Cambios. La industria de bebidas comienza a revolucionarse. The Coca Cola Company anunció el pasado 22 de octubre que piensa eliminar la mitad de sus bebidas debido a la crisis provocada por el COVID-19, lo que significa desaparecer unas 200 marcas de su gama de productos.
A esto, James Quincey, presidente ejecutivo de la multinacional comentó, a través de un comunicado: “Aceleramos nuestra transformación, que ya estaba en marcha, renovando nuestra empresa para que se recupere más rápido”.
Parte fundamental de la nueva estrategia de Coca Cola es impulsar las ofertas regionales y comprometerse a explorar nuevos productos en la categoría de bebidas dinámicas.
Pero, ¿qué tiene que ver Coca Cola con el alcohol? Hace sólo un par de días, la firma presentó Topo Chico Hard Seltzer. La categoría hard seltzer engloba una gama de bebidas de agua mineral combinada con alcohol y un toque de sabores frutales. Con esta variación a la tradicional marca regiomontana (la embotelladora fue fundada en 1895), la refresquera ingresa de manera oficial al mercado de las bebidas alcohólicas en México.
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Cerveza para la cuarentena
Pero si la multinacional refresquera está incursionando en las bebidas alcohólicas, también el mercado mexicano de bebidas alcohólicas está en la búsqueda de nuevas alternativas. Uno de los primeros indicios públicos de este viraje fue la llegada a las tiendas de Victoria 1.8, producto que técnicamente no es una cerveza. Con sólo 1.8% de alcohol esta bebida de Grupo Modelo no entraba dentro de las restricciones impuestas por las autoridades debido a la contingencia sanitaria.
La Ley General de Salud considera bebidas alcohólicas a todas aquellas que contienen entre 2% y 55% de volumen de alcohol. De hecho, Victoria 1.8 ni siquiera es presentada como cerveza, sino como bebida de cebada. Por esta razón pudo ser presentado y comercializado en pleno confinamiento.
Luego de esa jugada, Modelo lanzó Corona Ligera (igual, con 1.8% de alcohol) con lo que dio paso formalmente a su nuevo segmento de bebidas con muy baja graduación alcohólica.
“El periodo de confinamiento de la población y las limitantes de vender alcohol fueron parte de una coyuntura interesante para probar el éxito de este tipo de bebidas”, comenta Marco Antonio Montañez, analista del sector bebidas de Vector Casa de Bolsa, quien ve en esta incursión una oportunidad que aprovechan las empresas para ampliar su portafolio, más que un cambio en los patrones de consumo.
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El mundo hard seltzer
Las hard seltzer llevan cinco años de constante crecimiento en el mercado estadounidense. Ahí ya han ganado el 2.6% del mercado de las bebidas con alcohol, encabezado por la venta de cerveza con un 75.8%.
Suena a poco pero el valor del sector hard seltzer a nivel mundial se estimó en 4,400 millones de dólares en 2019 y se espera que para 2027 alcance los 14,500 millones de dólares, de acuerdo con cifras de la firma de investigación de mercados Grand View Research.
Las hard seltzer han sabido abrir brecha en un mercado en apariencia copado. No son una bebida energética ni una sidra, mucho menos un agua vitaminada y tampoco entran en la categoría de bebidas premezcladas. Son un concepto innovador que sí contempla un cambio en los hábitos de consumo, sobre todo de los jóvenes.
“Buscamos llegar a consumidores preocupados por los temas de salud, de cuidar las calorías, que quieren una forma diferente de beber alcohol”, comenta Roberto Lee, CEO fundador de Grupo Joseph Roberts, empresa detrás de Basic, una de las bebidas pioneras en el segmento hard seltzer en México.
Roberto Lee explica para Goula que identificaron que debido al confinamiento, la gente tenía una intención de consumo de alcohol mucho más tranquilo, en casa, con los suyos, algo que resultó decisivo para los planes de Basic: “Nos dimos cuenta que era el momento correcto para desarrollar la categoría en México”.
Basic, que lleva tres años a la venta en Estados Unidos, se presentó en nuestro país el 13 de septiembre con la bandera de 0 carbohidratos y 0 azúcar. “Una nueva bebida hard seltzer que contiene 4.5 grados de alcohol con sólo 90 calorías. Una bebida ligera para disfrutar sin culpas”, resaltó el comunicado de presentación del producto.
Marco Montañez coincide en la validez de la apuesta: la connotación negativa de las bebidas alcohólicas de poseer alto valor calórico y la tendencia a un consumo más saludable han sido factores que explican el relieve de las hard seltzers.
Una competencia hard
Una semana después del arribo de Basic, Heineken presentó Pura Piraña, su propuesta hard seltzer para el mercado nacional.
La bebida, elaborada en la planta de Heineken en Guadalajara, destaca sus atributos acordes con la tendencia (estilo de vida y alimentación saludables): sólo 99 calorías, libre de gluten, baja en carbohidratos y 4.5% de alcohol.
El lanzamiento más reciente es el que ya mencionamos: Coca Cola trasladó a Topo Chico, el agua mineral más famosa en el norte del país, con 125 años de historia, al segmento hard seltzer.
La apuesta de Topo Chico Hard Seltzer inicia discretamente: estará disponible por ahora en la Ciudad de México, Puebla, Acapulco, Tijuana, Monterrey y Guadalajara, pero el plan es ir “adoptando un enfoque de prueba y aprendizaje” que les permita expandir su distribución a más ciudades del país e incluso incursionar en Estados Unidos en 2021.
“Todos salimos casi al mismo tiempo, pero fue algo natural en el mercado. El tiempo de desarrollo y productos es muy similar y creo que al final la pandemia nos hizo salir antes”, reitera Roberto Lee, una de las mentes detrás de Basic. Él se muestra entusiasta sobre el éxito que puede tener la bebida en nuestro país: “El mexicano está buscando un equilibrio: no quiere sacrificar el grado de alcohol en su bebida, pero ya no está dispuesto a pagar el costo de tomar muchas calorías o muchos carbohidratos. Tratar de ganar el mercado va a ser algo muy interesante”.
