En 2018, la empresa japonesa Spread Co comenzó a operar una granja de lechugas totalmente automatizada. La Techno Farm Keihanna, ubicada en Kizugawa, Kyoto es capaz de producir 30,000 de estas hortalizas al día. Esto la vuelve 100 veces más productiva que un área de cultivo tradicional de sus mismas dimensiones. Todo el proceso (siembra, germinación, cuidados, cosecha y entrega del producto final) es realizado por máquinas, lo que permite un ahorro de 40% en energía, 80% menos desechos de alimentos y la recuperación de 90% del agua que se utiliza para el cultivo de las lechugas.
“Es tan inocua la forma de producir, que se recomienda a los consumidores no lavar las lechugas para no contaminarlas”, comenta Noé Velázquez, ingeniero agrónomo con doctorado en Robótica en Agricultura por la Universidad de Agricultura de Tokio.
Velázquez defiende los beneficios que los robots pueden traer al campo: “La agricultura mexicana debe apostar por la robotización porque nos permitirá hacer un uso más eficiente de los insumos agrícolas y porque el desarrollo de tecnología siempre llevará al desarrollo económico de un país”. Todo esto viene a cuento porque, quizá el reto más grande que enfrentará la humanidad en los años venideros será el generar suficiente comida para todos.
Desde finales de la década pasada, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha insistido en que para alimentar una población mundial de 9,100 millones de personas en 2050 será necesario aumentar la producción de alimentos en un 70%.
“La agricultura en el siglo XXI se enfrenta a múltiples retos: tiene que producir más alimentos a fin de alimentar a una población creciente con una mano de obra menor”, expone la FAO en uno de sus informes al respecto. Esto, sin contar las repercusiones al medio ambiente. Ahí es donde los robots pueden ayudarnos a resolver ese desafío.
Un robot con ingenio mexicano
Ya en 2016 la consultora IDTechEx calculaba que el mercado de los robots agrícolas era de 3,000 millones de dólares. En la actualidad, la firma de investigación MarketsandMarkets prevé que este sector crecerá de 4,600 millones de dólares en 2020 a 20,300 millones de dólares en 2025.
Aunque es cierto que ya existe toda una industria con notables exponentes de esta tecnología, la realidad es que los agricultores mexicanos, con sus múltiples particularidades, aún no pueden acceder a soluciones de ese nivel. Un ejemplo es el en extremo eficiente cosechador de fresa de la empresa española Agrobot (aquí un video).
“En México estamos en una etapa muy inicial de la incursión de los robots en la agricultura; pero somos pioneros en el desarrollo de robots de este tipo”, afirma el doctor Velázquez, quien también forma parte del Departamento de Ingeniería Mecánica Agrícola de la Universidad Autónoma Chapingo.
El doctor Velázquez, en conjunto con otros académicos y estudiantes de esta universidad, desarrollaron un pequeño robot llamado Voltan, que desempeña distintas actividades agrícolas, como monitoreo de sembradíos, detección de enfermedades en las plantas, control de plagas e incluso tareas de siembra.
La enorme diferencia de este robot con aquellos que juegan en las grandes ligas es que este proyecto está diseñado para ser viable económicamente para los productores agrícolas mexicanos. Cámaras, sensores, software, radares y suspensión son algunas de las partes que el doctor Velázquez y su equipo han tenido que desarrollar o adaptar para no incurrir en gastos que conviertan a su robot en algo poco redituable.
“El costo se baja muchísimo con estas innovaciones y hacemos lo mismo que, por ejemplo, con un sensor de los que utilizan en Europa y que es 10 veces más caro”, señala el experto en automatización y robótica en la agricultura.
El robot agrícola de la Universidad Autónoma Chapingo se encuentra en una etapa de prototipo avanzado, en pruebas en campo, y se espera que el próximo año ya pueda comercializar sus servicios.
No todo es sembrar y cosechar para los robots
Target Robotics es una empresa mexicana con 15 años de experiencia en sistemas industriales automatizados con robots, pero fue hasta finales del 2019 que voltearon a ver la industria agroalimentaria y decidieron crear la división Agro Robotics.
“Nos dimos cuenta de que prácticamente nadie está haciendo tecnología robótica aplicada al sector, así que hicimos una estrategia de inversión hacia la industria agro”, recuerda José Luis Villalón, director de operaciones de Target Robotics.
En enero 2020 iniciaron con sus primeros prototipos y para la Expo Agroalimentaria Guanajuato, que se llevó a cabo a mediados de noviembre, Agro Robotics presentó su robot empacador capaz de manipular aguacate, manzana, tomates, limón, pimiento y tomate, entre otros productos del campo. A decir de sus creadores, el robot puede empacar una caja de 20 kilogramos en 30 segundos.
“Causó mucha expectativa entre los asistentes ver cómo el robot se movía. Yo me atrevería a decir que la mayoría de la gente que estuvo en la Expo nunca había visto un robot realizando un proceso agro”, comparte Villalón.
Agro Robotics cuenta con tres sistemas robotizados para la selección, empaque y paletizado de productos agrícolas, todos ellos, asegura el director de Target Robotics, desarrollados para estar al alcance incluso de pequeños productores del campo, a quienes les ofrecen un retorno de inversión de entre 2 y 2.5 años.
Este año ya vendieron su primer robot y comparten que cuentan con siete órdenes de compra confirmadas para el 2021. En Agro Robotics confían que la incursión de los robots en la industria agrícola mexicana será algo exponencial.
“Yo estimo que en los próximos tres años colocaremos arriba de 100 robots. Somos los primeros en hacer algo como esto, pero te aseguro que pronto habrán dos o tres empresas más que quieran seguirnos”, concluye José Luis Villalón.
