El plátano es la fruta tropical más cultivada en México y pelea con la naranja por el primer lugar de consumo. El presidente del Consejo Nacional de Productores de Plátano, Adrián Prats enumera los retos que enfrenta una de las frutas más asequibles para los mexicanos. ¿Sabías que el plátano que comes hoy no es el mismo que comían tus padres en su juventud?
De acuerdo con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, la producción de plátano mexicano ha crecido de manera constante en los últimos años:10.8% del 2018 a 2022. Para 2023 se espera una cosecha de 2.59 millones de toneladas. El abasto de plátano en México está asegurado. Los estados protagonistas de esta industria son Chiapas, Tabasco, Veracruz, Colima y Michoacán, que en conjunto alcanzan el 82% de la producción.
“Me gustaría que habláramos ya del plátano con su palabra universal, que hay que reconocerla: banano. Aunque entendemos que la gente está muy acostumbrada ya a decirle plátano”, inicia la conversación Adrián Prats, presidente del Consejo Nacional de Productores de Plátano y presidente del Comité Nacional Sistema Producto Plátano.
El banano que más producimos es el enano gigante o cavendish (68%), le siguen macho (15%), dominico (6%), criollo (4%) y valery (3%). Hablamos de uno de los frutos favoritos de los mexicanos: consumimos 14.5 kilos de bananos per cápita al año. Su sabor y su practicidad para consumir le otorgan un lugar especial entre las frutas que llevamos a casa. Por si fuera poco, el plátano es además la fruta más barata durante buena parte del año.
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Los mexicanos consumimos 14.5 kilos per cápita de bananos al año: dos de estas frutas por persona a la semana. ¿Es un buen número para ustedes?
La preocupación de los productores de banano en México es abastecer todo el año el consumo interno. Afortunadamente, los plataneros logramos abastecer todo el año. Es uno de los frutos más baratos, sólo la naranja compite con nosotros, a veces. El banano es la fruta más barata todo el año, claro que pudiéramos mejorar su consumo, como productores nos encantaría que creciera. Necesitamos retomar campañas de comunicación para incentivar su consumo, pero las reglas han cambiado con este nuevo gobierno y no te permiten mucho apoyo para campañas.
Ayúdanos a dimensionar, ¿cuál es la importancia de este fruto para los estados bananeros mexicanos?
El cultivo del banano es de lo más bondadoso. No hay una fruta en México que dé empleo las 52 semanas del año. La fuerza laboral que genera el banano es increíble. Las 52 semanas del año cosechamos y las 52 semanas se empaca. El 30% de nuestra fuerza laboral es femenina. Para una familia trabajadora de nuestro sector, no es lo mismo que lleve un salario a la mesa a que lleve dos. El gobierno federal debería ayudarnos a crecer más y a encontrar nuevas zonas plataneras.
¿Cuáles son los retos para incrementar las superficies de plantación?
En Tabasco, por ejemplo, las plantaciones tienen excelente calidad de tierra, pero son muy vulnerables a las inundaciones. Son zonas de alto riesgo. El productor siempre tiene incertidumbre de a ver cómo le va cada año. Le hemos manifestado al gobierno federal que necesitamos el dragado de los ríos. Año con año, nos la jugamos. Las obras hidráulicas necesarias para evitar que esas zonas se inunden nos ayudarían a ganar más tierra.
Las enfermedades acechan siempre a la producción de plátano en el mundo. ¿Cuál es el panorama actual al respecto?
Hay una nueva enfermedad que ha llegado a países vecinos bananeros y que hay que tenerle mucho cuidado: el mal llamado Mal de Panamá Raza 4. Esa enfermedad es devastadora. Hasta ahorita no se ha encontrado un producto que contrarreste el ataque de esa enfermedad. Nosotros hemos estado, muy de la mano con las autoridades de Senasica, haciendo esfuerzos porque a México no entre esa enfermedad, que no nos pegue. Ya está en Perú, Ecuador, Colombia… Debemos tomar todas las medidas para que no llegue. Pero también tenemos indicios de que ya hay plántulas nuevas, de nuevas variedades de banano, que son compatibles con esa enfermedad.
¿Qué tan cierta es la teoría de que el plátano que comíamos hace unas décadas se extinguió, debido a enfermedades como esa, y que por ello el banano actual ya no sabe igual?
Pudiera ser que no sabe igual. Definitivamente sí ha cambiado, pero no creo que sea algo tan significativo. El banano de Veracruz es un poquito más dulce que el de Tabasco y que el de Chiapas, eso cambia por el tipo de tierra. Pero es cierto que el banano valery que se comercializaba en décadas pasadas fue desapareciendo porque era de una mata más larga: cuando un viento fuerte golpeaba las matas, por sus dimensiones, eran fácilmente barridas. Con el tiempo fuimos buscando otras variedades, hasta que llegó el enano gigante o cavendish y éste se acomodó muy bien porque el viento lo maltrata menos. Los bananos se adaptan a las circunstancias de producción y se encuentran nuevas variedades que son más resistentes a enfermedades. Pero el sabor de uno a otro no debe ser tan diferente. Además, quiero decir que el banano mexicano es de los que están de moda en otros países por el sabor que tiene.
El banano mexicano llega a 15 países, pero el 81% de las exportaciones se centran en Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda. ¿El banano mexicano puede llegar a más países?
Somos demasiado grandes para el mercado nacional y demasiado pequeños para el mercado de exportación. Aunque exportamos a muchas partes del mundo… A nuestro vecino natural, Estados Unidos, a la Comunidad Europea, a China… Hace 10 años, exportamos entre 5 y 10% del fruto que producimos, hoy debe ser 20 o 25%. No debemos descuidar las exportaciones. Es un reto latente.
¿Cómo incrementar ese 25%? ¿Qué hace falta?
Quizá en la zona bananera pacífico-centro necesitan un poco más de infraestructura pero poco a poco, con las ayudas que les damos a través del Comité Nacional Sistema Producto Plátano y el gobierno federal, hemos logrado que se incorporen a las exportaciones más rápidamente. Sin descuidar el mercado nacional, sin duda podríamos incrementar ese 25%. Estamos listos para entrar a la Comunidad Europea, pero no tenemos piso parejo porque Ecuador, Costa Rica y Panamá han negociado a través de sus gobiernos el facilitar su ingreso. En México, las autoridades no lo han querido ver así, el importador que quiere llevar fruta a Europa tiene que pagar un arancel más alto que los otros países bananeros. Desde 2018, logramos un punto de acuerdo con la Comunidad Europea para que México quede igual que los demás países. Hasta hoy ese punto de acuerdo no ha entrado en vigor por razones relacionadas con nuestro gobierno, hemos hablado con el presidente López Obrador para externarle este asunto, pero el punto de acuerdo está detenido.
A la falta de apoyos del gobierno federal que ya mencionabas, se suma la cancelación del programa de seguro catastrófico para los productores y ganaderos, un tema relevante para ustedes por las inundaciones. ¿Cómo ves el futuro de la industria del banano mexicano con estas limitantes?
Yo lo veo bien. Aunque tengo que decir que esto siempre depende de esa alianza estratégica que debemos tener con nuestro gobierno federal y los de los estados. Tienen que seguir existiendo esas alianzas estratégicas para que el productor no desaparezca. Lo del seguro catastrófico fue algo muy duro. Pero seguimos trabajando, comprometidos con nosotros mismos y con nuestros trabajadores.