Aunque cada vez existen más certificaciones relacionadas con la tendencia cero desperdicios industriales en el mundo, en México es un tema reciente. Para la industria de alimentos y bebidas, el principal objetivo es conservar los recursos usados en la producción y consumo, reutilizar lo reusable, y abonar a la recuperación responsable de residuos y sus empaques.
De acuerdo con la Alianza Internacional Zero Waste (ZWIA) esta recuperación debe concretarse sin quemar residuos, ni verterlos a la tierra, agua o aire. Ello, “para que no atenten contra el medio ambiente o la salud humana.”
Entre las organizaciones reconocidas por ZWIA destaca el caso de Zero West Kiel, un proyecto que busca que toda una urbe se convierta en cero desperdicios. Por ejemplo, una de las principales metas de Kiel, ciudad alemana, es reducir la mitad de sus desechos residuales para 2035. En México aún no llegamos a tanto, pero sí podemos encontrar opciones para certificar empresas y organizaciones, como la de Aenor o True Zero Waste.
Por su lado, Aenor cuenta con la certificación Residuo Cero, misma que reconoce a aquellas organizaciones que evitan que sus residuos tengan como destino final los vertederos. Aenor tiene sedes en 12 países y es parte de IQNet, una de las redes de organismos de certificación más grandes del mundo.
El certificado de Aenor no sólo implica no desechar, también se extiende a preparar los residuos para ser reutilizados y/o transformados en materias primas, y seguir con la cadena de valor.
Ximena Gabilondo, fundadora de Zero Waste México comenta: “Hay algunas certificaciones relacionadas con la gestión de residuos a vertederos, pero True es una opción orientada a que sean todos los procesos de cada proyecto los que reduzcan significativamente la cantidad de desperdicios que generan”.
True, amplía Gabilondo, no se enfoca en qué se hace con los desperdicios, sino ir hacia atrás y evitarlos.
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Los ventajas de ser una empresa cero desperdicios
La certificación True Zero Waste ayuda a las empresas a encontrar e implementar prácticas sostenibles de gestión de recursos y reducción de desperdicios a lo largo de toda cadena de valor. True es avalada por avalada por Green Business Certification Inc. (GBCI), un organismo de acreditación que trabaja desde 2008. GBCI son los creadores de la famosa certificación para edificios sustentables, llamada LEED.
“De hecho, la industria de alimentos y bebidas es la que más nos pide esta certificación porque sus procesos pasan por muchos puntos de generación de residuos”, señala Ximena Gabilondo.
Al identificar y mejorar los procesos relacionados con los desperdicios, las empresas experimentan beneficios importantes, como mejorar sus resultados económicos al reducir costos, demostrar su compromiso social y medioambiental e incluso encontrar en la transformación de residuos fuentes de ingreso adicionales.
“El desperdicio es un síntoma de ineficiencia”, sentencia Gabilondo, quien considera que la certificación genera ahorros importantes que no siempre están ligados a los productos finales. Cita el caso de un proyecto Zero Waste en el que detectaron que la poda de las áreas verdes absorbía demasiado recursos, tan sólo con embolsar los desechos, pagar para que alguien se los llevara e implementar una pequeña área de composta, encontraron la solución. “Algo tan sencillo resultó en un ahorro de millones de pesos al año”, asegura.
Esta certificación también tiene impacto a nivel inversionistas: “La presión principal para obtener este tipo de certificados viene de ahí”, añade. Una pista de hacia dónde apuntan las inversiones a futuro: los principales financiadores del mundo, como BlackRock o Vanguard, ya han declarado su preferencia por las propuestas que se plantean como meta disminuir drásticamente sus desperdicios y emisiones.
Pese a que está enfocado en residuos, el certificado True Zero Waste es, en realidad, un mapeo general de en dónde está parada la empresa en materia de sostenibilidad.
“De ahí se desprenden muchas oportunidades de cara a un futuro cercano en que la crisis climática obligará cada vez más a que las empresas tengan reportes y certificaciones en materia de sostenibilidad”, explica Gabilondo.
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Cómo obtener el certificado Zero Waste
Lo primero es hacer un diagnóstico inicial de dónde se encuentra la empresa en materia de cero desperdicios: qué generan, cuánto generan, qué prácticas institucionales tienen al respecto, cuáles son las auténticas áreas de mejora, entre muchos otros factores a analizar.
“Con eso trazamos un plan de acción y la hoja de ruta que se ha de seguir para alcanzar la certificación”, dice Gabilondo. Suena simple, pero no es tan sencillo.
El requisito más importante para obtener la certificación True Zero Waste es que la organización o empresa a certificar alcance lo que llaman una desviación de 90% de sus desechos, es decir, que el 90% de los residuos generados nunca lleguen a un tiradero de basura. La evidencia de ello debe constar, por lo menos, durante 12 meses.
“Sí toma tiempo. No es como que me acerco y digo: ‘Quiero ser cero desperdicios para el próximo año’”, advierte la fundadora de Zero Waste México.
Dentro de los requisitos insoslayables está que la empresa cumpla con todas las regulaciones federales, estatales y municipales sobre residuos y reciclaje. Entre requerimientos obligatorios y opcionales, True Zero Waste consta de 81 puntos disponibles, deben obtenerse al menos 31 de ellos para obtener la certificación.
Entre los rubros con mayor área de oportunidad para el sector alimentos y bebidas, Gabilondo señala los más evidentes: los desechos alimenticios mismos, los empaques, los envases y otros no tan palpables: “En las oficinas, en los jardines o en las bodegas podemos encontrar cambios”.
En uno de sus procesos de certificación, el equipo de Zero Waste México encontró que alguien robaba las tarimas (también conocidas como pallet). Gabilondo nos narra que, como no es un insumo tan significativo, la empresa simplemente compraba más. Al implementar un rastreo de tarimas, los robos dejaron de suceder, se ahorró dinero y se ganaron puntos para la certificación.
Existen cuatro niveles de certificación True Zero Waste según los puntos alcanzados: Certificado (31 a 37), Plata (38 a 45), Oro (46 a 63) y Platino (64 a 81). El tema es, como decíamos, tan reciente que aún no existen empresas que ya tengan el certificado True Zero Waste. Todas están en proceso.
El costo del certificado depende de cada caso y la dimensión de cada reto. Gabilondo dice que no puede compartir nombres, pero que algunas de las grandes empresas del sector de alimentos y bebidas están por obtener su certificado cero desperdicios.
En 2023, en un tema relacionado, inicia el comercio formal de bonos de carbono en México. El sector industrial parece acelerar su viaje hacia la sostenibilidad.
“En los últimos tres meses, se han acercado muchas más empresas. Esto va a escalar porque el certificado cero desperdicios será cada vez más necesario”, concluye Ximena Gabilondo.
