Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las frutas y hortalizas están expuestas a problemas de contaminación y deterioro, razón por la cual cerca del 23% de lo que se cosecha se pierde.
Jennifer Criollo, investigadora de Agrosavia, corporación colombiana de investigación agropecuaria de Colombia, explica que esto ocurre principalmente porque no se tiene cuidado con cada una de las fases a las que se debe someter el alimento, principalmente el almacenamiento y transporte.
En la fase que más deterioro se presenta, según Criollo, es en la de almacenamiento, pues acá son relevantes aspectos como la temperatura y la humedad. No se tienen condiciones adecuadas y esto termina afectando gran parte de la producción.
Desde la cosecha hasta su comercialización, las frutas y hortalizas son susceptibles a tener problemas de contaminación y deterioro. Por esta razón es clave identificar los factores de riesgo de manera temprana y mejorar las prácticas de producción.
De esta manera, según Agrosavia, se podrá garantizar la inocuidad de los alimentos y no caer en pérdidas de productividad.
En Colombia, hay otro factor que pesa, la gran variedad de climas a hora de transportar los alimentos, incluso pueden ser mayores al conteo de la FAO.