplo, un BonYurt con un topping nuevo, o un yogurt con un nuevo sabor. Lanzar un producto de una línea nueva que sea totalmente disruptivo es mucho más complicado de posicionar y la tasa de fracaso es alta.
¿Qué ejemplo reciente nos podrías compartir?
De 200 proyectos que he sacado adelante, por cada uno que sale, tres fracasan. Así es la innovación. La realidad es que es más fácil no lanzar nada, pero de esos errores se aprende y de esas enseñanzas si se pueden hacer lanzamientos exitosos. Por ejemplo, en Alpina hemos intentado expandirnos en la categoría de jugos, pero no lo hemos logrado, pues la competencia en este segmento es dura y nuestros productos terminan saliendo del mercado. Pero seguiremos intentando. Eso también es importante para los innovadores, saber que a veces se gana y a veces se aprende.
¿Cuál es la innovación que has liderado en Alpina y de la que más orgullo tienes?
Soy como el papá de mis proyectos, es imposible no querer por igual a todos los hijos. Aunque claro que hay unos más exitosos que otros, como por ejemplo los snack de quesos deshidratados que fue un proceso que nos costó mucho trabajo, pero verlo en el mercado es una alegría. Y aunque competir en el segmento de snacks no es fácil, porque no es nuestro fuerte, creo que fue algo disruptivo y que nos dejó muchas enseñanzas. También destaco los procesos de la nueva línea de yogurt griego y yogurt a base de plantas. Son líneas de productos que tomarán tiempo en posicionarse pero que van creciendo poco a poco.
¿Cuánto tiempo tardan en preparar una nueva idea de producto hasta lanzarla al mercado?
Normalmente, el desarrollo de un producto es de 6 a 8 meses, sin embargo, siempre hay un equipo de investigación, mercadeo y consumo revisando las tendencias del mercado global. El objetivo es adelantarse a las nuevas necesidades e innovar de forma más ágil.
Háblanos del caso del Alpilitro, producto que nació de un pedido que hicieron los clientes por redes sociales…
La idea de sacar a la venta el Alpilitro surgió después de que un usuario de Tik Tok publicara un video mostrando su ‘inconformismo’ porque no teníamos una presentación más grande de Alpinito que sirviera para el público adulto. Alpina vio una oportunidad y sacamos el producto en un mes. El primer día de preventa en la página web, el Alpilitro se agotó. Esto fue una muestra de la importancia de la innovación en el time to market.
¿Por qué recurren al mercado de la nostalgia para relanzar sus productos más exitosos, como Aplausse o Bonflan?
Porque con este equipo de investigación, mercadeo y consumo estamos constantemente revisando tendencias y nuestros clientes nos pedían este tipo de productos. En Alpina nos gusta hacer memoria y Applause, por ejemplo, fue un producto icónico hace 30 años, un yogurt de sabores cítricos que regresó y el interés de los consumidores ha sido alto. Esto mismo hicimos el año pasado con Bonflan, flan que se vendió por primera vez hace 15 años.
¿Cómo les ha ido con las colaboraciones que tienen con otras empresas o instituciones?
En Alpina creemos en el poder de las alianzas. En este sentido, trabajamos de la mano con proveedores, universidades, empresas, centros de investigación, startups y aceleradoras para crear en conjunto soluciones innovadoras con alto valor agregado. No necesariamente son alianzas de cobranding, sino espacios creativos y de pensamiento para ampliar nuestro espectro de innovación en la organización. Pero en tema de cobranding, este año sacamos productos con Ramo y Kellogg’s, en el que hicimos un Bonyurt de Chocorramo. También hicimos otro con chocolatinas Jumbo Jet o incluso yogures de café en alianza con Juan Valdez. Estos cobranding son relevantes y seguiremos haciéndolos con regularidad.
¿En el ecosistema de innovación ya están utilizando Inteligencia Artificial?
Venimos aplicando IA en diferentes procesos, sobre todo desde el área de transformación digital. Ellos tienen un equipo que se encarga de lograr automatizaciones y del proceso de la data. En innovación de productos también hemos utilizado IA y tenemos planes para usar esta tecnología en el camino de hacer formulaciones nuevas.
¿Cuál es su consejo para otras empresas que buscan impulsar la innovación en la industria de alimentos en Colombia?
En innovación la clave es la gente. Es entender que para que todo fluya debe ser un proyecto organizacional y no de una persona o un área. Esto es lo que nos ha permitido tener éxito en términos de innovación. Mi consejo es que promuevan las capacitaciones y la preparación de los equipos independientemente de las áreas.