Las berries son el principal producto agroalimentario mexicano de exportación, por encima del tequila y la cerveza. En octubre del año pasado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) confirmó esta noticia y destacó que las fresas, arándanos, frambuesas y zarzamoras mexicanas llegan a 38 países.
Así, trimestre a trimestre, las también llamadas frutas del bosque compiten por ser el producto nacional que más se vende en el extranjero. De enero a marzo de este año, la cerveza recuperó el trono, pero las berries ya demostraron que compiten (y muy bien) en las grandes ligas.
“Al tequila lo continuamos superando. Al aguacate lo superamos en 2022. Y a la cerveza… pues hay que ver, hay que esperar a los cierres de año”, dice con modestia Juan José Flores, director general de la Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Aneberries).
Aunque en México sí hay una vieja tradición en la producción de fresa, el mercado de las berries a principios de este siglo era prácticamente inexistente. Las zarzamoras comenzaron a figurar en los gráficos de producción a mediados de la década de los 90, mientras que las frambuesas y arándanos comenzaron a despegar casi una década después.
Hoy nuestro país es el productor de zarzamoras número uno del mundo. Segundo lugar en frambuesa, sexto en arándanos. Y si hablamos de berries en general México es el segundo lugar en producción, sólo debajo de China.
“Al principio, sí pensábamos que íbamos a crecer y nos enfocamos en hacerlo de forma ordenada. Pero en ningún momento pensamos en lograr lo que hoy se ha alcanzado”, confiesa Juan José Flores. Hablamos de una agroindustria poderosa.
Flores adelanta información interesante sobre su presente y qué prevén para el futuro sostenible de este agroalimento.
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Ya es una costumbre que las berries le ganen al tequila y la cerveza, como el principal producto agroalimentario mexicano de exportación, ¿cómo se sienten al respecto?
Por supuesto que hay múltiples satisfacciones e inclusive un poco de orgullo. Uno de los grandes objetivos ha sido posicionar a las berries mexicanas alrededor del mundo, pero con la misión y la visión con las que nacimos: ser una industria sustentable y obviamente rentable. Tenemos tres grandes pilares: inocuidad, ser agroecológicos en la producción de berries y la responsabilidad ambiental y laboral. Se siente la satisfacción de tener uno de los principales productos mexicanos de exportación y que eso se traduzca en mucha generación de empleos. Es un cúmulo de emociones pero también un cúmulo de responsabilidades.
A principios de este siglo, el mercado de berries mexicanas era inexistente. ¿Cómo inició esta historia de éxito?
Empezamos, en realidad, hace ya casi tres décadas. Empresarios sudamericanos y de California tuvieron la visión de proveer berries producidos en México durante todo el año al mercado de Estados Unidos y de todo el mundo. Ellos se acercaron a comunidades de Michoacán y de Jalisco para empezar el desarrollo.
¿La producción de berries mexicanas sigue en manos de capital extranjero?
Ahora hay una combinación, con mayor capital de productores mexicanos. Pero las exportadoras son mayoritariamente extranjeras. Aunque yo no les llamaría así porque al final de cuentas cumplen con las regulaciones nacionales y generan muchas fuentes de trabajo aquí.
¿Qué condiciones le ofreció el suelo mexicano a estos frutos? ¿A qué se enfrentaron cuando apostaron por México como un productor de berries?
Nos encontramos con tierra fértil, un clima favorable, la disponibilidad de mano de obra, con la disponibilidad del agua… También vimos que podíamos cultivar variedades adaptadas a estas condiciones climáticas. Incluso pudimos tropicalizar los blueberries o arándanos azules, que no se creía que se pudieran producir fuera de sus climas fríos y montañosos originales.
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¿Qué hace diferentes a las berries mexicanas y que las ha hecho escalar tan rápido? ¿sabor, frescura, precio…?
Las berries mexicanas se pagan mejor por su frescura, por la crocancia, por su sabor. Los sabores nos los da la tierra y la genética. Hay que empezar a hablar de genética mexicana de berries. Aprovechando que tenemos también variedades silvestres y criollas, se está logrando una combinación de variedades creadas en México y por genetistas mexicanos. Parece increíble pero el buen ambiente de producción influye en el sabor y la crocancia. Tener gente contenta logra tener frutos sabrosos.
Las condiciones laborales que ofrece su sector parecen ser otra de las claves de su éxito.
Desde hace ya más de 10 años logramos que los trabajadores pudieran obtener dos, tres o incluso cuatro veces por encima del salario mínimo. El cuidado de la gente es una de las claves. Tú entras a los campos de berries y puedes encontrar comedor, baño, limpieza, equidad… Hay campos que tienen un 70% o hasta un 80% de participación de mujeres. Se trabaja con equidad y con igualdad. Se capacita y concientiza a los empleadores que sean más responsables laboralmente. También tenemos muchas oportunidades para reinventarnos, para seguir haciendo que la producción de berries sea atractiva para los trabajadores. Tenemos que capacitarlos y cambiar el concepto de jornalero por el de trabajador especializado en la cosecha, en el manejo de maquinaria, en los sistemas de riego, en el empaque. Técnicos especializados del campo a los que se les reconozca sus labores porque sin ellos no hay cómo levantar cosechas.
