Aunque se han descubierto cerca de 50 mil plantas comestibles, solo entre 150 y 200 son consumidas regularmente por los humanos, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Este hecho impulsa la pérdida de biodiversidad.
Georgina Gómez, líder de nutrición para Unilever México y el Caribe, rescata cinco alimentos que deberíamos consumir más y que están a nuestro alcance. Todos se mencionan en el listado de Los 50 Alimentos del Futuro, presentado por WWF.
No hay que olvidar que entre las opciones alimenticias que México le ha dado al mundo y que aparecen en esa selección, hay verdaderas “joyitas” con alto valor nutrimental como los nopales, el amaranto, el aguacate, la chía o el cacao. Los superalimentos que aquí mencionamos no son de origen mexicano, pero son igualmente nutritivos, y se encuentran fácilmente en el mercado o súper mercado donde realices tu despensa.
Arroz Salvaje (Zizania palustris)
Origen: Canadá y Estados Unidos
En estricto sentido, este superalimento no es un arroz. Se trata de la semilla de una hierba semiacuática que crece en los lagos y ríos de América del Norte. Es un grano de color oscuro y mucho más largo que el arroz que conocemos. “Una taza de arroz salvaje cocido nos da el 10% del requerimiento diario de fibra”, destaca Georgina Gómez. 100 gramos de arroz salvaje proveen casi el doble de proteína que el arroz blanco (4 gramos contra 2.3 gramos), de acuerdo con datos del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). También proporciona menos calorías: 101 calorías contra 130 calorías en la misma porción de 100 gramos. El arroz salvaje se cocina igual que el arroz común (aunque su cocción es un poco más tardada) y se acompaña muy bien con carnes.
Linaza (Linum usitatissimum)
Origen: Países mediterráneos
Sobre todo es originaria de Asía. “La linaza es uno de los pocos vegetales fuente de omega 3, una grasa que conocemos sobre todo a partir de los pescados. Y la verdad es que los mexicanos casi no la consumimos”, afirma Gómez. Son múltiples los estudios que demuestran que las grasas omega 3 están catalogadas dentro de las grasas buenas que incluso son benéficas para la salud del corazón. Una de las investigaciones más recientes, publicada en el Journal of the American College of Cardiology en 2020, demostró que los ácidos grasos omega 3 ayudan a mejorar el pronóstico de salud de quien ha sufrido un infarto de miocardio. La linaza es también una gran proveedora de fibra. Una buena sugerencia para incluir este superalimento en tu dieta es que la harina de linaza puede ser usada para cualquier horneado. Así es, podríamos hacer muffins de linaza. O mejor aún: ¡tortillas de linaza!
Kale (Brassica oleracea, variedad sabellica)
Origen: Asia Menor
Esta col verde de hojas rizadas (algunas veces con tonos azules o púrpuras) llegó a Europa hace siglos y “echó raíces” sobre todo en Alemania, de donde algunos creen que es originaria. “El kale es una buena fuente de vitaminas A, K y C. Es un superalimento que podemos utilizar para alternar con otras hojas verdes, como las espinacas. Así colaboramos a la diversificación de alimentos que consumimos”, comparte la experta. Esta súper hortaliza es también una buena fuente de calcio: una porción de 100 gramos de kale aporta 254 mg de este elemento, mientras que la espinaca proporciona sólo 67 mg. Esto según datos del Servicio de Investigación Agrícola del USDA. Como se sabe, el calcio es fundamental para tener dientes y huesos fuertes. La siembra del kale se planea cuidadosamente para su cosecha de otoño-invierno. Es una planta resistente, capaz de soportar temperaturas tan bajas como -15 grados centígrados.
Lentejas (Lens culinaris)
Origen: Norte de África y Oriente Medio
Los mexicanos solemos comer lentejas sólo en sopa. ¿Alguien piensa en alguna otra preparación común con estas leguminosas? Georgina Gomez comparte algunas opciones: por su consistencia funciona muy bien para incluirlas en carne para hamburguesas o albóndigas. “Es una alternativa para las dietas flexitarianas, que tienen una base vegetal pero no dejan de incluir alimentos de origen animal. Y por supuesto para dietas veganas o vegetarianas por su gran aporte de proteínas y hierro”. Por si fuera poco, este superalimento tiene una huella de carbono 30 veces menor que la carne bovina, de acuerdo con datos de la Meat Eaters Guide to Climate Change & Health de la organización Environmental Working Group.
Hojas de betabel (Beta vulgaris)
Origen: Sur de Europa y Norte de África
La parte verde y frondosa de los betabeles pasa casi desapercibida para nosotros, pero hay que saber que es la parte más nutritiva de la planta. En efecto, se trata de un superalimento que suele ir directo a la basura. Las hojas de betabel tienen altos contenidos de magnesio y potasio. El magnesio, por ejemplo, ayuda a regular reacciones bioquímicas en el cuerpo relacionadas con la función muscular y nerviosa, la presión arterial y el control de la glucosa en sangre. Además, este alimento aporta hierro y vitaminas A y K. Las hojas de betabel son ricas en luteína y zeaxantina, carotenoides que requiere el ojo humano en altas concentraciones para su funcionamiento ideal. El estudio The Role of Lutein in Eye-Related Disease señala que la falta de luteína y zeaxantina colabora a desarrollar enfermedades degenerativas relacionadas con la edad, como la degeneración macular y las cataratas. “La implementación de las hojas de betabel en nuestra cocina es en realidad muy sencilla: se puede utilizar en sopas, guisados y ensaladas”, recomienda la nutrióloga Georgina Gómez.
