Las ventas globales de electrolitos orales crecen descontroladamente. En 2020, este mercado se valoró en 10.7 miles de millones de dólares (mmd) y se espera que para 2028 alcance los 26.5 mmd, de acuerdo con datos de Verified Market Research. En menos de una década, las bebidas de suero rehidratante estarán en vías de triplicar sus ventas.
Uno de los principales factores para ello es, de acuerdo con esta consultora, “La creciente necesidad de controlar la deshidratación debido a la prevalencia de la diarrea”. Aunque el reporte de Verified Market Research resalta también el consumo de personas que buscan hidratarse durante el ejercicio vigoroso.
Otra empresa de análisis de mercados, Data Bridge Market Research, confirma sobre los electrolitos orales, en un reporte de septiembre de 2022, lo que podemos imaginar: el COVID-19 tuvo un efecto en el crecimiento de este mercado.
Primero, porque las soluciones de rehidratación oral fueron especialmente demandadas para atender cuadros de diarrea (las personas las prefieren sobre los métodos de rehidratación intravenosos) y, segundo, por las consecuencias “psicológicas” que nos dejó la pandemia.
“Una mayor consciencia y preocupación por un estilo de vida saludable de los consumidores está actuando como el principal punto impulsor del crecimiento de este mercado”, afirma el análisis de Data Bridge Market Research.
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La delgada línea entre sueros orales y bebidas rehidratantes
También en septiembre del año pasado, la Revista del Consumidor publicó el Estudio de Calidad que hizo a sueros orales, bebidas para deportistas y bebidas rehidratantes. Porque, aunque su venta en el supermercado pudiera sugerir otra cosa, no son lo mismo. No son simplemente bebidas. No entran dentro de la misma categoría.
A través de su medio informativo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) manifiesta su preocupación porque los compradores suelen confundirlas e incluso pueden llegar a beberlas como si de agua se tratase. La Revista del Consumidor hace una clara y necesaria diferenciación.
Los sueros o electrolitos orales son formulaciones para reponer líquidos de manera inmediata y evitar así la deshidratación ocasionada por alguna afección médica. “Aunque se consideran medicamentos o insumos a la salud, no requieren receta médica para su venta”, se lee en la publicación. Aquí entran marcas bien conocidas por los consumidores como Electrolit, Pedialyte y Solural.
Por otro lado, están las bebidas para deportistas que son eso: bebidas saborizadas no alcohólicas que ofrecen reponer el agua y los electrolitos perdidos por el cuerpo humano durante el ejercicio. Entre los gigantes de la categoría están Gatorade, Powerade y Enerplex.
Por último, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor define a las bebidas hidratantes: “Son bebidas saborizadas no alcohólicas elaboradas por la disolución de sales minerales, edulcorantes u otros ingredientes. No son Sueros Orales ni Bebidas para Deportistas”. El estudio incluye en este rubro, además de algunas presentaciones de Gatorade, las marcas Hidrolit, Rescata y Suerox.
Sobre este último, Profeco lanza la advertencia de que su nombre puede inducir a un error por parte de los consumidores, quienes pueden confundirlo con un suero oral.
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Los sueros orales no son cualquier bebida hidratante
La nutrióloga Ana María Tello resalta el incremento en el consumo de sueros orales en épocas de calor (primavera y verano) y también cuando las personas empiezan a realizar alguna actividad física.
“La incorrecta información aplicada en muchas ocasiones a la publicidad engañosa se traduce lamentablemente en el consumo de este tipo de bebidas en situaciones que no se requiere”, comenta para Goula la especialista miembro del Colegio Mexicano de Nutriólogos.
Desde hace tiempo, la mercadotecnia ha hecho su trabajo en las categorías de productos relacionados o asociados con una rápida hidratación. De un lado y de otro.
