El negocio de la agricultura vertical busca transformarlo todo. No es un tema futurista, se trata de una industria que pretende cambiar el campo y el mercado lo más pronto posible. La necesidad obliga a cultivar más en menos tierra y asegurar alimentación para el mundo. Verde Compacto y Karma Verde Fresh, son empresas pioneras en México, te contamos de qué va su estrategia de negocio y cómo están innovando.
“Cerca del 40% de la producción agrícola del mundo se merma durante el camino que debe recorrer para llegar a las grandes ciudades”, asegura Leo Lobato, CEO de Karma Verde Fresh, una de las empresas pioneras en el desarrollo e implementación en México de lo que se conoce como granjas verticales.
La merma es sólo uno de los problemas a solucionar dentro del gran dilema que supondrá alimentar a los 9,700 millones de personas que habitarán el planeta en 2050 (unos 2,000 millones más que ahora), pero con cada vez menos tierras agrícolas. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte en su informe, “El estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura. Sistemas al límite (2021)”, que una tercera parte de los cultivos de temporal y casi la mitad de los de riego se ven afectados por la degradación de la tierra provocada por el ser humano.
Empresas de todo el mundo tomaron nota de estas evidencias y trabajaron en optimizar la agricultura vertical (basada en técnicas que llevan décadas en desarrollo, como la hidroponía y la aeroponía) para ofrecerla como una solución al reto alimentario que nos espera.
De acuerdo con Allied Market Research, la industria global de las granjas verticales en 2020 estaba valuada en 3 mil 240 millones de dólares. La expectativa para 2030 es que supere los 24 mil millones de dólares.
Hoy la apuesta por las frutas y verduras que crecen en las ciudades es tan grande que Walmart anunció a principios de este año que invertiría en la estadounidense Plenty, empresa especializada en cultivos verticales de interior, con miras a que se convierta en su proveedor de hortalizas.
Verde Compacto, una startup agrícola que también ha sido parte de los primeros pasos de la agricultura vertical en México, estima que para 2026 la agricultura vertical será la base de la producción de verduras frescas en las principales ciudades del mundo.
Así es, no todo germina en Estados Unidos. También hay empresas mexicanas que se declaran listas, con su propia tecnología, para que sus granjas verticales surtan a Walmart, Soriana, Chedraui, Sam’s y demás.
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Verde Compacto, granjas urbanas para hoteles y restaurantes
“En 2015, la agricultura vertical indoor ya era una realidad en otras partes del mundo, pero nos dimos cuenta de que en México no había nada al respecto”, recuerda Juan Gabriel Succar, CEO y director de Inteligencia Comercial de Verde Compacto. Succar y su socio Jorge Lizardi, que tenían ya algunos años como emprendedores en temas de aprovechamiento de energías renovables para el campo, se empeñaron en desarrollar un modelo de negocio de agricultura vertical en México.
El primer paso fue incubar la idea en el TEC de Monterrey, campus León, Guanajuato. Para el verano de 2016 consiguieron una inversión de 45 mil dólares provenientes de inversionistas privados guanajuatenses que creyeron en su proyecto. Ese dinero se ocupó para una etapa inicial: investigación y desarrollo de un producto mínimo viable. Viajaron a Estados Unidos para conocer todas las soluciones de agricultura vertical existentes y con base en ello desarrollaron su propia tecnología. En 2019, Verde Compacto inició oficialmente su etapa comercial con la venta de su primer sistema.
Esta empresa mexicana hoy ofrece Huvster, un sistema de cultivo vertical de interior capaz de producir 200 veces más vegetales por m2, o sea, hasta 5,000m en sólo 30 m2. La granja se encuentra dentro de un contenedor (como con los que se transportan mercancías en los barcos) que alberga 336 torres de 2.1 metros de alto que brindan el espacio suficiente para albergar, aseguran, alrededor de 5,760 plantas.
El Huvster cuenta con sistemas de iluminación y ventilación que ofrecen el clima ideal para que las plantas crezcan sin importar el ambiente que haya en el exterior del contenedor. Además, su sistema de irrigación por goteo promete ahorrar hasta 90% de agua en comparación con la agricultura tradicional. El Huvster gasta 19 litros de agua al día.
“Hoy tenemos granjas funcionando en México, Estados Unidos y en la Polinesia francesa”, comenta Jorge Lizardi, CEO y director de operaciones de la empresa. Aunque por ahora su venta es de sólo 10 Huvster, Juan Gabriel Succar comparte que Verde Compacto se encuentra en una nueva etapa comercial que les exigirá la capacidad de producir más de 100 contenedores, específicamente para Estados Unidos y México.
El Huvster se cotiza desde los 99,000 dólares. El equipo de Verde Compacto ve como clientes a restaurantes, hoteles y supermercados. Para Lizardi, su sistema es una inversión redituable para este tipo de empresas.
