En 1961, la familia González se dedicaba a la venta de quesos y se dieron cuenta que se oreaban mejor en mallas metálicas. Las ocuparon y, con la exposición, los cuadritos de metal se incrustaron en el queso. De ahí, cuentan ellos, nació el nombre de la compañía. Fue cuestión de tiempo para que los lugareños lo popularizaran.
Desde entonces, la novedad es un poderoso atractivo en el que han apoyado su ascenso. Hace 20 años, Grupo Cuadritos fue pionero en el mercado de las leches alternativas. Lo siguen siendo. Entre sus más recientes lanzamientos están una leche de macadamia, otra de plátano y coco y una más que tiene la mitad de leche de vaca y la misma cantidad de un lácteo vegano. De negocio familiar a empresa internacional se dedican a la producción, distribución, comercialización, maquila y exportación de productos alimenticios.
“Buenos productos a precios justos y que sean diferentes a lo que hay”, cuenta Raúl Katthain, CEO de la compañía sobre las claves que han posicionado a la empresa, que también produce en Estados Unidos y Sudamérica.
Katthain llegó hace 25 años para ayudar a la familia en su expansión. Él es ingeniero en alimentos de profesión y la cara más visible del negocio. “Iba a estar sólo cinco años pero nunca me fui, terminé enamorado del negocio y me asocié con ellos”, recuerda.
En ese tiempo, la ola vegana comenzó a tomar fuerza. Katthain cuenta que por casualidad conoció a dos expertos de la industria: Steve Demos y John Mackey. El primero fundó la compañía de lácteos Silk, que popularizó el consumo de leche de soya, coco y almendra; mientras que Mackey le dio una sacudida a los supermercados convencionales al crear Whole Foods Market, tienda especializada en opciones orgánicas.
“Comíamos hamburguesas veganas, nos juntábamos a platicar sobre las tendencias, ellos pasaron de vender 10 millones de dólares a 400, algo les aprendí”, bromea.
La primera apuesta de Grupo Cuadritos por el mercado orgánico fue con leche de soya. Para ello se asociaron con Gabriel Irurita, también productor de lácteos. Ambos comenzaron vendiendo 100 mil litros al año. Eso fue hace dos décadas, hoy venden 17 millones de litros. Aunque podría pensarse que es un gran volumen, Raúl aclara que es lo que gigantes de la industria como Grupo Lala o Alpura, producen ¡en una hora!
“Identificamos un mercado potencial y empezamos a construir un cambio, de ahí en adelante todo ha sido no quitar el dedo del renglón”, agrega el empresario.
Diversificación y la apuesta por el mercado local
El principal diferenciador de sus productos es el proceso que tienen detrás. Cumplen con todas las regulaciones sanitarias pero afirman que su oferta es mucho más sana. “Va más allá para satisfacer los altos estándares del consumidor”. Por ejemplo, en sus ranchos sólo pastan tres vacas por hectárea. “Son de libre pastoreo, las tratamos bien y van felices a la ordeña. Al final eso reditúa en la calidad del producto ”, afirma Katthain.
Otra de sus apuestas es crear productos personalizados para cada integrante de la familia, por lo que cuentan con una cartera de más de 14 marcas entre leches, quesos, yogures, crema, aderezos, proteína, botanas y agua saborizada. Entre las opciones propias están Biolac, Bové, Cuadritos, Güd y Planet Vegan; pero también elaboran productos para empresas como Bafar, Sabori, Aires del Campo o Walmart, mismas que los etiquetan bajo sus marcas.
“Del mundo orgánico tenemos el 60% del mercado, pero en el mundo convencional sólo entre el 5 o 6%”.
El directivo afirma que el mercado nacional está cada vez más “capturado” por la ola verde, lo que les cae muy bien. Se espera que la demanda de esos productos despunte en los años venideros, sobre todo, para satisfacer a un consumidor más consciente y joven.
“Este año creció 25% nuestro mercado de las leches vegetales. Nos enfocamos a las tendencias alternativas como las leches de almendras y coco. Fuimos los primeros en lanzar una leche de macadamia, tenemos una leche de banana que no tiene ni granos ni cereales y buscamos posicionar una leche mitad deslactosada de vaca y mitad alternativa, que no pierde consistencia ni sabor”, agrega. Esa última opción está dirigida al mercado de entre 16 y 25 años, que son quienes están más preocupados por su alimentación.
Con la pandemia detectaron el interés por esos productos, aunque ya traían un crecimiento natural de seis meses antes. Aún así, algunos productos, como sus quesos veganos tuvieron un alza de 50% en la demanda.
“Ahora vamos por la venta porcionada para capturar el mercado de sándwiches y food service. Queremos llegar a las pizzerías y a los restaurantes. Esta pandemia nos obliga a estar más cerca del consumidor para satisfacer sus necesidades”, menciona Katthain.
Alianzas y exportación, el camino que viene
Además de satisfacer al consumidor nacional, el mercado natural por cercanía es el norteamericano en donde tienen presencia desde hace 15 años. Actualmente tienen plantas de producción en Colorado y Denver, en donde laboran poco más de 300 empleados. Su estrategia se centra en vender productos para el mercado hispano y centroamericano.
Colombia es otro de los países a los que llegaron desde hace dos años, y con todo y pandemia, la apuesta para 2021 es posicionarse en Guatemala. Cada vez que proyectan llegar a un mercado nuevo, buscan socios en cada país, estrategia que los ayuda a consolidarse.
“El futuro tiene dos claves: innovación y alianzas, quienes no las entiendan no prosperarán”, sentencia el directivo.