No hay elemento en toda la cadena de valor que esté más íntimamente ligado a un producto que el envase que lo contiene. Envases y empaques son parte fundamental del éxito en la distribución, almacenaje, venta y hasta en el uso mismo de las mercancías. A nadie debería extrañar el constante interés en hacerlos cada vez mejores.
La industria del packaging en México tiene un valor de mercado de alrededor de 16 mil millones de dólares. De acuerdo con datos proporcionados por la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), esto representa el 1.7% del Producto Interno Bruto nacional.
“Además, genera 75 mil empleos directos y más de 350 mil de manera indirecta, lo que da una muestra de la importancia y relevancia del sector”, comenta Hiram Cruz, director general de la AMEE.
Lo esencial del envase
Este mercado es uno de los pocos que ha crecido a pesar de la pandemia. Y no sólo eso, también ha jugado un papel estratégico durante la emergencia sanitaria. El confinamiento ha visto el incremento en la demanda de productos de limpieza, desinfectantes, medicamentos y alimentos. Nueve de cada 10 actividades económicas que atienden los fabricantes de envase y embalaje son consideradas esenciales.
Tampoco sorprende que el sector de alimentos y bebidas sea al que dedican la mayor parte de sus soluciones: la mitad de los envases y empaques que se fabrican están destinados a este mercado. Los materiales más utilizados son papel y cartón con el 32.7% de la participación en el mercado, plásticos con el 29.3%, vidrio 19.5% y metal con un 18.1%.
“La innovación en el desarrollo de alimentos, y su necesidad de protección, de seguridad y de inocuidad, impulsa a su vez la innovación en los envases para que cumplan las características que requiere el producto, y mantenerlo en óptimas condiciones”, señala el director general de la AMEE.
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Biodegradable pero también “circular”
Uno de los temas que más ocupan a la industria del packaging es la sustentabilidad. Esto de inmediato nos encamina a señalar al plástico como el material favorito para llevar a juicio.
“El tema importante e interesante en la innovación de los envases plásticos para alimentos es que se puedan reciclar, reutilizar y biodegradar. En estos desarrollos se ha venido trabajando con intensidad”, apunta Hiram Cruz.
Crear envases, contenedores y películas plásticas funcionales en anaquel, que protejan los alimentos y que además sean amigables con el medio ambiente ha representado todo un reto. “Hasta hace un año se pensaba que el principal objetivo era buscar que fueran biodegradables, pero la industria del empaque ha tenido que replantearse eso”, observa Eduardo Legorreta, director comercial de GEA Biodegradables, empresa que se dedica al desarrollo y análisis de diferentes tecnologías para darle valor agregado ecológico al plástico.
Ya sea por acatar nuevas regulaciones al respecto, por decisiones de negocio y/o por su compromiso social, la industria del envase y sus clientes han decidido otorgar más peso a otro elemento de la ecuación sustentable: la economía circular.
Para Eduardo Legorreta, una de las soluciones más viables para alcanzar estos objetivos es la tecnología reciclable con biodegradación, la cual permite lo mejor de los dos mundos: crear envases que mantienen sus propiedades de reciclabilidad y que además, si llegan al tiradero de basura, se reintegran de manera adecuada a la naturaleza en el menor tiempo posible. Lo mejor es que no hablamos de algo a desarrollar: es tecnología que ya está al alcance de quien desee implementarla.
“Hacemos un empaque que mantiene la posibilidad de ser biodegradado en menos de cinco años y contribuimos a la economía circular gracias a que estos envases pueden ser reutilizados o reciclados”, explica el director comercial de GEA Biodegradables.
