Diputados panistas encabezados por Éctor Jaime Ramírez Barba, presentaron el martes pasado una iniciativa que busca reformar la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), para bebidas alcohólicas.
El proyecto propone un cambio de esquema fiscal al establecer una tasa de 155 pesos por litro de alcohol etílico, con lo que se estima un incremento inmediato en la recaudación.
De acuerdo con los legisladores promoventes el esquema actual del IEPS, “genera una gran oferta de licores muy baratos, que realmente no están pagando el impuesto que deberían si se considera su nivel de alcohol”, plantean.
Agregan que la principal motivación de su propuesta es la salud de los mexicanos y señalan que “es indispensable un modelo fiscal que grave el contenido del alcohol y no el precio del producto como se cobra actualmente”.
La iniciativa impulsada por el PAN es muy parecida a la presentada, a finales de 2020, por el senador de Morena Genaro Novelo, que también busca pasar de un mecanismo tributario ad valorem (que grava el precio a la venta de la bebida) a un ad quantum (un impuesto de cuota fija por cantidad de alcohol).
La propuesta de Morena expone la pertinencia de una cuota fija de 1.40 pesos por cada grado de alcohol por litro. La diferencia entre ambas propuestas es de 15 pesos si nos referimos a la cantidad de alcohol contenido en una bebida.
Por ejemplo, un mezcal o tequila en presentación de 750 mililitros con 40 grados de alcohol en la propuesta de Morena pagaría 42 pesos de IEPS, en lugar de hasta 150 pesos, su impuesto actual. En la propuesta panista, la recaudación se elevaría porque la misma botella de 750 mililitros pagaría aproximadamente 46.5 pesos de IEPS, 4.5 pesos más que la propuesta inicial para una botella con ese contenido.
Ambas propuestas son ampliamente apoyadas por la industria mexicana de destilados. La resistencia más fuerte hasta ahora a este cambio proviene de los grandes productores de la cerveza industrial (Grupo Modelo y Heineken) que dominan el mercado y que, por sus volúmenes de ventas, serían los más afectados por el posible movimiento en la recaudación, como lo consignamos en Goula.lat.
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Ambas propuestas son bien vistas por representantes de la industria de destilados
Para Iñaki Landáburu, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores (Andivyl), la iniciativa panista es una buena noticia para lograr este cambio que se ha buscado desde hace más de 10 años.
“Al poner una cuota por contenido alcohólico todo mundo estaríamos trabajando sobre el mismo rasero, sería un mismo piso para una cerveza, un mezcal o un whisky”, explica.
Landáburu hace un llamado a que cualquiera que sea la iniciativa que avance, la panista o la morenista, se modifique también el tema de cómo se lleva a cabo la recaudación fiscal.
En la actualidad el IEPS se cobra a lo largo de toda la cadena de producción, distribución y venta de bebidas alcohólicas, lo cual implica que el SAT debe estar atento a lo que realizan miles y miles de involucrados.
Para el presidente ejecutivo de la Andivyl, lo ideal sería que el impuesto se pagará a primera mano, es decir, que se cobrará directamente a los productores e importadores, “de este modo, la fiscalización sería más fácil y mejor”, concluye el directivo.