Tres de cuatro consumidores que compran prebióticos buscan productos que cumplan lo que prometen y que estén respaldados por la ciencia. No solo eso, habitualmente revisan las declaraciones de propiedades saludables y las afirmaciones con base científica. Además, los consumidores son más proclives a buscar productos que mejoren la salud digestiva y su bienestar en general.
Todos estos indicadores pertenecen al estudio FMCG Gurus, sobre prebióticos, encargado por Beneo, empresa productora de inulina y oligofructuosa.
Estas compras también están motivadas por el interés de los consumidores en conservar una microbiota saludable.
“La microbiota intestinal es una de nuestras principales aliadas para regular el sistema inmunológico y endocrinológico. Hoy por hoy, sabemos que una microbiota sana contribuye a que nuestro cuerpo responda mejor ante ciertas patologías”, afirma Rodrigo Vázquez Frías, gastroenterólogo, nutriólogo pediatra y presidente de la naciente Sociedad Mexicana de Microbiota.
Esa sociedad se encarga de generar nueva información y promover líneas de investigación sobre la microbiota en la población mexicana.
“Aunque la microbiota representa una relación compleja, podemos valernos de prebióticos, probióticos, simbióticos y postbióticos en diferentes escenarios clínicos. No todo es para todo, las aplicaciones son muy puntuales, pero con la ingesta adecuada, se pueden lograr beneficios gastrointestinales, cardio metabólicos o en salud mental”, expone la gastroenteróloga, neurogastroenteróloga Ana Teresa Abreu y Abreu.