El Congreso de la Ciudad de México aprobó un nuevo impuesto del 2% para aplicaciones de entrega de comida. Empresas como Uber Eats, Didi Food y Rappi, entre otras, deberán destinar ese porcentaje antes de impuestos de cada uno de los cobros que realicen.
Se estableció que este impuesto no se podrá trasladar a terceros, el Código Fiscal específica que no será aplicable para trabajadores, repartidores y tampoco para los consumidores finales. El dinero recaudado se utilizará para el mejoramiento de la infraestructura de la ciudad.
Desde que la Secretaría de Administración y Finanzas entregó el Paquete Económico al Congreso de la Ciudad, este impuesto generó polémica. Se modificó el artículo 307 Ter del Código Fiscal y finalmente se aprobó por 39 votos a favor y 16 en contra por el Pleno del Congreso de la CDMX.
El principal argumento de la autoridad es que esas empresas no dejan nada en México: “La mayor parte de estas aplicaciones se llevan sus ganancias fuera y no dejan nada en México”, dijo al respecto Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno.
La funcionaria advirtió que los nuevos modelos de negocio digital que actualmente han tenido un incremento en la CDMX deben contribuir a esta entidad porque se les proporciona la infraestructura necesaria para el desarrollo de sus actividades.
Pese a que se reunieron con cámaras empresariales y que el impuesto incluso ha sido señalado de violar principios constitucionales como el de proporcionalidad y equidad, finalmente sí se aprobó y entrará en vigor el año entrante.
