La marchista mexicana Guadalupe González, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, estaría a punto de entrar en competencia en Tokyo 2020, de no ser por unos tacos al pastor… o al menos eso argumentó.
En mayo de 2019, González fue suspendida cuatro años de su actividad atlética debido a que dio positivo a trembolona (sustancia similar al clembuterol). La deportista señaló que los días previos a la prueba antidopaje en cuestión había comido filete de res y cinco tacos al pastor durante una etapa de entrenamiento en Temoaya, Estado de México.
Te puede interesar: Así es como científicos mexicanos buscan crear carne de laboratorio
La Federación Internacional de atletismo rechazó la defensa de la marchista. Entre las razones está que sólo se ha comprobado que, en efecto, se registran altos niveles de clembuterol por consumo de alimentos, pero no por trembolona.
Otro de los casos más recientes y sonados es el del boxeador Saúl “Canelo” Álvarez, quien en abril de 2018 fue suspendido seis meses por la Comisión Atlética de Nevada, Estados Unidos, por dar positivo a clembuterol. En un comunicado de prensa, Golden Boy, promotora de las peleas del “Canelo” en ese momento, respondió que los niveles de clembuterol encontrados en el cuerpo del púgil estaban en “el rango consistente a lo que se espera de carne contaminada, la cual ha afectado a decenas de atletas en México en los últimos años”.
A estos ejemplos se suman varios casos de futbolistas mexicanos como los de Guillermo Ochoa y Antonio Naelson “Sinha”, sólo por mencionar un par, quienes dieron positivo a clembuterol en 2011, después de comer, se dijo, carne contaminada en una concentración de la Selección Mexicana en ese tiempo.
¿La carne mexicana es enemiga de los atletas?
El clembuterol es un fármaco broncodilatador utilizado en tratamientos de enfermedades respiratorias, como el asma. Sin embargo, debido a sus propiedades anabolizantes (que aceleran el crecimiento del tejido muscular) está prohibido en las prácticas deportivas.
Su relación con la industria alimentaria se origina porque puede ser utilizado de forma ilegal por algunos ganaderos para obtener más ganancias: esta sustancia incrementa la cantidad de músculo y disminuye la proporción de grasa en bovinos y otras especies.
“Los productos cárnicos contaminados por este agente generan intoxicaciones y entre los síntomas que provoca están: dolor de cabeza, aumento en la frecuencia cardiaca, temblor del cuerpo, náuseas, mareo y escalofrío”, señaló la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en un comunicado sobre el tema en noviembre pasado.
Al leer esto, las dudas rebasan el ámbito deportivo y se instalan en el campo de la salud pública. Para ir paso a paso y comenzar a dar respuesta a las inquietudes, el doctor Mario Mercader, presidente de la Asociación de Medicina del Deporte de la Ciudad de México, comenta: “La realidad es que yo creo que se ha exagerado el hecho de pensar que la carne en México está contaminada por clembuterol”.
El también secretario de la Federación Mexicana de Medicina del Deporte considera que, sin tener pruebas contundentes de ello, la gran mayoría de los casos positivos por clembuterol en los atletas, seguramente se deben a que éstos consumen alguna proteína en polvo, u otro tipo de suplementos alimenticios, que no tienen controles ideales sobre lo que contienen.
Para el doctor Mercader la carne mexicana no tiene por qué ser un tema de preocupación para los atletas: “Está demostrado que el reservorio natural del clembuterol en los animales es el hígado y los casos que hay reportados de muertes e intoxicaciones severas se han dado en gente que ha comido hígado de res, no por la carne”, argumenta.
De acuerdo con el especialista en medicina del deporte, la carne mexicana al parecer se ha convertido en el chivo expiatorio para algunos casos de deportistas atrapados en doping por clembuterol.
Mientras sean peras o manzanas, la mala fama de la carne mexicana entre algunas organizaciones deportivas del extranjero es tal, que prohíben o no recomiendan entre sus atletas el consumo de cárnicos cuando visitan nuestro país.
Te puede interesar: Falso que coronavirus eleve exportaciones de carne mexicana a China: Sader
¿Sí o no hay clembuterol en la carne que consumimos en México?
“La carne mexicana que proviene de la industria formal no contiene clembuterol”, responde a Goula.lat, de manera contundente y por escrito, el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), organismo que además reitera que el uso del clembuterol para la engorda de animales de abasto se encuentra prohibido.
En efecto, el uso de clembuterol en la engorda de ganado está tipificado como delito en la Ley Federal de Sanidad Animal. “Sin embargo, sabemos que sí se utiliza, que sí hay ganaderos en los llamados rastros clandestinos que usan el clembuterol con la finalidad de obtener más dinero”, comenta el doctor Mario Mercader.
A decir del médico, esto no significa que exista un problema de salud pública. “Si toda la carne estuviera realmente contaminada de clembuterol, conociendo los efectos que tiene, muchísima gente estaría cayendo muerta por los trastornos cardíacos que produce”, señala.
El tema del clembuterol en la carne mexicana se torna en polémica cada vez que hay decomisos de carne contaminada, intoxicaciones entre la población o los mencionados dopajes en deportistas, eventos que han dado pie a investigaciones periodísticas e iniciativas políticas.
En abril de 2017, Quinto Elemento, una organización independiente de periodismo de investigación, presentó “La pesadilla del clembuterol”, un reportaje de la periodista Beatriz Pereyra, que daba cuenta de un estudio secreto, asegura, en que la Secretaría de Salud reconocía un problema de salud pública relacionado con el clembuterol.
Por su parte, Joel Molina, senador por Morena, presentó en 2020 ante la Comisión Permanente un punto de acuerdo para evitar el uso de clembuterol en la engorda de animales destinados al consumo humano.
A pesar de esto, tanto los productores como las autoridades dan por hecho que el clembuterol en la carne mexicana no es un tema de seguridad alimentaria o que dañe la actividad comercial.
“La Secretaría de Salud y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), llevan a cabo actividades de vigilancia y supervisión relacionadas con la inocuidad de los productos cárnicos”, nos comenta Comecarne.
La Sader asegura que con sus programas “Proveedor Confiable” e “Introductor Confiable”, la carne de res que proviene de unidades de producción pecuaria certificadas está libre de sustancias como el clembuterol.
“Adicionalmente, los 63 establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF) dedicados al sacrificio de bovinos toman muestras para detectar anabólicos; en 2019, los médicos veterinarios que laboran en este tipo de plantas realizaron 4 mil 183 muestras”, informó Sader en noviembre pasado.
La polémica que envuelve a la carne mexicana sigue vigente. Contrario al caso de la marchista Guadalupe González, el portero mexicano Guillermo Ochoa, quien en su momento fue absuelto de responsabilidad por el doping con clembuterol, buscará el próximo viernes junto a la Selección Mexicana de Fútbol, la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. ¿Qué mejor festejo que con unos tacos?
