La inflación, el alza del dólar y el retorno del Impuesto al Consumo (IPC) del 8% afectaron la asistencia a restaurantes y bares, que han registrado una caída del 20% del consumo desde que inició el año, de acuerdo con cifras de la Asociación Colombiana de Bares y Restaurantes.
A pesar de que en 2022 se reportó una recuperación de hasta 90% con referencia a los niveles registrados en la pandemia, la inflación en alimentos, de casi el 30%, reportada en enero del 2023 obligó a aumentar los precios de la mayoría de los platillos.
A esto se suma que 2023 inició con gran incertidumbre, no solo por el manejo de la inflación sino por la reforma laboral que tramita el gobierno, la cual podría incrementar los costos laborales por el nuevo recargo nocturno y el incremento del valor de las horas extras.
Los bares están aún más golpeados, desde diciembre pasado, el 71% de los comerciantes reportaron disminución en sus ventas y un 52% dijo que sus utilidades cayeron.