La reputación y la operación de tu restaurante pocas veces está en tanto riesgo como cuando una cucaracha merodea las mesas, estufas o los platos de tu restaurante. Ni pensar en los riesgos sanitarios que esto conlleva o imaginar que uno de tus comensales se llegara a encontrar con estos insectos o ¡con un roedor! Conoce cómo cambios estructurales y hábitos de limpieza estratégicos pueden ahorrarte miles de pesos.
El poderoso “boca a boca” entre comensales que han presenciado animales indeseados en un restaurante puede llevar al cierre a cualquier bar o restaurante. Multas por parte de las autoridades, reclamos y hasta demandas de consumidores que enfermaron al consumir tus alimentos, desperdicio de insumos, pagos inesperados para exterminar un plaga… Todo esto es por completo prevenible si se pone atención en los pequeños detalles. Los expertos te dicen cuál debe ser tu estrategia defensiva en contra de ratones, cucarachas y demás.
“Las plagas pueden tener un impacto muy importante en el negocio. Además de los temas de reputación, podemos llegar a tener grandes problemas como daños en los equipos, refrigeradores y estufas. E incluso las plagas pueden provocar cortocircuitos”, agrega Mario Vega, director de Safety, Health and Environment en Rentokil México, empresa especializada en control de plagas.
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Las plagas más comunes en restaurantes y bares
Seguro las imaginas, pero te sorprenderá saber qué fácil pueden entrar a tu negocio, cómo se pueden propagar y todas las consecuencia que traen consigo. Estos son los animales menos deseados y más comunes en un restaurante, de acuerdo con los expertos:
Cucaracha alemana. A diferencia de la cucaracha americana (insectos más grandes y que se encuentran en los drenajes), la cucaracha alemana necesita del hábitat humano del interior para sobrevivir. Hablamos de las cucarachas que miden entre 10 a 15 milímetros, las que se pueden ver tanto en cocinas de hogar como de negocios. “Las atraen las áreas cálidas y donde hay alimento, entonces, la cocina les ofrece esos dos factores”, comenta Mario Vega. Estos animalitos son omnívoros y comen cualquier cosa que les ayude a sobrevivir, incluso plásticos, jabón y pegamento. Puede propagar bacterias como E.coli y salmonella. Solo un par de cucarachas alemanas puede producir más de 250 mil crías en un año, esto de acuerdo con la página web de Ecolab, compañía transnacional que ofrece servicios de control de plagas para restaurantes.
Ratones y ratas. De acuerdo con Ecolab, debido a los espacios insalubres en que se mueven, los roedores pueden propagar bacterias y enfermedades como la salmonela, E. coli y disentería. Tener un visitante de este tipo en la cocina es un riesgo inaceptable. Aunque también es una probabilidad debido a que siempre están en busca de comida. Si un roedor ingresa y encuentra alimento en tu restaurante, de inmediato se comunicará con otros roedores para aprovechar la oportunidad. El experto de Rentokil, añade: “Y si encuentran refugio, incluso podrían crear un nido y ahí vienen las complicaciones mayores. Un par de roedores en menos de un mes puede infestar cualquier instalación”. Y acabar con ella: los dientes incisivos de los roedores nunca dejan de crecer, por lo que necesitan roer cosas para evitar que sus dientes crezcan en su cráneo. Así, pueden acabar fácilmente con las partes internas de un refrigerador industrial, por ejemplo.
Moscas. Según información de Rentokil existen más de 120 mil especies de moscas en el mundo entero. Se consideran una plaga porque son portadoras de enfermedades como salmonella y E.coli. Según datos de Ecolab, el 60 % de los operadores de servicios de alimentos tienen problemas con las moscas de la fruta u otras moscas pequeñas. El director de Safety, Health and Environment en Rentokil México agrega que para cuando las moscas de drenaje se detectan es que ya se han convertido en un gran problema. Y por supuesto, la mosca común o doméstica, que puede arruinar cualquier comida al revolotear cerca de las mesas y alimentos de los clientes.
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7 Estrategias de prevención al rescate en los restaurantes
La ciudad de Nueva York contaba hasta antes de la pandemia con más de 23 mil restaurantes y bares. NYC suele estar entre las cinco ciudades con más restaurantes en el mundo. Sus autoridades consideran a los bares y restaurantes como una de las claves para situarse como una metrópoli de clase mundial. Y los animales indeseados en estos establecimientos es un tema que los ocupa.
