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Milpa Alta

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Milpa Alta: la barrera de nopales que detiene a la Ciudad de México

Al sureste de la Ciudad de México se producen nopales de excelente calidad que se exportan a Europa, Asia y EU. Así viven los productores de esta espinosa industria.

A la medianoche, cuando la mayor parte de la enorme ciudad ya duerme, en la zona rural de Milpa Alta se empieza a trabajar. Cientos de hombres y mujeres salen de casa y van a sus terrenos a cortar nopales. La oscuridad se interrumpe por la luz de las lámparas que los cortadores se ajustan en la cabeza con un resorte a la altura de la frente. Parecen mineros, pero en lugar de rascar la tierra para extraer carbón, se abren paso en medio de las nopaleras. De lejos parecen luciérnagas en medio de un bosque.

Paulino Cruz tiene 65 años y es uno de los aproximadamente 10 mil productores de nopal que hay en Milpa Alta. Junto con su esposa Juana, dos de sus cuatro hijos y su yerno, continúa con la tradición familiar heredada de su abuela paterna. “Ella era comerciante y fue de las primeras en obtener un lugarcito en el Mercado de Jamaica en los años sesenta”, recuerda.

Radiólogo de profesión, Don Paulino fundó la empresa Nopaltec en 1995. “Vi que todo mundo vendía nopales en los tianguis y por azares del destino y con la ayuda de la tecnología, me di cuenta que yo podía crear mi marca y así empecé. Registré una sociedad cooperativa; pero solo de nombre, porque mi esposa y yo fuimos los únicos que asumimos toda la responsabilidad”. Empezó rentando equipo para hacer trabajos agrícolas como deshierbar la tierra y poco después comenzó con la producción de nopal.

Hoy es dueño de dos hectáreas y en ocasiones renta otro par. Todo lo que produce lo vende en el Centro de Acopio Nopal Verdura y a algunas procesadoras de nopal de la zona. También probó suerte exportando, pero desistió porque consideró que no era un buen negocio. “Hace como 20 años exporté a Los Ángeles a través de un intermediario; pero resultó que todos ganaban menos yo. No quise seguir”.

Este año recibió un apoyo de 60 mil pesos que obtuvo a través del programa “Bienestar para el Campo”, del Gobierno de la CDMX. Con ese dinero compró maquinaria para trabajar sus tierras. Y en lo que espera el momento de jubilarse, Don Paulino seguirá trabajando en sus nopaleras. Orgulloso comenta: “Estoy produciendo un promedio mensual de entre 10 y 12 toneladas”.

El auge del nopal que rescató a Milpa Alta

La producción de nopal en Milpa Alta, al sureste de la Ciudad de México, comenzó en los años cuarenta. Pero fue hasta los ochenta cuando se vivió un verdadero auge, que permitió a esta área agrícola crecer económicamente. “Las personas empezaron a construir casas de tabique de uno o dos pisos y a comprar camiones de redilas. Todos estaban enfocados a la producción de nopal”, cuenta el profesor Raymundo Flores, cronista de Milpa Alta. “Muchas familias empezaron a hacer fortunas medianas que les permitieron mandar a sus hijos a estudiar, a que hicieran carreras profesionales”.

Las condiciones del suelo y su clima templado ha convertido a algunos de los 12 pueblos milpaltenses en grandes productores de esta cactácea. Nos referimos en específico a Villa de Milpa Alta, San Francisco Tecoxpa, San Jerónimo Miacatlán, San Juan Tepenahuac, Santa Ana Tlacotenco, San Agustín Atenco y San Lorenzo Tlacoyucan. Juntos generan, cada año, entre 500 y 600 mil toneladas. “El nopal se da a diestra y siniestra. Es parte sustancial en la economía de Milpa Alta”, agrega Cruz.

El crecimiento ha sido tan grande que en algunos de estos pueblos la totalidad de sus barrios se dedican a lo mismo. Tal es el caso de Villa de Milpa Alta. Ahí, los pobladores de Santa Martha, San Mateo, Concepción, Santa Cruz, San Agustín, La Luz y Los Ángeles han heredado la técnica de producción de generación en generación.

En Milpa Alta, un productor es quien cosecha en un área mínima de 500 metros cuadrados. Hoy en día se produce nopal en una extensión de 68 mil 500 hectáreas. Y, en promedio, cada hectárea produce entre 90 y 120 toneladas anuales.

“Realmente sí es negocio, lo que sucede es que somos muchos productores. Necesitamos canales de comercialización porque por desgracia hemos tenido que recurrir al intermediarismo”, reconoce Cruz. El productor así lo ejemplifica: él vende sus nopales en 5 pesos a un proveedor, este los revende en 13 pesos a una tienda y esta a su vez los comercializa en 30 pesos. “Toda esa ganancia ya no es para nosotros y pienso que el 100% de lo que se gane debería ir a los productores”.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura (Sader), Morelos y la Ciudad de México cuentan con la mayor superficie para sembrar nopal. Pero como hay mercado para todos, en la demarcación sigue siendo una actividad redituable. “Una familia trabajadora sí se puede mantener. Es negocio sobre todo en temporada de frío porque como hay menor producción, los precios suben”, añade el cronista.

