Si la reforma a la industria eléctrica se aprueba en los términos enviados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, México contaminaría más, enfrentaría reclamos internacionales por la violación de acuerdos, la energía eléctrica costaría más y se generarían sobrecostos a las finanzas públicas por 1.4 billones de pesos. En resumen la energía será más contaminante y cara, ese es el panorama que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) prevé en “Una reforma que lastima a México”, análisis que el organismo presentó hoy.
El documento advierte que se daría prioridad a la electricidad generada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que tiene plantas que funcionan a base de gas natural, diésel y combustóleo. Con ello se dejaría de lado la inversión en energías limpias como las eólicas y las solares, que en su mayoría pertenecen al sector privado.
El documento incluso señala que México podría cancelar su tránsito a energías limpias y convertirse en un obstáculo para el cambio climático.
Esta decisión impacta directamente a empresas de alimentos y bebidas como Bimbo, Femsa, Nestlé o Heineken que han invertido en plantas de autoabasto y necesitan de energía para operar y cumplir con sus objetivos en materia de cambio climático y responsabilidad con el medio ambiente.
Además el documento señala que se “generaría un boquete en las finanzas públicas y la economía nacional. El costo de producción total subiría en al menos 62 mil 100 millones de pesos anuales. En conjunto con el subsidio eléctrico, los sobrecostos alcanzarían más de 1.4 billones de pesos”, advierte el documento.