Los roedores representan un serio problema de salud pública para la ciudad. Tanto que en abril pasado Kathleen Corradi fue nombrada la primera “zarina” antiratas. Uno de los requisitos para el puesto que anunciaron las autoridades, el pasado diciembre, era que la persona elegida debía estar dotada de un “instinto asesino” para acabar con esta plaga.
En el documento “Mejores Prácticas de Control de Plagas para Establecimientos de Servicios de Alimentos”, publicado por el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, se invita a los negocios a asumir un rol activo para acabar con los roedores y otras plagas. “Las técnicas y mejores prácticas en esta guía te ayudarán a mantener un entorno libre de plagas”, se lee. Aquí, parte de estas sugerencias, junto a las del director de Safety, Health and Environment en Rentokil México y aportaciones de Ecolab.
1.No las dejes pasar
Todas las áreas susceptibles deben contar con cubrepolvos y mallas mosquiteras. Mecanismos físicos que ayuden a evitar el ingreso de la plaga nunca están de más por muy pequeña que sea una ranura (como las que hay debajo de las puertas). “Por el ancho del dedo meñique, ingresa un ratón. Por una abertura del tamaño del dedo pulgar puede ingresar una rata”, expone Mario Vega.
2.Elimina las plagas con limpieza
“Los alimentos, el desorden, las manchas de grasa y los olores pueden atraer roedores y otras plagas. Inspecciona las cocinas, las áreas de almacenamiento y las áreas de la basura a diario para asegurarte de que se mantengan limpias”, se aconseja en “Mejores Prácticas de Control de Plagas…”. El directivo de Rentokil agrega que cualquier derrame de líquido debajo de refrigeradores, estufas, freidoras o barras debe limpiarse de inmediato (o lo más pronto que la operación de la cocina lo permita). Es fácil olvidar el refresco que se derramó en el piso del área de suministro de bebidas.
3.Resana y sella todos los huecos
Es indispensable identificar y corregir las fallas estructurales que puedan existir en todo el restaurante. “Grietas y agujeros en las paredes son parte de las fallas más comunes en las instalaciones de nuestros clientes. En esos sitios anidan las cucarachas u hormigas”, señala Vega. Esto implica sellar grietas, hendiduras y huecos alrededor de los contactos, apagadores e instalaciones de plomería.
4. Revisa todo lo que entre a tu cocina
“Cualquier insumo para tu restaurante debe revisarse a conciencia que esté libre de plaga. Es un punto muy importante”, aconseja Mario Vega al tiempo que advierte que esta inspección debe hacerse fuera de las instalaciones del negocio.
5. Mantén seco tu restaurante
Si por querer ver limpio todo, acostumbras lanzar agua por debajo de muebles, refrigeradores y estufas, sólo contribuyes a crear un ambiente óptimo para las plagas. Ecolab recomienda usar ventiladores, durante las horas de no operación del negocio, para secar los pisos. Con ello evitarás en buena medida, por ejemplo, las molestas moscas de fruta.
6. La basura se sella
Los contenedores de basura deben estar siempre cerrados herméticamente. “Mejores Prácticas de Control de Plagas…” recomienda lavar de manera regular todas las áreas de la basura con agua y jabón, o con una solución de agua y cloro al 10%. Los botes de basura deben mantenerse despegados de las paredes.
7. Planifica la limpieza
Finalmente, todo restaurante debe tener un plan de manejo de limpieza que todos los involucrados conozcan. “La limpieza obviamente debe hacerse diario, pero también debe haber una limpieza profunda mínimo una vez al mes”, aconseja Mario Vega, directivo de Rentokil. En esa labor de limpieza (se insiste, por lo menos mensual) deben moverse todos los equipos, revisar toda las maquinarias y áreas de almacenamiento, revisar y limpiar drenajes, además de limpiar campanas. Una visita mensual por parte de un controlador de plagas tampoco está de más. “Los daños que las plagas pueden provocar en los restaurantes son exponencialmente más altos que si tienes contratado un servicio de control de plagas que te asesore”, concluye Vega.