“Desarrollar todo el sistema en un contenedor nos permite que sea rentable, La idea es que quienes compren Huvster realmente compren un negocio”.
Verde Compacto ofrece a estos negocios la posibilidad de obtener lechugas, arúgula, espinaca, acelgas, albahaca, cebollín, tomillo, hierbabuena, flores comestibles, rábanos, y zanahorias baby los 345 días del año.
“Y lo puedes hacer en tu ciudad, a un lado de tu negocio. La agricultura vertical permite tener una seguridad alimentaria sin importar la zona en que vivas. Eso es lo que está haciendo que crezca tanto en todo el mundo”, concluye Juan Gabriel Succar.
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Karma Verde Fresh, listos para surtir a los supermercados de México
“Hace 6 años, en una reunión de la U.S. Chamber of Commerce, frente a la Casa Blanca, me presentaron a una persona que me habló de la agricultura vertical. Me habló de cómo venía creciendo y de que en el futuro los nuevos billonarios serían agricultores. Al terminar la reunión, cuando ya se iba, esta persona volteó y me dijo: ‘Leo: si quieres desarrollar la agricultura vertical en México, yo invierto en tu negocio’”, narra Leo Lobato, CEO de Karma Verde Fresh.
Durante los siguientes dos años, Leo Lobato viajó por el mundo para conocer esta práctica agrícola. Austria, Países Bajos, Italia, Japón, Canadá y Alemania fueron parte de las paradas para conocer a las organizaciones de agricultura vertical del primer mundo.
“Fue una chinga”, dice Lobato. “Después de tanta investigación, compramos cuatro de estos equipos en Holanda. Los trajimos, los instalamos en Monterrey y no nos sirvieron. ¡No venían con instructivo!”, comenta con una sonrisa.
Lobato comprendió que debía tomar la idea de estos equipos, pero desarrollar su propia tecnología para adaptarla en México. Sobre todo desde el punto de vista financiero para que productores locales puedan participar en el desarrollo de sus propias granjas urbanas.
Tras cuatro años de “quemar lechugas” (como a Leo Lobato le gusta decir) en instalaciones propias y en laboratorios instalados en distintas universidades mexicanas, Karma Verde Fresh es hoy una realidad: a finales del año pasado concluyeron el desarrollo de su propuesta de agricultura vertical.
Sus sistemas KVF-AG6 y KVF-AG10 están constituidos por racks verticales que pueden instalarse casi en cualquier lugar cerrado y ocupan apenas unos pocos metros. “Con tres muebles KVF-AG10, que caben en 5 m2, se puede sembrar el equivalente a una hectárea de hortalizas en un invernadero o en el campo. Nadie puede hacer eso en todo el mundo, sólo nosotros”, señala Leo Lobato.
En estos tres meses iniciales de la etapa comercial de Karma Verde Fresh ya han vendido su primer sistema KVF-AG10 (que consta de 10 racks verticales). Su costo es de alrededor de 190 mil dólares, incluye instalación, insumos, energía, agua y mano de obra. “Todo lo que se ocupa para operar, incluida la capacitación”, agrega. El retorno de inversión puede ir de uno a cinco años, esto depende de varios factores, como qué se produzca y a quién se venda.
“Puedes producir cilantro, perejil, arúgula, lechuga, espinaca, fresa… un mundo de alimentos que se pueden cosechar, en su mayoría, cada 20 días. En vez del máximo dos cosechas que se dan en el campo al año, puedes tener 16 cosechas al año”, dice Lobato.
El CEO de Karma Verde Fresh asegura que su modelo de negocio es tan viable que ya hacen pruebas de productividad para Walmart en México. Leo Lobato es un hombre de negocios, más allá de las startup agrícolas. El empresario tiene un restaurante en Washington D.C.,una empresa de soluciones tecnológicas para ciencias atmosféricas en México y otra dedicada a tecnologías de la información para corporaciones en Centro y Sudamérica. Por ello tiene acceso a lugares como la U.S. Chamber of Commerce y el atrevimiento de rozarse con las grandes corporaciones.
“Tengo un teléfono rojo en mi casa. Cuando lo necesito, no hay dueño o director general de ningún supermercado, Walmart, Chedraui, Merco, Sams…, al que no pueda llegar con una llamada”, sostiene.
Karma Verde Fresh se encuentra ahora en busca de socios comerciales regionales que quieran invertir en sus sistemas para que juntos puedan surtir de alimentos a las tiendas de autoservicio de todo México. Ese es el plan.
Leo Lobato ve el futuro con optimismo: “En Estados Unidos hay ya cuatro o cinco Unicornios de la agricultura vertical, con fondos de inversión sobre los mil millones de dólares. Nosotros estamos en ello”.