El aguacate hass en Colombia es uno de los alimentos que más se exportan. Se producen cerca de 155 mil toneladas anuales y se mandan al extranjero 99 mil toneladas, con un valor de 200 millones de dólares. En el primer trimestre de este año la exportación creció a 30 mil 142 toneladas, frente a 28 mil 266 durante el mismo periodo en 2021. La meta del país es conquistar el 12% del mercado mundial en los próximos 15 años.
¿Por qué es una buena idea de negocio sembrar aguacate para exportar? Resulta que la posición geográfica, las condiciones del clima (muchas lluvias, por lo que no requiere sistemas de riego) y la apuesta por una siembra ambientalmente sostenible hicieron su magia. La inversión extranjera en Colombia para ese cultivo llegó hace más de una década. Esas inyecciones de capital suman cerca de 520 millones de dólares y también son impulsadas por la disponibilidad de tierra y los costos de producción.
“La productividad nacional de aguacate Hass está lejos de lograr el promedio de más de 20 toneladas por hectárea que tienen otros países. Sin embargo, la atracción de inversiones y de cooperación internacional está generando acciones que ayudarán a mejorar la situación”, señala Adriana Senior, presidenta de la Corporación Colombiana Internacional (CCI), empresa de economía mixta que promueve y apoya a pequeños y medianos agricultores.
Es justo la inversión extranjera lo que ha permitido a Colombia convertirse en el segundo proveedor de Europa, principalmente para Países Bajos, Reino Unido, España, Bélgica y Francia. También influye que inversionistas de países productores como Perú, Chile, Sudáfrica, Estados Unidos y México se están instalando en el país.
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¿Cómo convertirse en un exportador colombiano de aguacate hass?
Actualmente, la Corporación de Productores y Exportadores de Aguacate Hass de Colombia (Coporhass) estima que hay alrededor de 2 mil 943 predios, que suman 23 mil 220 hectáreas con certificación de Predio Exportado, el cual es otorgado por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Sin embargo, estos productores no pueden exportar, sino simplemente vender a comercializadores.
Según Heberth Mateus, subgerente de Protección Vegetal del ICA, hay varios actores en la cadena de exportación. Los primeros son los productores, quienes deben realizar el proceso de acreditación de predio exportador ante el ICA. Los segundos son los empacadores y los terceros los exportadores o comercializadoras. Estos últimos solo pueden comprar a productores que tengan la certificación de predio exportador.
“La Ley 824 de 2022 es la que regula estos procesos. Una sola empresa puede ejercer los tres roles. Pueden inscribir sus predios ante el ICA y luego, con otra empresa que haga las veces de exportadora, comprar los productos a esos predios”, explica Mateus.
Pasos que incluye el proceso
- Diligenciar un formulario único de información a través del sistema en línea de ICA. Ingresar datos personales para emitir automáticamente la inscripción y registrar el lugar de producción. Ahí deben incluir las coordenadas geográficas, la capacidad anual de producción máxima en kilogramos, un documento que acredite la asistencia técnica del lugar por parte de un ingeniero agrónomo y un análisis microbiológico del agua que utilizan en los cultivos.
- Se debe hacer un informe técnico sobre las condiciones del cultivo, el manejo agronómico y los planes de manejo fitosanitario para plagas de control oficial establecidos por el ICA en el Manual para la producción, selección y empaque de vegetales frescos para la exportación.
- Finalmente, la entidad tiene 15 días para realizar la visita técnica de verificación y otorgar el certificado.
El funcionario aclara que tener el certificado de predio exportador no garantiza exportar a cualquier país del mundo, pues existen exigencias entre Estados Unidos, Europa y otros países asiáticos.
“Para Estados Unidos hay un plan de trabajo que se firmó entre el ICA y el Servicio de inspección de sanidad animal y vegetal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (APHIS). Ellos exigen temas de sanidad y vigilancia de plagas cuarentenarias. El ICA es el responsable de renovar esos certificados año a año realizando visitas de verificación de los predios”, señala Heberth Mateus.
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Esto debes saber sobre la exportación de aguacate hass a Europa y Asia
El proceso es similar para exportar a China, Japón, Emiratos Árabes Unidos o Corea del Sur, pero cada uno de ellos tienen criterios muy específicos de inocuidad, sanidad y salubridad para el control de plagas. El ICA es la entidad que finalmente evalúa si un productor cumple con las condiciones para exportar a alguno de esos países.
En cuanto a Europa es más sencillo y rentable llegar, pues los países de la Unión Europea (hoy principal destino del aguacate colombiano) solo exigen estándares de inocuidad y buenas prácticas que están establecidos en la certificación Global de Buenas Prácticas, en inglés Global G.A.P.
