Como ingredientes, los edulcorantes no calóricos, son cada vez más demandados por la industria de alimentos y bebidas del país, más ahora que se enfrentan índices de obesidad de 70% en la población.
Mientras que en los últimos 10 años el consumo de azúcar regular bajó 7.5%, el de edulcorantes creció 9.4% en el mismo periodo, refieren cifras del Consejo Latinoamericano de Información sobre Alimentos y Salud (CLIAS).
Los edulcorantes no calóricos son aditivos alimentarios que deben pasar por un riguroso proceso de evaluación antes de ser aprobados para entrar al mercado, su aporte energético es nulo o mínimo y al no beneficiar ni afectar la salud, no afectan las concentraciones de glucosa ni de insulina.
Sólo cumplen una función tecnológica dentro del alimento, que es el aporte del sabor dulce. Entre los más utilizados por la industria están aspartame, sucralosa, stevia y sacarina. Todos están sujetos a regulaciones.
“En los últimos años el consumo de stevia como opción endulzante natural ha superado por mucho a otros edulcorantes”, afirma Edurne Balmori tecnóloga en alimentos.
La búsqueda de opciones que permitan un estilo de vida saludable pero que no dejen de ser placenteras es lo que marca ya la pauta en el futuro de este producto.
“Los desarrollos se centran en buscar opciones lo más naturales posibles, los que provengan de las plantas son los que se verán más beneficiados, pero, también hay una tendencia por un gusto menos dulce”, remata Balmori.
