El principal argumento del gobierno mexicano es que el maíz amarillo transgénico que actualmente le compra a EU, no es apto para consumo humano. El problema: no hay validez científica que lo respalde. En ello coincidieron consultores y analistas, además cuando el T-MEC se firmó se permitía la importación.
“En los lineamientos del T-MEC se establece que se puede permiten las semillas con uso de biotecnología y eso se refiere a los maíces genéticamente modificados, hay maíces y muchos otros productos como la soya”, asegura Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
Si el gobierno mexicano no llega a un acuerdo con sus vecinos del norte estaría obligado a pagarles represalias por el daño que cause la prohibición, ello en el marco de los acuerdos del tratado de libre comercio T-MEC.
Por lo pronto, el gobierno de México ofreció prorrogar por dos años el decreto que prohíbe la compra de ese tipo de maíz y hacer un estudio conjunto de seguridad sanitaria. El decreto debería entrar en vigor en 2024, pero se iría a 2026. La negociación sigue su curso.