¿Qué otros fundamentos han posicionado a las berries como la nueva joya del agro mexicano?
Empatía con las comunidades donde se producen las berries, especialización de la cadena productiva, es decir, un productor muy especializado en su producto, una exportadora dedicada a todos los temas de manejo de los frutos y una llegada sin tantos eslabones hacia el consumidor final. Es bien especializado este tema. Logramos tener esa frescura porque podemos llevar nuestras berries al mercado estadounidense en tres días o máximo cinco. Lo mismo en las rutas aéreas. Y en las marítimas estamos a 10 o 15 días por debajo de las rutas marítimas de Sudamérica.
La relación costo-beneficio de la berries es superior a las de cultivos tradicionales como el maíz y la caña. ¿Es momento de que muchos de los campos mexicanos migren a la producción de alimentos más rentables?
Mientras que en otros cultivos llegas a emplear una o dos personas por hectárea, en las berries puedes emplear de ocho a 10 trabajadores por hectárea. En generación de divisas, las berries han superado al tequila, al aguacate y a la cerveza. Sí, pero más bien es momento de reflexionar si la rentabilidad que han dado las berries durante 30 años continuará. Recordemos que si esto no se promociona, sobre todo en el mercado mexicano que tiene mucha oportunidad de crecimiento, podría dejar de ser rentable. Una recomendación que aplica a todos los cultivos es no meterse a la producción si no se tiene la demanda y la venta. La aventura en este sector es cara. Una hectárea de berries es 100, 200 o hasta 350 veces más cara que una hectárea de maíz. Entonces no se trata de cambiar tus campos a berries por moda o porque le fue bien a mi vecino. No es magia, no es suerte, no es aventura. Es planeación y organización. Algo que nos hace falta es que todos le invirtamos más en la promoción a la difusión con la meta de incrementar el consumo de berries. No es momento de migrar a la producción de berries, es momento de ver si somos tan rentables como hace cinco años y vamos a encontrar sorpresas. Es momento de analizar para dónde tenemos que caminar.
¿Cómo ves el futuro con los datos que tienen hasta ahora?
Seguiremos creciendo. Ya no como lo veíamos hace unos años, con crecimientos en general para el sector de 26%. En la actualidad, el crecimiento será de un 14% o 16%. La zarzamora está en una etapa de recambio de variedades, la variedad “tupi” de zarzamora que dominó está en recambio. La variedad “biloxi” de blueberry también. Estos recambios están dando variedades más productivas para aprovechar el mismo metro cuadrado con más rendimiento y con mejor calidad. Para concretar, es el momento oportuno de reflexionar y analizar para seguir creciendo.
Estados Unidos concentra más del 90% de las exportaciones de berries. Se dice que mercados como Japón, Arabia Saudita o Qatar pagan mucho mejor; pero el tema de la frescura se compromete para llegar a esas regiones. ¿Cuál es el próximo gran mercado de las berries mexicanas?
Llegamos a 38 destinos. Medio Oriente, sudeste asiático y Comunidad Europea. Un tema es considerar el análisis de los costos ligados a la logística, desde el almacén hasta donde se acordó la entrega con el comprador. Para tres de las berries, fresa, frambuesa y zarzamora, el transporte tiene que ser sí o sí aéreo. Es todo un tema de rutas aéreas… entendemos y nos queda claro que la diversificación de mercados es fundamental. Cuidamos mucho el mercado japonés, donde llegamos con más de mil toneladas de blueberries. Se va a seguir incrementando el mercado de Qatar y Dubai aunque los números de consumidores son menores. Ahí es donde entra el análisis de que debemos subir el consumo en México, con un mercado de 130 millones de habitantes, así nos evitamos todos los temas logísticos de llevar la berries a otros lados del mundo, pero dejando siempre las puertas abiertas.
Hace sólo unos días, Estados Unidos inició una investigación por contaminación de hepatitis A en fresas mexicanas. El año pasado sucedió lo mismo. ¿Son descuidos en la inocuidad o son trabas a la importación de berries mexicanas?
Son procesos normales que los gobiernos siguen para cuidar la salud de sus poblaciones. En temas de salud hay que ser muy precautorios y tomar todos los cuidados que sean necesarios. No hay riesgo cero. Trabajas con plantas vivas, con organismos vivos. Trabajamos por mitigar siempre y minimizar todos los riesgos. La inocuidad es nuestra gran bandera como asociación. La autoridad hace su trabajo, yo lo dejaría a ese nivel. Desde hace un año le estamos dando seguimiento a esos temas, no es algo nuevo. Seguiremos muy de cerca con las autoridades de ambos lados para resolver ese tema.
Mientras se impulsa el consumo nacional de berries, ¿las berries mexicanas conquistarán al mundo como lo hace el tequila? ¿Alguien caminará por un supermercado de Amsterdam y dirá: “¡Mmm, zarzamoras mexicanas!”?
Ya lo hacen. Quizá nos hace falta transitar a la creación de una marca colectiva o una identidad geográfica. Un asiatico, un europeo e incluso un ruso ya degusta las berries mexicanas, pero necesariamente las identifica en su etiqueta como tal. Hay proyectos, nuestros proyectos van a 200 años. Queremos que las próximas generaciones en muchos lugares del mundo digan eso: “¡Mmm, qué ricas las berries mexicanas!”