Tan solo en el primer año de su implementación, se estima que el impacto económico de la nueva Norma Oficial Mexicana de Yogurt, la NOM-181, sea de más de 2,880 millones de pesos en costo aproximado para el sector, así lo advirtió René Fonseca, director general de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec) en un comentario emitido al expediente de dicha norma en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer).
“Más los que se acumulen en los siguientes años y las variaciones de inflación y tipo de cambio”, agrega el directivo.
Fonseca hizo este señalamiento en el expediente del PROY-NOM-181-SCFI/SAGARPA-2018, Yogurt que se mantiene abierto a consulta pública. En la carta, Fonseca solicita que se analicen nuevamente los costos que la regulación traería a los productores de yogurt.
“La Secretaría de Economía únicamente hace visible un posible costo asociado a la información comercial y lo relaciona de manera muy simplista con la contratación de un diseñador gráfico, sin considerar las modificaciones que sufrirán cada uno de los segmentos de productos en su proceso industrial”, dice el director general de Canilec.
Y pone como ejemplo que el incremento en los niveles de proteína, respecto de la regulación aún vigente, representaría un aumento del 7% en el costo de elaboración de los yogures. “Que sumando a la reciente inflación de los commodities y al resto de la inflación normativa, ocasionará un incremento de doble dígito en productos terminados”, subraya Fonseca.
Hace sólo unas semanas, Jesús Cantú, titular de la Unidad de Normalización, Competitividad y Competencia de la Secretaría de Economía, comentó a Goula que el PROY-NOM-181-SCFI/SAGARPA-2018 ya estaba aprobado por todos los actores relacionados y que su paso por Conamer, antes de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, sería un mero trámite. Habrá que esperar si hay respuesta por parte de las autoridades o sólo se procede a su publicación en el DOF.