Ante la quiebra que enfrentan negocios como Café Oma y la cadena de Hamburguesas Presto, ambas fueron admitidas en un proceso de reorganización empresarial. Presto, maneja el 5% del consumo de hamburguesas, y Oma, controla el 4% del mercado de cafeterías. Ambas argumentaron que su inminente quiebra se debe a la inflación y a las altas tasas de interés en los créditos bancarios, lo que los ahogó mes a mes.
Las alzas fueron decisiones del Banco de la República (Banco Central de Colombia) para frenar la inflación del país, lo que puso en aprietos a ambas marcas que se encontraban en un plan de expansión de mercado. Ambas empresas tomaron la opción de acogerse a la Ley 1116 de 2006 o Ley de Reorganización Empresarial, la cual les permite seguir operando y proteger a sus empleados.
Tanto Oma como Presto se salvan de entrar en un proceso de liquidación judicial por falta de capacidad de pago y, en cambio, formalizan un acuerdo de pagos con proveedores, acreedores (como bancos) y arrendadores para poder continuar operando, recuperar eficiencias e intentar recuperarse económicamente.
Sin embargo, el camino sigue siendo complejo, pues otros dos factores que juegan en su contra siguen siendo variables difíciles de controlar: el alza en el precio de los insumos y el desplome de la demanda de consumo local.
Para lograr la recuperación, ambas marcas deben reducir costos operacionales, lo que implica en su gran mayoría el cierre de tiendas físicas y apostar por canales no tradicionales.
Por el lado de Oma, debe quitarle mercado a Juan Valdez (líder del sector con el 22%) y Tostao (que tiene el 19%). Presto tiene competencia con dos marcas: el Correal que maneja el 43% del sector y McDonald’s que tiene el 18,3%.