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Frijoles en bolsa y películas para carne
Entre los ejemplos más significativos de innovación en cuanto a empaques de plástico, el líder de la AMEE destaca el caso de Zubex, una empresa mexicana que brinda soluciones al sector alimenticio desde 1984. Zubex ha sido acreedora a galardones por sus desarrollos en fundas, bolsas y films para el empaque de aves, carnes, embutidos y quesos, como los Premios Internacionales de Envase Latinoamericano 2019 y el Envase Estelar 2018. Una de estas aportaciones es Zubiox, una tecnología que permite crear plásticos con las mismas características que los convencionales, pero que en 26 meses son biodegradables en condiciones de vertederos a cielo abierto.
Actualmente, la mayoría de los empaques en el mercado son multicapa (láminas de protección hechas con polietileno, poliamida o polipropilenos, entre otros materiales). Esto, comenta Gabriel Santos, director de Sustentabilidad, Innovación y Nuevos Negocios en Zubex, “los hace casi imposibles de reciclar y tardan 400 o 500 años en biodegradarse. Esa es la relevancia de Zubiox”.
Otro de los avances más relevantes en recipientes de plástico son los envases flexibles retortables (empaques herméticamente sellados que permiten el envasado del producto a temperaturas altas para la pasteurización y conservación de los alimentos). El caso más común de empaques retortables son los diseñados para contener frijoles cocidos, alimento que antes veíamos sólo en lata pero que hoy podemos encontrar en esa especie de sobre.
“Los envases retortables han significado una de las innovaciones más importantes de la última época y ha ido mejorando: ahora comenzamos a ver envases flexibles retortables con ventanas transparentes para mostrarnos el producto al interior”, expone Hiram Cruz.
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La era de la digitalización en los envases
Una más de las tendencias que están por consolidarse dentro de la industria de los envases es la conectividad. “Primero fue el código de barras, después llegaron los códigos QR, vendrá la realidad aumentada… Estamos en un proceso de transformación en el que debemos desarrollar e implementar las nuevas tecnologías de la información”, advierte el director general de la AMEE.
Esto no ha pasado inadvertido para Tetra Pak, una de las empresas emblemáticas de la industria global del packaging que se ha involucrado en el desarrollo de envases inteligentes. La transnacional, líder en el mundo de los envases de cartón, impulsa ahora mismo nuevas tecnologías en sus empaques para que los productores de alimentos y bebidas interactúen directamente con los consumidores y alcancen un mejor control de sus productos en la cadena de valor.
La propuesta más reciente de Tetra Pak consiste en un código QR único para cada envase o lo que ellos llaman una “huella digital” que permite, más allá de la clásica redirección a la página del producto, estos beneficios:
-Acercarse al consumidor: con simplemente escanear el código, los usuarios finales pueden interactuar con la marca a través de distintas formas de conectividad generadas por Tetra Pak, como conocer información básica del producto hasta experimentar experiencias digitales como promociones personalizadas, campañas de fidelización, historias sobre el origen de los productos, cuestionarios, y hasta juegos en línea.
-Alcanzar una trazabilidad integral: el envase conectado ofrece, por medio de su código QR, una capacidad de trazabilidad de punta a punta para mejorar la producción, el control de calidad y la transparencia en la cadena de suministros. Las herramientas y la tecnología para la gestión de estos datos también son proporcionados por Tetra Pak.
“Los envases se están convirtiendo en portadores digitales de información. Comenzó con el envase codificado, el cual incluía un código impreso pero una conectividad limitada. El envase conectado es el siguiente paso”, comentó Marcela Mendoza, directora de Mercadotecnia de Tetra Pak, a través de un comunicado en diciembre pasado.
Envases comestibles hechos con proteína de leche, cajas de cartón que alargan la vida de frutas y verduras, empaques inteligentes que te avisan si el producto está aún en buenas condiciones y nanotecnología que mejora la conservación de los alimentos son algunas de las soluciones que vendrán en el futuro y que sin duda llegarán al mercado masivo gracias a una industria que se alimenta de una singular competencia: ingenieros en alimentos e ingenieros en empaque en una constante carrera por alcanzar la nueva cima de la innovación.