La Organización Mundial de la Salud desaconsejó el uso de edulcorantes acalóricos o bajos en calorías y recomendó que “no se utilicen como medio para controlar el peso ni para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles”. Indican que no tienen beneficios significativos a largo plazo para reducir la grasa corporal en adultos o niños y tampoco ayudan a reducir enfermedades no transmisibles como cáncer o diabetes.
Además, advirtió que un uso prolongado de edulcorantes aumentaría los riesgos de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en adultos. Sin embargo, agregan que esta recomendación es “condicional”. Esto significa que la evidencia científica que maneja la OMS en este aspecto, aún no es determinante.
El riesgo es que a partir de la recomendación los consumidores incrementen la ingesta de azúcares libres, sobre los que sí hay evidencia suficiente de sus daños.
Esta semana también se conoció que esa misma organización trabaja en un análisis sobre los límites recomendados para las carnes procesadas respecto de la cantidad de sodio, pues durante los procesos de curado, ahumado y conservación, las carnes incrementan este elemento hasta en 400%. Ya sabemos que el exceso de sodio eleva la presión arterial, incrementa el riesgo de ataque cardíaco y las embolias.
