El pasado mes de marzo la compra de granos básicos de nuestro país al extranjero alcanzó un nivel nunca visto. De acuerdo con información del Banco de México, importamos 666,174 millones de dólares en granos (como trigo, maíz, arroz y sorgo), lo que representó un incremento de 40% con respecto a lo registrado en marzo del año anterior.
Dichas adquisiciones superaron la marca previa… pero de marzo de 2012, año en el que los precios internacionales de varias materias primas tocaron niveles sin precedentes. En ese periodo, México importó 606,131 millones de dólares en estos granos.
Visto por trimestre, el resultado es similar: el valor comercial de estas importaciones se incrementó en 45.8% durante los primeros tres meses de 2021 en comparación con el mismo periodo del año anterior, reportó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). El primer corte de caja del año nos trajo un inusitado gasto en granos extranjeros.
Estas son las razones:
1. Simple: los precios por las nubes “Los precios de los granos han estado subiendo mucho, algo que no veíamos desde hace varios años. El precio del maíz en Chicago ha subido 130% desde mayo de 2020 a la fecha, el precio de la soya ha crecido un 90%…”, explica Juan Cortina, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), quien expone los dos factores determinantes para ello: el clima y la sobredemanda China.
2. El clima está mermando las cosechas La ola de frío que paralizó parte de Estados Unidos a principio de año no sólo nos dejó sin gas natural y sin luz eléctrica en México (¿recuerdan?), también dañó cosechas en importantes regiones productoras de granos en aquel país. “Además, en Sudamérica tuvieron un clima muy seco que afectó la producción. Todo esto, en un año en que los inventarios ya estaban apretados, vino a afectar los costos”, agrega Juan Cortina.
3. La sobredemanda de China Para el presidente del CNA hay un país protagonista al respecto: “Ha existido un incremento en la demanda de granos a nivel mundial, principalmente por parte de China. Este país reservó cerca de 23 millones de toneladas de maíz y soya estadounidenses por encima de lo que había hecho el año pasado”. Los granos, por muy esenciales para la seguridad alimentaria que sean, no dejan de ser parte del mercado de los commodities, así que sus precios dependen mucho de las condiciones de oferta y demanda en el mundo. “Sí hay un problema en el precio de los granos pero es un tema cíclico”, considera el presidente Juan Cortina.
4. Producción nacional a la baja El GCMA considera que el récord de importaciones totales de granos se debe principalmente a la mayor demanda nacional y a la baja en la producción de los agricultores mexicanos.
- Frijol.- Esta semilla es el caso que más resalta en esta relación entre producto extranjero y nacional: las importaciones crecieron 107.2 %, durante el primer trimestre de 2021, en comparación con el mismo periodo del año anterior, con un volumen cercano a las 74 mil toneladas. “Una disminución de 0.8% en la superficie cosechada redujo la producción de frijol en 7.5%”, señala el GCMA. Si a lo anterior sumamos que, en este caso, el frijol pinto importado bajó su precio, tenemos una ecuación que desequilibra al producto mexicano en la balanza.
- Maíz.- Otro caso es el emblemático maíz. Las importaciones de enero a marzo de 2021 presentaron un crecimiento de 16.8%, gracias a poco más de 4.2 millones de toneladas. Un nuevo récord para un primer trimestre. Si seguimos con la comparación de los primeros meses de 2020 y 2021, la producción nacional de maíz se redujo 1.8% y el consumo aparente se incrementó 7.4%. “El estimado de una menor cosecha aunado a una mayor demanda, reducen el indicador de autosuficiencia a 61.6%”, advierte el GCMA.
- Trigo.- Las importaciones de este cereal se incrementaron 12%, mientras que la producción se redujo 33.3% para dejar su indicador de autosuficiencia en 41.4%.
- Soya.- Esta leguminosa es un caso especial: su alto precio no fue obstáculo para que sus importaciones alcancen un récord, para un primer trimestre, de 2.24 millones de toneladas. “En lo que refiere a la soya, el país tiene una dependencia casi total de las importaciones al cubrir únicamente el 5.9% de sus requerimientos”, informa el GCMA.
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Y el futuro es poco promisorio
Para el análisis que hace el GCMA, ahí está el detalle: la baja producción nacional de granos orilla a México a acudir a los mercados extranjeros. El resultado es ese nivel de importación sin precedentes.
Además, hay una mayor demanda interna y a ello se deben sumar las malas condiciones climáticas que afectan a más del 85% del territorio agrícola del norte, oeste y centro del país. Por lo que, el 2022 se pronostica en iguales o peores condiciones.
La dependencia en la importación mexicana de los principales granos no asegura la suficiencia alimentaria, que cada año se ve más lejana.
