Está claro que el tema de los desechos plásticos nos incumbe. Más si consideramos que nuestras elecciones a la hora de comer son protagonistas del problema: más de la tercera parte (36%) de todos los plásticos producidos, se utilizan en envases para alimentos y bebidas. Esto incluye recipientes que se usan sólo una vez y se tiran. El dato viene del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El diagnóstico de este programa de la ONU es contundente: “Nuestro planeta se está ahogando en plástico. Es hora de cambiar la forma en que producimos, consumimos y desechamos el plástico que usamos”.
De acuerdo con cifras de la Quinta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), que se realizó del 28 de febrero al 2 de marzo pasados, los seres humanos desechamos cada año 400 millones de toneladas de plásticos, esto es, casi 20 kilos de plástico por habitante.
De esas toneladas de plástico que tiramos, se estima que 8 millones terminan en los océanos, con las graves consecuencias medioambientales que, aunque no entendemos del todo, sí podemos imaginar. Recordemos tan sólo las incontables imágenes de animales marinos atrapados entre residuos plásticos. El resto de nuestros desechos de este material suelen perderse, en un buen porcentaje, en vertederos, como desechos no regulados.
Y ya no hablemos de las partículas de microplásticos que surgen de la degradación de las piezas originales de este material. Aún no se conocen del todo sus efectos, pero el pronóstico tampoco es alentador.
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Las soluciones no están sólo en manos de los líderes ambientales del mundo. Los consumidores conscientes también podemos hacer la diferencia para desplastificar el planeta. Aquí las acciones que puedes llevar a cabo para ayudar, algunas que quizá no han pasado por tu cabeza y otras que vale la pena recordar.
1.Consume alimentos a granel de productores locales. “Cuando lo haces hay más posibilidades de evitar los plásticos de un sólo uso. Cuando compras tus alimentos en un supermercado, la gran mayoría van a venir empaquetados en plástico”, comenta Ornela Garello, activista de la Alianza México Sin Plástico, una red de organizaciones de la sociedad civil, ambientalistas y ciudadanas. En cambio, los productos locales no invierten en ese tipo de empaquetados que contaminan. Desde los mercados de barrio hasta tiendas cero residuos, siempre hay opciones cercanas para consumir de esta forma. Conserva lo más posible tus bolsas reutilizables y tenlas siempre a la mano para sustituir las bolsas de plástico.
2.Recipientes reutilizables para comprar alimentos. Llévalos contigo siempre. “Es nuestra principal recomendación. Por ejemplo, en vez de pedir comida, por medio de una aplicación de movilidad, a un restaurante lejano, mejor compra en restaurantes cercanos a ti y lleva tus recipientes para que ahí te sirvan la comida”, dice Garello, quien también es campañista del programa Océanos sin Plásticos de Greenpeace. Tampoco está de más llevar contigo una botella de agua o un vaso rellenable para café o té, hay varias cafeterías que disminuyen un porcentaje del precio si te sirven en tu propio recipiente. Tómalo en cuenta.
3.Recicla tapas de plástico. Para ayudar a pacientes con cáncer, junta todas las tapitas de plástico que se crucen en tu camino. Banco de Tapitas es una asociación no gubernamental que se encarga de recolectar, almacenar y reciclar tapas de plástico de todo tipo. Esto les permite hacerse de recursos para apoyar a personas con cáncer y costear sus tratamientos. Esta asociación también dona pelucas oncológicas y prótesis oculares para estos pacientes. Ubica aquí el lugar donde puedes llevar tus tapitas de plástico.
4.No uses platos, vasos ni cubiertos desechables de plástico, ¡y menos de unicel! Si haces una fiesta, prefiere tu vajilla. Ofrece alimentos que se coman con las manos como tacos, pizzas o sándwiches. Ya si de plano tienes que usar utensilios desechables, busca las opciones compostables o biodegradables.
5.Recicla los desechos plásticos que generas. ¡No los tires! Ecolana es el mapa que te dice dónde puedes llevar tus plásticos y otros desechos. Sólo tienes que entrar a su página, hacer una búsqueda por estado, municipio y tipo de residuo. La página de Ecolana te dirá cuál es el reciclador o centro de acopio más cercano. Ecolana también cuenta con un app donde marcas aliadas como Nestlé, Grupo Modelo, Tetra Pak y Porrúa te ofrecen recompensas por reciclar.
6.Evita el uso de plásticos de un sólo uso no sólo en la comida. Un ejemplo de esta tendencia —si bien en otro campo distinto al de los alimentos— es Desplastifícate. Es una marca mexicana de productos biodegradables de limpieza y cuidado personal, pero que vienen en envases de vidrio que se rellenan a domicilio o en tiendas ecológicamente responsables. En cuanto a tu pasta de dientes o tu jabón para lavar trastes se terminen le puedes llamar a esta marca para que te lleven nuevos. Por cada envase vacío que entregues te descontarán 15 pesos. La marca tiene planes de suscripción, el básico es de 350 pesos al mes e incluye cuatro productos a recibir y un envío gratis. Por ahora, sólo trabajan en Monterrey y la Ciudad de México.
7.Fomenta nueva mentalidad “plástica” para todos. Basta de que en México el problema del plástico sea de alguien más o de aquel lugar donde paró de rodar la botella de PET. En Brasil cuentan con Ecoenel, un programa que entrega bonificaciones en el pago de energía eléctrica a las personas que lleven sus residuos, entre ellos plásticos, a reciclar. En Alemania existe el sistema Pfand, que consiste en un depósito de dinero que se paga de forma adicional al comprar alimentos o bebidas en envases de plástico, lata o vidrio. Una vez que se consumen los productos, los envases se llevan a puntos de acopio ubicados en los supermercados. El depósito es devuelto en efectivo o como descuento para una próxima compra. Es momento de que gobierno, empresas y consumidores mexicanos nos preguntemos si podemos hacer más de lo que tenemos a la mano.
8.Sé un activista del cambio. Separa tus residuos, ayuda a quien necesite orientación para hacerlo, recicla tus residuos orgánicos, lleva tus propios recipientes de compra. Pide a los restaurantes y proveedores de alimentos locales que abandonen los envases de plástico. Cuando viajes, o en tu mismo hogar, evita los recipientes para alimentos de un sólo uso. Promueve la cultura del “No al plástico” entre tus amigos.
