Con períodos inflacionarios al alza, que podrían llegar al 15% a finales de 2022, el consumo en todos los rubros es distinto. En el de alimentos y bebidas se han identificado hábitos recurrentes, por ejemplo, los consumidores prefieren comprar menos productos en cada ida al supermercado, buscan las ofertas, eligen alimentos a granel y privilegian la compra en las tienditas de la esquina.
Lilia Valdés, directora de servicio a clientes de la división Worldpanel de Kantar, comparte que las compras en supermercados se redujeron en 2%, incluso entre las clases media y alta.
Nielsen IQ, informó que 75% de los consumidores mexicanos dicen ser más cautelosos y resentir el alza de precios. Además, la consultora ISCAM, refiere que las tienditas de la esquina son percibidas como mejores opciones para comprar.
Pastas y galletas están entre los alimentos que más se venden en las tiendas de barrio, ello se atribuye a que no son caras y aportan la sensación de saciedad.
Se pronostica que esta tendencia permanezca mientras el alza de precios siga en ascenso.