Actualmente Morelos ocupa el primer lugar de producción de nopal a nivel nacional. Pero a Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad, le gustaría revertir esa realidad, “aquí en Milpa Alta queremos y estoy segura que lo vamos a poder lograr, que volvamos a ser, la Ciudad de México, el principal productor de nopal del país y del mundo, ya no queremos que sean los estados circunvecinos”, dijo en mayo del año pasado. Por ello, en esa ocasión se otorgaron 9 millones 522 mil pesos a diversos productores de la alcaldía Milpa Alta. Entre los beneficiarios estuvo Don Paulino.

nopales cortados

Quizá el mejor nopal del mundo se produce en Milpa Alta

Los nopales pertenecen a la familia de las cactáceas. Los que se producen en Milpa Alta son del género Opuntia-ficus. Si se les dejara madurar más tiempo, podrían dar tunas, sin embargo, los milpaltenses únicamente se han enfocado en la producción de nopal. Lo que no crece en la zona son los xoconostles -otro fruto de las nopaleras- porque estos pertenecen a un género distinto. Los nopales de Milpa Alta se caracterizan por sus pencas en forma de paletas,“las cualidades del suelo han permitido que el nopal de Milpa Alta sea diferente al resto de los nopales que se comercializan, es menos fibroso, menos ácido y eso hace que sea suave para comer y muy agradable al paladar”, dice Flores.

Justamente por su alto contenido en fibra es muy popular en la cocina. Se les puede disfrutar prácticamente a cualquier hora del día. Aunque es un gran aliado para las personas que siguen un régimen alimenticio, su utilidad no se limita a la cocina. Con el nopal también se pueden fabricar jabones, cremas, mascarillas, shampoo, cosméticos, desengrasantes e impermeabilizantes. La industria de la moda también lo aprovecha, se hace piel de nopal, y también se puede encontrar en cinturones y bolsas hechos con una mezcla de nopal y algodón.

En 2018, la producción anual fue de 853 mil toneladas en el país, según el dato más actualizado del Servicio de Alimentación Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). El principal destino exportador es Estados Unidos, país que ese año compró 51 mil 598 toneladas. Otros de los países que importan nopal mexicano son Corea del Sur, Bélgica, Japón, República Checa, Tailandia, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Taiwán, Reino Unido y Suiza, de acuerdo con un reporte del Atlas Agroalimentario 2019, del SIAP.

nopales Milpa Alta 1

La cosecha de nopal se hace de madrugada

Con el auge de la venta de nopal en los años ochenta, se hizo común ver camiones de redilas para transportar las pacas de verdura. Su destino eran mercados como La Merced, el Sonora y la Central de Abastos, donde campesinos de Milpa Alta cuentan con crujías para vender su producto. Pero como la producción cada vez se fue haciendo más grande, se tuvo que crear, en el mismo barrio de San Agustín de Villa de Milpa Alta, el Centro de Acopio Nopal Verdura. Comenzó a funcionar el 16 de febrero de 2001 y desde entonces ha servido como otro canal de venta para los nopaleros. Ahí, a diario se venden unas 150 toneladas de esta cactácea.

Antes de la pandemia, este sitio abría de lunes a domingo a las 3:00 am. A esa temprana hora llegaban unos 100 productores a ofertar su producto. “Eran todos los mañaneros, los que se desvelaban para agarrar precio y terminar temprano; afortunadamente el producto es tan noble que se vende por sí solo”, asegura Cruz.

Los nopales se comercializan por caja. Hay para 100, 150, 200, 300 y 500 nopales; dependiendo de su tamaño. Los de las cajas de 100 son los más grandes, miden entre 35 y 50 centímetros. En tanto, el tamaño de los que caben en cajas de 500 oscila entre los 10 y 12 centímetros, “todo se vende al mayoreo y menudeo, hay ocasiones que el ciento amanece a 30 pesos; pero luego baja y llega a estar a 10 pesos, depende de la oferta y demanda”, explica Cruz.

Y aunque el Centro de Acopio se cerró por la crisis del coronavirus y la producción disminuyó en un tercio, a finales de junio reabrió. Por lo pronto, funcionará un día sí y un día no.

nopales

El nopal como freno del crecimiento urbano

Las nopaleras de Milpa Alta funcionan como cinturones verdes que rodean a los pueblos de la zona y frenan el crecimiento de la mancha urbana, pero “en el momento en que el nopal deje de ser un negocio, sencillamente se va a dejar de producir y toda esa tierra se va destinar a casa habitación porque la presión de la ciudad sobre Milpa Alta es muy fuerte”, advierte el cronista Raymundo Flores.

Con él coincide Don Paulino, “gracias al nopal se han evitado los asentamientos irregulares, su cultivo ha detenido un poquito el crecimiento urbano indiscriminado en esta zona agroecológica”.

De esta forma, no solo seguirá deleitando a quienes lo comen en diversos platillos. También es visto como una esperanza de conservación ecológica en los bosques comunales de Milpa Alta.

Los números del nopal

–    1 hectárea produce entre 90 y 120 toneladas de nopal al año
–   10 mil productores de nopal se concentran en Milpa Alta
– 150 toneladas es el promedio de comercializan diariamente en el Centro de Acopio Nopal Verdura
–  80 % de la producción anual de nopal en México se da en Milpa Alta

¿Sabías que?

-Existe la “Ruta Patrimonial del Nopal, Sabores y Colores de Milpa Alta”, que explica la relevancia de esta verdura en la zona.
-El nopal forma parte del inicio de la civilización Azteca. Significó el final del peregrinaje de los nahuas y hoy forma parte del origen de la identidad de los mexicanos y del escudo nacional.
-En la medicina prehispánica, la baba de las pencas —o mucílago— se usaba para aliviar dolores e inflamaciones. En tanto, la raíz molida servía para tratar fracturas de hueso.
-La penca machacada en agua se daba a las mujeres que tenían un parto difícil.

Fuente: “Nopales, tunas y xoconostles” del Consejo Mexicano del Nopal y Tuna A.C.; Red Nopal y la Comisión Nacional Para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.

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