La tranquilidad está lejos de llegar para el sector agro en Colombia. Si bien cesaron las intensas lluvias que por 30 meses afectaron los cultivos ocasionados por el fenómeno meteorológico La Niña, hubo desbordamientos de ríos, inundaciones y plagas. Pero ahí viene ya El Niño.
De acuerdo con pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Colombia enfrentará una época de sequías y heladas que afectarán alrededor de 50 mil hectáreas de cultivos en el país, impactando la producción entre un 40% y 60%.
Según un estudio reciente del Ideam, las sequías, pocas lluvias y escasez de recursos hídricos en el país durarán hasta los primeros meses de 2024. La probabilidad de que la sequía sea de intensidad moderada es del 84%. Sin embargo, preocupa que la entidad estima en un 60% que entre noviembre de este año y enero de 2024 la intensidad sea más fuerte y con temperaturas nunca vistas en el país.
Las alertas en el agro por las sequías, pérdida de pastos y escasez de agua están concentradas en la ganadería, avicultura y en los cultivos de arroz, café, aguacate, caña panelera, palma de aceite, frutas y hortalizas. Estos cultivos están ubicados en las zonas que tendrán mayor afectación, como el Caribe, la Costa pacífica, el Piedemonte Llanero, la Amazonía, Norte de Santander, Antioquia, Tolima y el Oriente de Cundinamarca.
“Para estas regiones y departamentos del país donde disminuirán las lluvias hay predominantemente cultivos de palma, arroz, cacao, café, frutas y hortalizas. Asimismo, hay avicultura y ganadería”, dice Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
Y agrega que “hay que entender que el impacto dependerá de la duración e intensidad, pues es variable y cambiante. Es importante hacer monitoreos constantes”.
Desde la SAC explican que entre los principales impactos está la pérdida de los rendimientos de los cultivos por estrés hídrico y en la ganadería la falta de agua desencadena enfermedades y plagas que pueden provocar la muerte del animal.
Rafael Hernández, gerente general de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), agrega que el problema de El Niño es que en las zonas de riego con alta temperatura los caudales de los ríos disminuyen y no hay disponibilidad de agua.
El exministro de Agricultura, Andrés Valencia, señala que indiscutiblemente se presentará un incremento en los precios de alimentos por los efectos del fenómeno de El Niño en los cultivos.
“Es claro que la inflación aumenta. En el último fenómeno de El Niño entre 2016 y 2017, los precios llegaron a tener un incremento del 15%”, explica.
De ahí nace una de las principales preocupaciones para el país, pues posiblemente este año se volverá a presentar una alta variación en el precio de los alimentos, entendiendo que durante 2022, la inflación fue del 27%. En lo que va de 2023 la variación en el precio de los alimentos se ubica en un 12% y está a la baja.
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Estrategias de negocio para que el fenómeno El Niño no extinga tus cultivos
1.Inversión en infraestructura puede salvar el negocio
Es imperativo contar con infraestructura que permita almacenar agua, en reservorios o estanques, para los cultivos y los animales. Si bien se trata de un costo extra, existen estrategias como realizar excavaciones de pozos para recoger agua de lluvia y sembrar árboles en los que los animales puedan descansar.
El jefe de la Oficina del Servicio de Pronósticos y Alertas del Ideam, Luis Alfonso López, estima que ante la disminución de las lluvias, es necesario tener un control permanente sobre los predios que están expuestos a altas temperaturas y pueden generar incendios asociados a las sequías. Agrega que es importante no hacer quemas, así sean controladas.
Los productores también pueden acercarse a las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (UMATA), entidades que pueden realizar acompañamientos para revisar que los predios tengan un sistema de riego eficiente que pueda mantener la humedad de los diferentes cultivos.
La UMATA aconseja mantener la capa vegetal, sembrar cultivos en curva de nivel y utilizar materia orgánica para plantar los cultivos. Asimismo, está realizando capacitaciones agropecuarias en preparación del suelo, trazados para la siembra y entregas de semillas y herramientas que puedan garantizar la producción durante la temporada del Niño.
2.Conocer las estrategias gremiales y de gobierno para atender el fenómeno
“La principal apuesta frente a El Niño es generar líneas de crédito especiales para dar condiciones a todos los productores. Queremos cambiar el rol de algunos sectores y aumentar la capacidad productiva”, dijo la Ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jennifer Mojica, cuando anunció la creación de una línea de crédito especial para agricultores que necesiten invertir en sistemas de riego y almacenamiento de agua.
Se trata de una línea especial de crédito para la adecuación de sistemas de riego y la construcción de almacenamiento de agua en reservorios, estanques o pozos. Esta línea estará abierta a través del Banco Agrario o en la entidad financiera de su elección. El plazo máximo es hasta agotar el presupuesto establecido por el gobierno nacional de 52 mil millones en líneas de financiación*.
José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), ve con preocupación que desde el Gobierno no hay otros instrumentos para mitigar el impacto de El Niño. Uno de los grandes retos del país es la adecuación y fortalecimiento de los 780 distritos de riego que existen en el país y beneficiar a 323 mil hectáreas.
Sin embargo, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) señala que hay que arreglar deficiencias en 202 sistemas de riego que tienen infraestructura en mal estado o necesitan modernizarse.
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Café, cereales y palma, entre los cultivos más afectados
La producción de café es uno de los sectores más perjudicados, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) explica que incrementos moderados en brillo solar resultan en una mayor actividad fotosintética que favorece la concentración de las floraciones y el llenado de los frutos en tiempos más cortos. Sin embargo, un factor fundamental es el recurso hídrico.
Técnicos de la FNC explican que ante el déficit hídrico severo y moderado los productores deben programar solo dos aplicaciones de fertilizantes al año, para procurar que las plantas absorban la mayor cantidad de nutrientes antes de que inicie el ciclo crítico de sequía.
Otro tema a tener en cuenta es que las altas temperaturas aceleran el ciclo de vida de la broca de cafetos, una plaga de la planta que impacta negativamente la producción. Por eso, recomiendan incrementar los monitoreos de infestación para evitar pérdidas en la cosecha.
Por otro lado, desde la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), tienen líneas virtuales de atención para brindar acompañamiento técnico en la aplicación de capas de material orgánico alrededor de los cultivos para mantener la humedad del suelo ante las limitantes de riego y evitar el desperdicio de agua.
El gerente general de Fedearroz sostiene que desde el gremio están promoviendo la siembra de variedades que son resistentes a altas temperaturas y a la sequía. Por lo que están realizando acompañamientos para el monitoreo y aseguramiento de la cosecha a futuro.
Desde el gremio de la palma de aceite, Cenipalma, están promoviendo la optimización de los sistemas de riego para ser más eficientes con el agua disponible.
“Recomendamos a nuestro agremiados el uso de biomasa para mantener acolchadas y húmedas las áreas de los cultivos, pues la sequía ayuda a la proliferación de plagas”, indica Alexandre Patrick Cooman, director general de ese organismo.
*Todas las cantidades en pesos en este texto se refieren a pesos colombianos.