Estos requisitos para exportar a la UE en su gran mayoría se tratan de estándares de buenas prácticas agrícolas, los cuales consisten en la utilización sostenible de los recursos naturales básicos para la producción, inocuos y saludables, a la vez que se procuran la viabilidad económica y la estabilidad social.
Según el ICA el costo de este proceso varía a partir del área de cada predio, y ronda en los 32 mil pesos* por hectárea. Asimismo, lograr las certificaciones para exportar a Estados Unidos, Europa o Asia no tiene costo alguno, es simplemente llenar una lista de requisitos que son acordados en las mesas de Planes de Trabajo binacionales que publica el ICA.
“El precio del certificado de Predio Exportador es algo simbólico que no afecta los costos de producción. Lo que debe tener el productor es una infraestructura básica relacionada a temas de inocuidad, como una bodega, área de mezclas y zonas de acopio. Lo importante es llevar registros al día y un proceso organizado”, concluye el subgerente de Protección Vegetal del ICA.
La intención de Corpohass es exportar un 30% a Estados Unidos durante el 2022. En 2021 la cifra llegó a 2 mil 376 toneladas. Este crecimiento está directamente relacionado con la capacidad de oferta del país.
“Se espera que las exportaciones sean un 40% más altas en 2023, y un 50% más en 2024. Actualmente tenemos 7 mil 918 hectáreas autorizadas para exportar a Estados Unidos. Además hay 313 explotaciones bajo vigilancia con otras 9 mil 236 hectáreas que podrían aumentar la capacidad de oferta”, asegura Jorge Enrique Restrepo, director ejecutivo de Corpohass.
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El reto de los pequeños exportadores de aguacate es conseguir apoyos
En departamentos como Antioquia, Tolima, Caldas, Valle del Cauca, Risaralda y Huila han incrementado las áreas cultivadas, en las que hoy se adelantan procesos de investigación en suelos, calidad de semillas y manejo de plagas. Asimismo, existen alianzas público-privadas para acompañar procesos de certificación y generar más oportunidades de crecimiento en temas de financiación, educación y tecnología.
En la edición de enero de 2022 de de la revista que publica Corpohass, Juan David Mondragón, presidente de la Junta Directiva del gremio, estimó que hay inversiones por cerca de 520 millones de dólares en el país en tierras, siembras y construcciones de empacadoras de fruta. “Creemos que se generan unos 26 mil empleos directos y cerca de unos 3 mil empleos indirectos en muchas zonas que antes estaban en conflictos y se generan nuevas oportunidades”, expresó.
Desde Corpohass también gestionan alianzas con las Corporaciones Autónomas Regionales (las CAR, autoridades ambientales en Colombia) para enseñar, educar y anticipar al productor para hacer las cosas bien y armonizar actividad productiva con la normatividad ambiental.
Por ejemplo, Diego Valverde, pequeño productor y presidente de Cauca Hass, explicó que, si bien recibieron todo el apoyo de la CCI y hoy tienen las certificaciones para enviar su producción a Europa, no en todos los departamentos existe la misma voluntad y eso les ha impedido seguir creciendo. Lo mismo le sucedió a Mauricio Martínez, quien no ha logrado acceder a nuevas fuentes de financiación tras el primer crédito con el Banco Agrario con el que compró su primera hectárea para cultivar aguacate Hass, y le tocó acudir a la Asociación de Productores de Aguacate del Tambo (APRAT).
Corpohass tiene identificado que la posibilidad económica de los departamentos es distinta según sus necesidades. Sin embargo, insisten en que se deben consolidar los planes de buenas prácticas para que las exportadoras no compren frutas sin registro, ya que los pueden sancionar hasta con el cierre de las exportaciones.
Para mitigar este peligro, crearon una mesa de trabajo con las 26 empresas que manejan el 90% de las exportaciones de aguacate Hass en el país. Los mismos pequeños productores lo tienen claro, pues contar con las certificaciones les permite obtener ganancias hasta por 4 mil 500 pesos el kilo, entendiendo que pueden sacar 12 toneladas de una hectárea que les cuesta producir alrededor de 10 millones de pesos.
“Si todos los que participamos en la cadena de valor entendemos que debe ser un proceso sostenible y pensamos en el aguacate Hass como un negocio de exportación mundial, lograremos construir la marca país. Hay que entender que tendremos subidas y bajadas del precio, porque las condiciones del mercado no las impone Colombia. Las ganancias serán variables y es el riesgo que todos tomamos”, dice Jorge Enrique Restrepo.
*Todas las cantidades en pesos en este texto se refieren a pesos colombianos.