El reinado de China como “la fábrica del mundo” se tambalea y cada vez más eventos parecen confirmarlo.
Por un lado, las cadenas de suministro se han interrumpido debido al COVID-19. Por otra parte, la crisis de los contenedores ha incrementado en hasta cinco veces los costos de transportación marítima. Tampoco olvidemos la guerra comercial entre Estados Unidos y China que inició Trump. Y no dejemos fuera la escasez de microchips que ha frenado la recuperación económica.
Todos esos elementos de escala global han generado una “tormenta perfecta” que pone en evidencia que la producción mundial no puede centralizarse.
El offshoring, esa jugada maestra de los 80 y 90 que consistió en trasladar los procesos de manufactura a países con condiciones económicas más favorables (mano de obra barata como la de China e India, por ejemplo), también da indicios de hacerse viejo. Como otra opción, ya levanta la mano otro anglicismo, pero éste con la promesa de traer más ventajas a nuestro país: el nearshoring.
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¿Qué es el nearshoring y por qué es clave para México?
El nearshoring es la estrategia de negocios que permite a las compañías acercar los centros de producción a sus mercados de consumo. Al contar con cadenas de suministro más cortas, se obtienen beneficios en materia de logística y de transporte, lo que permite dar respuestas rápidas y flexibles a las necesidades del cliente.
Se trata, en realidad, de un modelo de producción industrial que no es nuevo. “En los últimos 10 años, las empresas se han dado cuenta de que ya no les conviene, como se dice coloquialmente, poner todos los huevos en una canasta”, comenta Diego León, Marketing & Research specialist de Newmark, empresa consultora que cuenta con una división de soluciones industriales y logísticas. Y agrega: “Por eso ha cobrado más relevancia el nearshoring. Cuando China se paralizó por la pandemia y ya no tenían de dónde abastecerse, esto se confirmó.”
Muchas de las empresas transnacionales ya están reubicando parte de sus operaciones a alguno de los países vecinos de sus principales consumidores. “Es así que México se posiciona como una alternativa muy atractiva”, se lee en el reporte Nearshoring: el turno de México de Newmark.
Nuestra cercanía con Estados Unidos nos coloca en un lugar estratégico con ventajas que muy pocos países pueden presumir y que las compañías miran hoy más que nunca con agrado. “El nearshoring será una práctica clave para la recuperación económica de México”, pronostica Diego León.
4 ventajas del nearshoring que son una fortaleza en México
“México es la única opción viable para que China pueda tener acceso al mercado estadounidense y pueda suministrar sus mercancías, situación que nos pone en una posición privilegiada”, señala el reporte Tendencias 2021. Inversión extranjera directa en México de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP).
Aquí señalamos cuatro ventajas competitivas de tener una enorme frontera con Estados Unidos:
- Ahorro de costos y de tiempo. El tema central de todo esto. Las empresas quieren ahorrar y el mover sus mercancías desde cualquiera de los países asiáticos (Corea del Sur, Taiwán y Singapur para más ejemplos) es cada vez más costoso. Nearshoring: el turno de México lo resume así: “Mientras un container de 40 pies proveniente de China hacia Estados Unidos supera un costo de transporte de 4,000 dólares y cerca de 5 semanas; en México, el costo es menos de la mitad y solo toma unos cuantos días”.
- Mano de obra a buen precio y calificada. Nearshoring: el turno de México señala que la mano de obra mexicana está bien calificada y prueba de ello es que se encuentra en el puesto 8 con más ingenieros graduados a nivel mundial. “A su vez, mantiene costos competitivos: un trabajador promedio en México cuesta cerca de 3.90 dólares frente a 4.50 dólares en China y presenta una tasa de crecimiento salarial anual 2% inferior a la del país asiático”, menciona el análisis.
- La hora y guardar bien los secretos. Los riesgos de robo de secretos comerciales son menores debido a que las leyes de propiedad intelectual en México son equivalentes a las de Estados Unidos. Incluso el tema de compartir tres husos horarios con los vecinos del norte es un factor importante para tomar decisiones de negocio.