En 2019, Arca Continental presentó en México su bebida hidratante Isolite. En su logotipo la letra “o” tenía incrustada una cruz, en un intento por ligarse con prácticas de atención médica. Por si el mensaje no era del todo claro, el comunicado de su lanzamiento nos decía: “Esta nueva marca será el rehidratador oficial de la Cruz Roja Mexicana y de sus rescatistas”.
Electrolite, que sí es un suero oral, nos da a entender en su página en internet que su producto es una solución para la deshidratación provocada por resaca, deporte o calor. Ninguna de estas condiciones exige, médicamente hablando, de electrolitos orales.
La nutrióloga Ana María Tello, directora de Equilibrándote, nos explica que los electrolitos orales en realidad deben utilizarse para atender deshidrataciones severas provocadas por vómito excesivo, diarrea, sudoración prolongada excesiva, fiebre o quemaduras, exceso de orina o insolación. Los sueros orales también son excelentes aliados cuando se presentan signos de deshidratación general: decaimiento, confusión e irritabilidad, dolor de cabeza, fatiga, sequedad de piel, mareos y náuseas o estreñimiento.
De ahí a que los sueros orales deban beberse todos los días en el gimnasio, sólo porque hace calor o después de que se nos pasó la mano en el consumo de alcohol, hay un largo trecho que muchas veces los consumidores no distinguen.
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Los mexicanos compramos cada vez más sueros orales
Entre la pandemia, el calor excesivo de los últimos meses, deportistas confundidos con lo que deben beber para rehidratarse y las condiciones médicas que sí lo requieren, el consumo de electrolitos orales en México ha crecido de una manera más que llamativa.
En México, el mercado de sueros orales experimentó un incremento de prácticamente 30% durante el primer año de la pandemia (de junio 2020 a julio 2021). Esto de acuerdo a cifras compartidas con Goula por IQVIA, empresa de análisis de datos y soluciones tecnológicas para la industria de la salud a nivel global. En su último “corte de caja”, junio 2022 a julio 2023, IQVIA situó el valor del mercado mexicano de electrolitos orales en 5.3 millones de pesos.
Un gran punto a resaltar aquí es que estas soluciones de rehidratación oral no sólo se venden en farmacias. Como lo señaló la Revista del Consumidor, pese a que son considerados insumos para la salud, su venta no requiere receta médica por lo que pueden obtenerse prácticamente en cualquier tienda, desde el negocio de la esquina hasta supermercados.
De acuerdo con datos de ISCAM, consultora de información de mercados para el canal mayorista, el valor de ventas de los sueros orales de 2020 a 2021 (el lapso de la pandemia) se incrementó en un 44%. De 2021 a 2022 el crecimiento, aunque fue menor, registró un 21.8%, envidiable para cualquier sector.
Cuidado con el consumo desmedido de electrolitos
El negocio de los electrolitos orales crece sin saber qué tanto en realidad lo necesitaban sus consumidores. “Como profesional de la salud, debemos orientar sobre el uso correcto del suero oral, diferenciarlo con otras bebidas ‘similares’ y vigilar su consumo pero, sobre todo, evitar que se utilice de forma incorrecta o a libre demanda”, señala la nutrióloga Ana María Tello.
Los efectos secundarios de consumir sueros orales de manera innecesaria pueden variar de persona a persona. Sin embargo, la especialista advierte que esto puede llevarnos a náuseas, vómitos, edemas, hipernatremia (concentración elevada de sodio en sangre), trastornos digestivos e incluso deshidratación (aunque en teoría se utilice para evitarla).
“Estos efectos secundarios impactan de manera negativa en la correcta absorción y utilización de los nutrientes que comemos a través de los alimentos, provocando descompensaciones nutricionales que influyen en el desempeño físico y mental”, advierte Tello.
Así que no importa cuántos electrólitos orales diga tener una bebida o lo sabrosa que ésta sea. Si se tiene duda, lo mejor es preguntar a un especialista en nutrición y salud si vale la pena tomarla.