Todos sabemos que está mal, pero lo hacemos. Si dejas la mitad de tu desayuno y termina en la basura, si calculaste mal y al fondo de tu refri se echó a perder la comida de la semana pasada o si eliges cuidadosamente tus verduras y sólo compras piezas perfectas: desperdicias alimentos. Prácticas como estas son comunes para muchos mexicanos.
Cuantificar siempre da luz para saber las dimensiones y tomar las medidas necesarias. El impacto generado por el desperdicio a nivel mundial asusta. De acuerdo con cifras del Programa Mundial de Alimentos, 1,200 millones de toneladas de comida se tiran cada año, tanto a nivel industrial como en las casas. Ello incluye una pérdida importante de recursos como suelo, energía y agua.
Se calcula que en el país, al año, se desperdician más de 30 millones de toneladas de alimentos, una cifra escandalosa porque 44 millones de mexicanos viven en inseguridad alimentaria, ello de acuerdo con cifras de la Red de Bancos de Alimentos de México (BAMX).
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social estima que el país cierre el año con una producción agropecuaria y pesquera de 293.2 millones de toneladas de alimentos, lo que podría situar al país como el noveno productor de alimentos del mundo. Y es cuando nos preguntamos, si el país produce suficientes alimentos para toda la población, ¿qué está pasando?.
En el camino intervienen muchos factores que propician el desperdicio. Mariana Jiménez, directora de Alianzas Estratégicas en Innovación de la Red BAMX, señala cuatro de los más importantes: poca tecnología para producir alimentos, el transporte no es el que se necesita, el comprador no lo hace de manera adecuada y justa, y no hay suficientes donaciones. También intervienen otros procesos como el mal almacenamiento y no verificar la fecha de caducidad.
La buena noticia es que como sociedad, el desperdicio de alimentos se puede combatir. En días pasados coincidieron en la Ciudad de México, especialistas, académicos y directivos de la industria de alimentos y bebidas que visibilizaron el tema y expusieron soluciones, ello durante el 3er. Foro Conmemorando el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, organizado por el BAMX, y en las Food Talks, realizadas por el Km Zero Food Innovation Hub.
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¿Cómo afecta el desperdicio de alimentos al planeta?
Los alimentos que desperdiciamos son los que más contaminan. La comida deja una huella medioambiental que impacta al planeta, pues para producirla se usan muchos recursos. En México se desperdician más de 30 millones de toneladas de alimentos, lo que genera cada año emisiones de CO2, equivalentes a la contaminación de 16 millones de automóviles, según informa la Red BAMX. No debemos olvidar que el CO2 es un gas que, junto con otros gases como el metano y el óxido nitroso, repercuten directamente en el calentamiento global, lo que propicia las crisis climáticas.
Así impacta tu bolsillo el desperdicio de alimentos
Como una gota de agua que se derrama de a poco, el desperdicio de alimentos en México es un lastre que cada uno de nosotros arrastra, pero para la mayoría pasa desapercibido. Los especialistas afirman que casi todos desperdiciamos alimentos, no importa el nivel de ingresos, en mayor o menor medida, casi todos lo hacemos. Se calcula que en el país se desperdician 491 mil millones de pesos, lo que equivale al 2.5% del Producto Interno Bruto, cifra de BAMX.
No valoramos lo suficiente los alimentos
Una de las raíces del desperdicio de alimentos es la alta disponibilidad y variedad, pero también nuestra falta de conciencia sobre el problema, una parte importante de la ecuación es que no valoramos lo suficiente los alimentos ni la cadena productiva por la que pasan antes de llegar a nuestras manos. Por ello, es necesario acercar información a los consumidores para que eviten el desperdicio.
“Si no cambiamos nuestros hábitos de consumo, no vamos a modificar el desperdicio”, sentencia Antonia Andúgar, representante de la Comisión para la Cooperación Ambiental, organización que fomenta la participación ciudadana en la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente en América del Norte.
Andúgar explica que es fundamental educar a niños y maestros en esta tarea; pero también a la población en general, la creación de guías y materiales de apoyo son fundamentales y claves en el proceso de cambio. Opinión que comparte la doctora Shreela Sharma, directora del Centro para la Igualdad Sanitaria de la Universidad de la Salud de Houston, ellos tienen programas en los que acercan alimentos a quienes más los necesitan y les explican cómo combatir el desperdicio; también cómo el alimento se puede convertir en una fuente que proporcione salud y bienestar, los orientan sobre qué comer dependiendo de sus necesidades.
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¡Aprovéchalos!, 5 consejos contra el desperdicio de alimentos
Es necesario y urgente mejorar, en casa y a nivel industrial, la manera en que se producen y gestionan los alimentos, se debe analizar su trazabilidad y evitar el desperdicio. No sólo los sobrantes, hasta los huesos y las cáscaras tienen una vida útil que no vemos. El principal reto es convertir esos excedentes en oportunidades.
Además de los especialistas citados en el texto, la chef Mariana Orozco, autora del libro, “Cocina mucho, desperdicia poco y ahorra más”, nos compartieron consejos básicos para no contribuir al desperdicio alimentario.
- Compra razonada: Planea tus menús, 1 hora a la semana te ayudará a ahorrar y no desperdiciar. Saber qué cocinar y qué comprar también evita que despilfarres. Compra solo las proteínas, frutas y verduras que vas a necesitar.
- No compres con hambre: Es mucho más probable que compres más si tienes hambre porque todo se te antoja.
- Reflexiona en cantidades y gustos: Las frutas y las verduras son lo que más desperdiciamos, si las calabazas o el brócoli no son tu hit pero los compras porque tienes que comer verduras, mejor compra las que sí disfrutas, esas tienen mayores posibilidades de acabar en tu estómago.
- Dona: Lo que no te vas a comer y está en buen estado es mejor que lo cedas. Alimentos frescos y procesados para tus amigos, a los vecinos, a tus compañeros de trabajo o cuando salgas a la calle.
- Transforma: Salsas, purés, aderezos y mermeladas, siempre serán buenas opciones para que tus fresas favoritas no acaben en el bote de la basura.