Paula García estudió para abogada y luego se hizo sommelier. Araceli Carvallo es una financiera, pero se hizo bartender. Ambos giros en sus carreras ya podrían considerarse drásticos, pero aún faltaba el proyecto que uniría sus conocimientos profesionales y su expertise en vinos y licores. Hoy, Barra México (tal es el nombre que dieron a su proyecto) es un evento de talla internacional enfocado al negocio de los destilados y bares premium.
La quinta y más reciente edición de esta expo se llevó a cabo en la capital mexicana durante el mes de junio. Asistieron 5,000 visitantes, una cifra que consolida el evento y lo hace más que rentable.
Descubriendo un mundo nuevo: la mixología
Paula García es una ejecutiva de actitud abierta y ademanes muy expresivos, lo cual deja ver su carácter extrovertido y firme. Ella es CEO de Barra México. En una charla con Goula, nos platicó la evolución de su carrera. El relato lo inicia con sus estudios: “Estudié una carrera convencional”, aclara. Por convencional ella entiende: abogada. Araceli, su socia, es financiera. Con el paso del tiempo Paula se hizo sommelier y Araceli, para ayudarse a pagar sus estudios, bartender.
Paula sí considera que ambas rutas fueron un cambio drástico en su vida. En 2011, cuando regresó de sus estudios de sommelier en Argentina, solicitaban a alguien que trabajara en la comercialización de destilados. Ella aplicó al puesto y fue aceptada. “Me enfrente a cosas que no sabía, tenía que aprender las diferencias entre un mezcal y un tequila. Fue adentrarme a conocer el mundo de la coctelería que en México apenas estaba creciendo, comencé a visitar los bares e interactuar con los bartenders”. Es ahí donde tuvo su primer encuentro con el mundo de la mixología, un entorno casi desconocido para ella.
“De pronto, me empecé a sentar en las barras. Me encontré con que el bartender preguntaba qué tipo de sabores me gustaban o qué me gustaría probar, y me explicaban qué estaba bebiendo.” Pese a sus estudios como sommelier, ella no había tenido contacto con este tipo de información. “Era muy diferente a una cata de vinos en la que te hablan de la uva y al final decides si te gusta el vino o no. Descubrí un nuevo tipo de interacción con un personaje diferente y desconocido, como en ese momento fue para mí un bartender.” Justamente, los bartenders le fueron presentando a otros protagonistas de la barra. Con el tiempo fue cobrando conciencia de qué estaba sucediendo en el medio de la mixología: aperturas de bares, cócteles de moda y competencias.
Durante esta época, su trabajo implicaba visitar los diferentes show bar del mundo para ver de cerca lo que estaban haciendo las marcas en el extranjero y las marcas que ella manejaba en México. Así, pudo asistir a grandes eventos como BCB, en Berlín, y Tales of the Cocktail, en New Orleans. “Con ello, abrí mi panorama a un mundo nuevo de posibilidades en el negocio de destilados y bar tenders. Me di cuenta que la marca tiene la intención de llevar al consumidor a una experiencia sensorial que inicia en la barra y va más allá de servirte un cóctel”.
La idea con la que comenzó todo
Un día, un amigo llamó a Paula y le dijo que alguien la quería conocer. Se trataba de Araceli, su actual socia quien por ese tiempo residía en Holanda donde trabajaba para marcas de alcohol como Genever. Araceli quería contactarla para implementar un plan de marketing y comunicación en México. Ese año, ambas viajaron de nueva cuenta a Berlín, al evento de BCB. Un día de fiesta se sentaron a platicar y se dieron cuenta de que reunían todos los elementos para hacer un bar show en México. Es decir, contactos con las marcas, con los bares, con los bartenders más talentosos. Más aún, les quedó claro que en México no existía un punto de encuentro donde la gente se reuniera a conocer los productos y hacer networking.
Ahora, Paula reflexiona: “En mi experiencia, es una labor muy dura estar visitando 20 centros de consumo, conocer gente y crear experiencias una y otra vez. Y lo hacía de la manera tradicional con mi lista de clientes tocando puertas. Pensamos en dar una solución a la industria para crear un bar show similar a los que suceden en Europa.” El propósito era el mismo que en otros países: tener un punto de encuentro para el sector de destilados y bares premium, con el objetivo de que los participantes estuvieran actualizados y capacitados como industria antes de llegar al consumidor final.
“Existen muchas personas que no tienen la oportunidad de viajar a las exposiciones internacionales”, explica Paula. “Nuestra idea es que todos tengan acceso a ver de cerca a los principales protagonistas del sector, y puedan aprender e interactuar con ellos, teniendo a los actores principales en un mismo escenario. Estamos ofreciendo al sector una solución que no existía: un espacio dentro de la industria para que las marcas puedan mostrar sus productos y llevar a cabo sus estrategias comerciales.” Dentro de la expo hay además plataformas de capacitación con ponentes internacionales y competencias de coctelería para incentivar el talento.
“No hay ningún hombre detrás de nosotras”
En otro orden de ideas, para Paula es importante realizar acciones que ayuden a la industria de bebidas para incorporar más mujeres de forma segura y crear espacios más acogedores. “Nosotros, como un bar show, tenemos un 50% de panelistas mujeres, además contamos con plataformas especializadas en mostrar el empoderamiento y talento femenino en las prácticas de mixología.” No solamente eso, para ella le es fundamental que la industria tenga el compromiso de tener espacios seguros para las mujeres. Para esto se debe capacitar a la gente que trabaja en las barras en cuestiones de límites y ética profesional.
“Es una industria manejada por hombres”, reconoce Paula. “Uno de nuestros desafíos más importantes ha sido convencer a las marcas. En citas de negocios, nos han preguntado quién era el hombre detrás de nosotras, y ¡no hay nadie, somos nosotras dos!”.