El regreso a los envases retornables definitivamente es una tendencia que va a cimentarse en los próximos meses y años. Lejos de significar una vuelta al pasado, representa menores costos para las empresas y, sobre todo, es la oportunidad de ejecutar acciones responsables a favor del medio ambiente. En ello coinciden especialistas consultados por Goula.lat.
A este tren ya se subieron los dos líderes mundiales de la industria refresquera, Coca-Cola y Pepsi.
“Tiene dos grandes beneficios: la parte ambiental y ciertos impactos económicos benéficos para las empresas”, comenta Carlos Hermosillo, analista bursátil especializado en consumo.
En ello coincide Jorge Senties, socio especialista en estrategia y mercados de consumo de PWC México, quien considera que la crisis económica ha impulsado las botellas retornables como una decisión de negocio, pues permite a las refresqueras ofrecer sus productos a un precio más competitivo.
“En épocas como esta, el consumidor entra en un estado mental de supervivencia, donde piensa que debe resguardar lo más posible sus recursos y cada peso cuenta”, analiza Senties.
Para las empresas, el ahorro no es abundante pero sí que vale la pena. “Es cierto que hay temas de costos como la limpieza del envase y la logística para recoger los envases de las tiendas, pero evitarte fabricar el envase sí trae un beneficio económico… no tan drástico como uno lo pensaría, pero lo realmente importante es verse como una empresa sustentable”, agrega Jorge Senties.
Carlos Hermosillo contempla que, aunque no habrá un boom de los envases retornables dentro de la industria de bebidas, sí hay espacio para que continúe su implementación, sobre todo en nuestra región.
“No en cualquier país o cualquier sociedad la gente está dispuesta a cargar un envase vacío, pero en Latinoamérica llevar la botella a la tienda sí es viable cultural y económicamente. La posición socioeconómica de la región hace que sea viable. Por regla general, en países más desarrollados esto es difícil porque el costo del envase con respecto al ingreso disponible es cada vez menos significativo”, señala.
Si nuestra idiosincrasia permite que cada vez más personas integren a los envases retornables como parte de su día a día para ayudar al medioambiente (y todos salen ganando con eso), pues bienvenidas estas iniciativas.
Coca-Cola y su nueva campaña de economía circular
Hace unas semanas, en el marco del Día Mundial de la Tierra que se celebra el 22 de abril, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), presentó su nueva campaña Juntos para Algo Mejor. Su objetivo es fomentar el uso de envases retornables como una opción de economía circular para, aspiran, alcanzar un mundo sin residuos.
Coca Cola ha tomado la iniciativa en nuestro país al respecto desde hace unos años. En 2019, Arca Continental, la embotelladora regiomontana que es parte fundamental de la IMCC, adaptó 10 de sus líneas de producción para envases retornables e introdujo al mercado, en 2020, la botella universal intercambiable, un envase de tamaño familiar (dos litros) que puede ser cambiado por otra bebida del mismo tamaño del portafolio Coca-Cola, sin importar el sabor, con la finalidad de facilitar su retornabilidad.
A decir de la IMCC, el aporte de los retornables al medioambiente es significativo pues cada botella retornable de PET puede ser reutilizada en promedio 15 veces y las de vidrio en 35 ocasiones, para posteriormente ser reciclados y transformados en nuevas botellas u otros productos.
Otro ejemplo de los beneficios ecológicos de estas iniciativas son los relacionados con su envase universal: “Cada vez que se usan dos de estas botellas, se contribuye en un 80% en el ahorro de material virgen, lo que es equivalente a 162 horas de carga de un celular o 33 horas usando una lámpara de bajo consumo”, aseguró la IMCC en un comunicado en abril pasado.
Pepsi: retornable y reciclable en Latinoamérica
Durante los meses finales de 2020, Pepsi anunció a través de sus redes sociales el regreso de su botella retornable de 2.5 litros a México. El envase incluso fue noticia hace unos días en el norte del país: “En los municipios coahuilenses de Saltillo, Monclova, Torreón y en Gómez Palacio, Durango, la compañía PepsiCo inició la distribución de su refresco de cola en presentación retornable de 2.5 litros, tras 10 años de no contar con un envase reutilizable en circulación”, reportaba el 5 de mayo pasado el periódico El Heraldo de Saltillo.
Aunque en México esto resultó novedad, la verdad es que la empresa ha mantenido iniciativas que buscan reforzar la presencia de sus envases retornables en otras regiones de Latinoamérica.
En 2017, por ejemplo, PepsiCo Argentina presentó la botella retornable de su gaseosa sabor a frutas H2OH!, el primer envase de ese tipo en esa categoría de producto.
En la misma Argentina, pero también en Perú, Nicaragua y El Salvador, desde hace unos años, es reconocida la botella RECO de PepsiCo, un recipiente PET retornable y reciclable. Es decir, el consumidor no regresa el envase para ser rellenado sino para que sea convertido en nuevas botellas y otros productos.
Fórmula ganadora: la botella no se pierde entre la basura, la empresa gana puntos en su imagen sustentable y social (en Nicaragua, por cada 148 botellas rescatadas, la empresa dona un pupitre para escuela) y el consumidor ahorra.