A principios de abril de este año, la empresaria María Esther Rodríguez de la Serda tenía una idea ambiciosa: acercar los productos de la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA) a los consumidores que no la visitan. No lo hacen porque quizá su rutina no tiene que ver con ella, además, influyen el tráfico y la falta de tiempo para trasladarse hasta donde se encuentra este mercado gigantesco: la remota alcaldía de Iztapalapa. La idea de Rodríguez de la Serda cristalizó en una plataforma digital: Click Abasto.
Pero, ¿un mercado de las dimensiones y el historial de la CEDA está preparado para las transacciones electrónicas y sus implicaciones?
La Central de Abasto: el gigante que nunca duerme
A diario, las 24 horas de los 365 días del año, la CEDA recibe a medio millón de visitantes. Tiene 347 bodegas y 355 locales distribuidos en cuatro naves. En poco más de 327 hectáreas, cabría 51 veces el Zócalo de la Ciudad de México.
Sus pasillos parecen interminables, ahí se compra todo tipo de productos como abarrotes, víveres, frutas, legumbres, aves y cárnicos. También se pueden encontrar subastas de productos internacionales, inesperados bailes de sonideros locales, coloridos murales de artistas urbanos e historias que parecen sacadas de una película de terror o de comedia, según sea el caso.
La CEDA no es poca cosa y en el tema comercial ni se diga. De acuerdo con datos del Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto, la central recibe productos de todos los estados de la República Mexicana y de más de 10 países, como Canadá, Chile, Turquía, España, Alemania, India, Nueva Zelanda, Argentina y Perú.
Es considerada por la Unión Mundial de Mercados Mayoristas como el centro mayorista más grande del mundo. Su valor de operación comercial de compra y venta anual asciende a 9 mil millones de dólares. Para tener una idea más clara, en este lugar se comercializan 30 mil toneladas de productos diariamente y se almacenan hasta 120 mil.
Los comerciantes mueven ese volumen de producto y de capital todos los días, casi de la misma manera que 37 años, cuando se inauguró este espacio en 1982.
Un click para abastecer a la megalópolis
Rodríguez de la Serda estaba muy consciente de cómo funciona el consumidor digital. Sabe que compara opciones en internet y busca calidad y precio en los productos que consume. “Pero no solo eso,” añade la empresaria, “también como consumidores nos fijamos en la practicidad para adquirir los productos en línea desde la comodidad de nuestra casa y con diversos métodos de pago”.
Ella tiene un punto: por un lado de acuerdo con la asociación IAB México, para 2022 se vislumbra que existan 14 mil millones de dispositivos conectados a internet. Y, por otro lado, según datos de la Asociación de Internet.MX, la tarjeta de crédito y débito tienen un 65% de preferencia para pago y los monederos electrónicos se posicionan como el tercer método de pago favorito para los compradores en línea en México.
“Este proyecto busca apoyar directamente al productor mexicano, agilizar la cadena de suministro de los comerciantes de la central y beneficiar al consumidor final con grandes ahorros y artículos de calidad”.
El proceso de compra es sencillo: El cliente entra a la web, elige los productos que necesita y un shopper de Click Abasto acude a la Central a elegir los mejores productos de hasta 30 locatarios, que hasta ahora están inscritos en la plataforma. La entrega se realiza en 48 horas y si la compra supera los 699 pesos, no hay costo de envío.
Otro factor importante es que el pago, que se puede hacer con tarjeta de crédito o débito a través de la plataforma o en efectivo en la entrega. También aceptan la tarjeta Sí vale y pagos a través de la plataforma Pay Pal.
Hasta el momento ni los locatarios que se registren ni los clientes pagan ningún tipo de comisión. Esto ha ayudado a que el número de productos que se ofrecen aumente y que hasta el 30 de noviembre pasado, en la plataforma se pueden encontrar más de 1,500 productos diferentes. Se llevan a cabo cerca de 300 transacciones diarias con un ticket promedio de $770 pesos.
“El cliente final se beneficia en muchos aspectos. Justo ahora llegar, entrar y salir de la CEDA es un problema con las obras y remodelaciones. Con Click Abasto ya no tienen que ir y pueden tener la certeza de que obtendrán la mejor calidad al mejor precio, pues nosotros obtenemos precio al mayoreo”, aconseja Rodríguez de la Serda.
La empresaria sabe que muchas veces la resistencia al cambio puede ser un obstáculo, sobre todo cuando se trata de comerciantes mayores. “No hemos tenido ninguna circunstancia negativa. Al contrario la gente está aceptando muy bien la plataforma, les da curiosidad y se preguntan cómo funciona, pero una gran mayoría todavía está casada con recibir efectivo”, señala.
En mediano plazo, tienen previsto lanzar la aplicación Click Abasto, pero el sistema sigue en pruebas. “Estamos intentando conectar con los locatarios a través de SMS, mediante los que enviaremos el pedido. A veces ni siquiera tienen WhatsApp”, comenta Rodríguez de la Serda.
“Te diría que al menos un 70% de los vendedores con los que trabajamos no tienen esta aplicación que nosotros ocupamos de manera muy natural”, agrega. Por ello, el reto de Click Abasto es mucho mayor.