- Infraestructura y tratados comerciales. Para Newmark, México tiene una gran carta de presentación gracias a los convenios que ha firmado con otras naciones: 13 tratados de libre comercio con 50 países y 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRI) con 33 países, entre otros. Además, nuestro país cuenta con una red logística, si no maravillosa, sí sólida, con más de 117 puertos marítimos, 64 aeropuertos internacionales, 27 mil km de vías férreas y 51 mil km de carreteras federales.Todos estos pros llaman la atención no sólo de compañías estadounidenses, también de europeas, latinoamericanas y asiáticas que ahora quieren estar más cerca del mercado norteamericano.
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La importancia de invertir en autos y alimentos
Para el Instituto Mexicano de la Competitividad, la Inversión Extranjera Directa ha sido una de las palancas más importantes para la economía mexicana, pues detona la creación de empleos, la innovación tecnológica y una mejor integración en el comercio internacional.
De acuerdo con Tendencias 2021. Inversión Extranjera Directa en México, Estados Unidos encabeza la lista de naciones que han planteado nuevas iniciativas y proyectos de inversión en México con el 25% de estos, le siguen China (21%), Corea del Sur (10%), Japón (8%) y Alemania (4%).
Si lo visualizamos por sector, la mayor presencia de empresas en los parques industriales ubicados en México corresponde al sector automotriz y autopartes (24%), seguido de los centros de distribución y logística (16%), eléctrico–electrónico (7%), metalmecánico (7%) y alimentos y bebidas (5%).
No es de extrañar que los grandes ejemplos del nearshoring en favor de México provengan de la industria automotriz. En los últimos años marcas como KIA, Toyota, Mazda, JAC y Fiat llegaron al país con una larga lista de proveedores a sus espaldas.
En el sector alimentos y bebidas también han sucedido estas inversiones. Aunque no se anuncian como maniobras de nearshoring, podemos ver lo estratégico que somos en las decisiones de inversión.
El caso más reciente es la llegada de SIG Combibloc a México. El proveedor suizo de sistemas y soluciones para envases, uno de los más grandes del mundo, anunció en octubre pasado que invertirá 70 millones de euros para desarrollar una planta de producción en Querétaro que planea abastecer sus mercados en Estados Unidos, Canadá, México, Centroamérica y el Caribe.
Otro ejemplo sucedió cuando, en enero de 2020, Nestlé informó que destinaría 700 millones de dólares para modernizar las 17 fábricas que tiene en México. La inversión estaría enfocada en “integrar tecnología de punta para incrementar la productividad, mejorar procesos, ampliar la capacidad productiva y garantizar la gestión responsable de recursos naturales”, comunicó la compañía.
Apenas en junio de este año, Unilever, la gigante mundial en el sector alimentos y helados, anunció una inversión por 5,500 millones de pesos con lo que espera elevar la capacidad de sus cuatro plantas de manufactura, ubicadas en el Estado de México, Morelos y Ciudad de México. La noticia, que fue presentada en conjunto con la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, destacó que la inversión generará más de 3,000 empleos directos e indirectos e impulsará el crecimiento, en nuestro país, de pequeñas y medianas empresas.
No será ahora, pero el nearshoring parece ser el rumbo
Un análisis de la consultora en inversiones inmobiliarias comerciales CBRE, publicado en mayo de este año, informa que las ciudades mexicanas que más aprovecharon el nearshoring durante 2020 fueron Monterrey, Tijuana y Querétaro. CBRE destaca que la capital de Nuevo León es el mercado más atractivo para esta práctica de negocios debido a su industria diversificada y cercanía con Estados Unidos.
Durante el año pasado los sectores más activos en relación con el nearshoring en el país fueron muebles (23%) seguido de electrodomésticos y electrónicos (20%), equipo médico (15%), máquinas y herramientas (14%) y autopartes (12%).
El sector alimentos y bebidas no quedará fuera de la tendencia. El informe Cómo México podría beneficiarse de un reajuste en las cadenas de suministro globales de PWC afirma que nuestra capacidad manufacturera en alimentos envasados es superior a las de Vietnam, Malasia e Indonesia, y muy cercana a las de Tailandia y China.
“Es un proceso que no se puede hacer de la noche a la mañana porque se requiere inversión, infraestructura y demás, pero esto se va a acelerar en los próximos dos años”, remata Diego León.