El cambio climático repercute en la producción de alimentos como miel y uva. En México se perdió el 30% de colmenas, lo que impactó la producción en 40%; mientras que en Francia las heladas primaverales y las lluvias de verano ocasionaron que la producción de uva disminuyera, autoridades de ese país, estiman que se reducirá la producción en un 29% este año en comparación con el 2020.
Por ello, los productores han tenido que tomar medidas para paliar los estragos. Humberto Murillo, gerente de Miel Carlota, le dijo a Milenio que destinan el 30% de su presupuesto para apoyar a los apicultores con quienes trabajan.
En Francia, Julien Denormandie, ministro de Agricultura, dijo que el cambio climático es “probablemente la mayor catástrofe agrícola de principios del siglo XXI”. Bloomberg pronosticó que este año, la producción total de vino francés podría regresar al nivel de 1977, año en que se registraron heladas destructivas y lluvias atípicas.
El gobierno francés ya tomó cartas en el asunto y aprobó nuevas variedades de uva, además estudian opciones para mejorar e innovar su producción.
