La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) informó que el consumo de vino en el mundo cayó 3% en volumen en 2020, cifra menor a la esperada, que suponían sería de 10%.
El descenso se atribuye a los cierres en centros de consumo como restaurantes, cafés y hoteles, pero también por los impuestos que el expresidente norteamericano Donald Trump decidió cobrar a algunos vinos europeos, y a los tributos aplicados por China a los vinos australianos.
“Era una visión demasiado negativa”, admitió Pau Roca, director general de la OIV, al respecto. El directivo también dijo que el aumento de las ventas de vino en los supermercados compensó “bastante bien los cierres”.
Se estima que el año pasado se consumieron 234 millones de hectolitros, la cifra más baja desde 2002.
